Falleció Miguel Carabaguíaz, el industrial que resucitó al tren

Empresario lideró el Incofer entre 2005 y 2014.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Miguel Carabaguíaz Murillo, un empresario de la industria alimentaria que no sabía nada de rieles y locomotoras, asumió el Instituto Costarricense de Ferrocarriles en julio del 2005, cuando la entidad acumulaba chatarra en sus patios y deudas multimillonarias. En aquella época, el país buscaba con desesperación una salida a los elevados precios del petróleo.

Tres meses después, a las 6:52 a. m. del 7 de octubre, Carabaguíaz revivió al servicio interurbano de pasajeros entre Pavas y Montes de Oca, luego de una década de pérdidas y abandono. La pitoreta de la vieja locomotora 84 despertó a los vecinos y luego, cientos de curiosos se montaron en los seis vagones metálicos, para acompañar al presidente Abel Pacheco en un viaje aderezado con un fuerte olor a quemado.

Este miércoles, aquejado por una severa enfermedad que lo afectó en los últimos meses, Miguel Carabaguíaz falleció. Tenía 64 años.

La carrera política de Carabaguíaz se desarrolló de la mano del Partido Unidad Social Cristiana, aunque también se desempeñó en cargos públicos durante gobiernos de Liberación Nacional. En la década del 90 fue cónsul en Reino Unido y luego en Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo y, entre 1999 y el 2002, viceministro de Economía, Industria y Comercio. Luego, del 2002 al 2003, ocupó el cargo de gerente del Instituto Mixto de Ayuda Social, pero fue en el 2005 cuando asumió el Incofer, entidad que gerenció durante nueve años.

Durante su gestión, buscó recursos públicos para comprar equipos refaccionados para poner a operar el servicio a Belén, Pavas, Heredia y Cartago. No pocos detractores cuestionaron que invirtiera en locomotoras viejas y con un ancho de vía anticuado. Sin embargo, Carabaguíaz insistió en que el tren tenía futuro. Hoy, mueve a 200.000 pasajeros al mes.

De todos sus proyectos, el de Puntarenas nunca vio la luz. Un daño provocado por la construcción de la carretera a Caldera afectó la línea férrea en el sector de Paso Dantas (Orotina). Aunque la solución incluyó un viaducto de concreto, los viajes de San José a Puntarenas están paralizados desde el 18 de mayo del 2009.

En el 2014, la Contraloría General de la República lo inhabilitó para el ejercicio de cargos públicos durante un periodo de seis años, por hechos ocurridos entre el 2004 y el 2005, cuando fue directivo del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) y se aprobó la titulación de tierras con zonas boscosas consideradas patrimonio natural del Estado. No obstante, en el 2021 la Sala Primera del Poder Judicial anuló todas las resoluciones sancionatorias en contra de Carabaguíaz y ordenó una indemnización de ¢5 millones por daño moral subjetivo.

Tras su salida del Incofer, en el 2016 fue precandidato presidencial con la bandera de la Unidad y en los años siguientes dejó de ejercer cargos públicos y se limitó a brindar asesorías en el campo político. Regresó a los negocios de la familia, entre ellos la fábrica de galletas Pituca.

Aquella mañana de octubre del 2005, cuando la locomotora salió de Pavas Carabaguíaz se jugó todo su futuro.

Ese día “usted me preguntó ¿por qué olía a quemado? y yo le dije una mentira (dijo que era el olor de una fábrica). El problema era un cable de una locomotora que se recalentó y eso era lo que olía quemado”, rememoró el industrial en una entrevista concedida a La Nación en 2012.

Su terquedad sacó adelante al tren.

“Ser terco no necesariamente debe tener una connotación negativa. Ser terco es empeñarse en sacar las cosas adelante”, insistió.