Más de 400 huecos en 3,5 kilómetros unieron en lucha a vecinos de pequeño pueblo en Heredia

Años de abandono en la principal vía de comunicación motivaron a un joven de 23 años a organizar a sus vecinos y presionar por una reparación ¿Lo lograron?

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Getsemaní, en Heredia, es un barrio particular. No es el típico pueblo con un punto céntrico en el que se ubica la iglesia, el parque, la cancha de fútbol, la escuela y pequeños comercios. Allí no existe esa concentración, su crecimiento fue disperso, desordenado y espontáneo a lo largo de la ruta nacional 502, una vieja y empinada carretera.

De alguna forma, Getsemaní parece tierra de nadie y no es una expresión metafórica, la carretera divide al pueblo en dos, de un lado pertenece al cantón de San Rafael y del otro a Barva, pero en la realidad es poca la inversión de esos ayuntamientos en la comunidad: no hay aceras; no hay parques; no hay cunetas. Cada vez que llueve la vía se transforma, literalmente, en un río que impide el tránsito de peatones y vehículos.

El camino fue asfaltado en los 90 y, desde entonces, el mantenimiento por parte del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) siempre fue escaso, y en los últimos dos años, nulo. En la actualidad, los 3,5 kilómetros que comunica Getsemaní con San Josecito, en San Rafael, Heredia, son casi intransitables. Estimaciones de vecinos hablan de hasta 400 huecos en ese tramo.

El mal estado de la carretera no solo afecta a los habitantes de Getsemaní, la vía es un importante punto de acceso al Bosque de la Hoja, uno de los principales paraderos turísticos de las montañas de Heredia. También sirve como ruta alterna para visitar el Monte de la Cruz, San José de la Montaña y el volcán Barva.

“Esto se llama río Getsemaní”, afirma Marcelo Salazar, estudiante universitario, de 23 años, que asumió la organización comunal para presionar por la reparación de la carretera. Desde mayo, el joven dejó su zona de confort para promover desde las redes sociales, reuniones, recolección de firmas en pulperías y abastecedores, volanteos, reuniones con diputados y protestas para conseguir una respuesta de las autoridades, algo sin precedentes en este barrio. (¿Les dio resultado? Lo contaremos más adelante).

De la iniciativa de Salazar surgió el comité denominado Juntos Por Getsemaní, un movimiento formado durante una reunión, el 23 de mayo en el salón comunal. Ese día se eligieron los miembros del comité y se decidió protestar de una manera creativa: señalar con spray blanco cada hueco y escribir protestas en la calzada.

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¡Peligro! ¡Calle en abandono! fueron algunos de los mensajes escritos por los vecinos en la vía. En total recolectaron 45 tarros de spray, los que fueron donados por los mismos pobladores.

“Un vecino prestó un carro y fuimos a la casa de cada una de las personas que regaló un tarro de spray”, comenta el estudiante universitario, quien administra un chat de WhatsApp con 311 participantes, ese espacio sirve para comunicar medidas y divulgar acciones. También refleja el sentimiento de orfandad de la comunidad, pues su imagen de perfil dice: “Getsemaní pueblo recordado para sus impuestos, olvidado para las obras” y coloca los logos de las municipalidades de San Rafael y Barva.

“Tengo 66 años de vivir aquí y nunca ha pasado lo que estamos viviendo en este momento, ya no quiere ni salir uno de la casa porque el carro está todo deteriorado por el montón de huecos que hay”, dijo Clemencia Chaves, otra integrante del comité Juntos Por Getsemaní.

Como una manera de descargo, esos municipios pusieron una gran manta en la que ratifican el abandono del Conavi y subrayan que “no pueden intervenir por prohibición de ley”. Ese anuncio es la mejor prueba de un fenómeno común en Costa Rica: entidades públicas lanzándose la pelota y las necesidades de la población en lista de espera.

Respuesta

Casi tres meses después de aquella reunión en el salón comunal, la espera de la comunidad parece haber llegado a su fin, el pasado 18 de julio el Conavi inició un bacheo en el tramo afectado, los trabajos avanzan lento, pero avanzan. Para apoyar las reparaciones, la Municipalidad de San Rafael comunicó que colaboraría con maquinaria y discos de corte para asfalto.

“Nosotros hicimos muchísimas acciones para llegar a esto, no fue nada fácil, pero lo que nos comentaron es que estábamos exigiendo una ruta nueva, pero siempre nos decían, claramente, que el Gobierno está en un estado de deterioro económico y que lo que pueden hacer era un bacheo profundo, eso es lo que se supone que están haciendo, para que los pedazos más afectados se puedan reparar”, enfatiza Salazar al preguntarle sobre los trabajos de rehabilitación.

Desde marzo del presente año, el Conavi admitió que solo cuenta con presupuesto para atenciones “cosméticas” de las vías nacionales, lo cual se traduce en que solo hay recursos para tapar huecos. La razón es la disminución de fondos luego del escándalo de corrupción en el llamado Caso Cochinilla, destapado en junio de 2021, aparte del vencimiento en los contratos de mantenimiento y la imposibilidad de hacer nuevos.

Mientras se desarrolla el bacheo, las personas que necesiten transitar por la ruta 502 pueden usar vías alternas como la Calle La Joaquina, también pueden usar la ruta que conecta Santa Lucía de Barva, con El Palmar y Getsemaní.