Sobreviven en el país 9 colegios solo para hombres o mujeres

Centros educativos mantienen modalidad por tradición o por considerar que se propicia un mejor aprendizaje

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Carmen Naranjo, Elizabeth Odio, Yolanda Oreamuno y Carmen Lyra son algunas de las reconocidas mujeres costarricenses que inspiran orgullo entre las alumnas del Colegio Superior de Señoritas.

Ellas caminaron por los mismos pasillos que hoy recorren las actuales estudiantes, y esa es una de las explicaciones que mencionan las jóvenes al justificar su decisión de estudiar en este colegio, al que asisten solo muchachas.

"Abarca mucho el impulso hacia la mujeres y el darles herramientas para poder valerse en un futuro. Nos enseñan mucho sobre la igualdad", dijo la estudiante de quinto año Lorena Solís. Ella y otras cuatro compañeras dieron más razones: el apego a las tradiciones, la confianza con los profesores, el sentimiento de hermandad y la confianza que sienten al desenvolverse solo entre mujeres y sí, también pesa el popular uniforme de rayas que caractariza a esta institución benemérita.

Ante la pregunta de si consideran que el colegio debería admitir estudiantes hombres, ellas responden categóricamente que no.

Para este 2017, siguen existiendo nueve centros educativos que atienden alumnos de un solo sexo: tres son públicos, dos son subvencionados y cuatro son privados. Actualmente, hay 1.904 mujeres y 1.561 hombres matriculados en esas instituciones, para un total de 3.465 alumnos.

En el Colegio Superior de Señoritas, según su directora Lizbeth Herrera, se trata de darle continuidad a los ideales de Bernardo Soto y Mauro Fernández, quienes crearon el centro hace 129 años, un 14 de enero.

"La idea es mantener y conservar los fundamentos por los cuales fue creado el colegio: formar a la mujer y capacitarla para que enfrente una sociedad globalizada, dándole los valores y las oportunidades, también que sea una mujer objetiva, que pueda ser mamá y gestora de ideas", explicó Herrera.

Para la directora, en un colegio exclusivo para mujeres hay menos distracciones y se le da la oportunidad a las jóvenes para desarrollarse.

"Se les brinda esa oportunidad de ser ellas, auténticas, porque a veces se cohíben porque está el varón. Aquí no, ellas son lo que son. Sí hay problemas de rivalidades, pero se les da la oportunidad de que puedan ir desarrollándose y manifestándose como son", agregó la funcionaria.

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Ana Yancy Valverde, de 17 años, reconoció que su opinión del colegio cambió con el tiempo.

"Yo al principio no quería venir, pero mis papás decidieron matricularme porque es un colegio muy prestigioso. Ya después no me quise salir, me enamoré del colegio. Tal vez lo que más me gusta es que solo sea de chicas, me siento más a gusto", expresó la joven.

En los colegios privados Iribó y Yorkín, la motivación de atender a hombres y mujeres por separado es propiciar un mejor aprendizaje, según se asegura en el sitio web de la Asociación para el Desarrollo Cultural y Educativo (ADEC), organización a la que pertenecen ambos centros educativos.

"Chicos y chicas tienen diferentes ritmos de maduración y aprendizaje, distinta sensibilidad; reaccionan de forma diferente ante los estímulos, y suelen actuar también de forma diferente, con frecuencia, complementaria. En nuestros colegios facilitamos que cada alumno cultive las cualidades propias de su modo de ser, la masculinidad y la feminidad, rasgos constitutivos de la persona", dice la página de la ADEC.

La Nación intentó conversar con representantes de la Asociación pero no fue posible contactarlos antes del cierre de edición.

¿Cambios?

El próximo año habrá una institución menos en esta lista pues el Colegio Nuestra Señora de Desamparados anunció que a partir del 2018 recibirá estudiantes varones en sétimo año. La primera generación mixta se graduaría en el 2022, comunicó Maribelle Umaña, directora del centro.

La institución hizo pública su decisión mediante una publicación en su página de Facebook, en la cual se acumulan comentarios a favor y en contra de la medida.

Este medio solicitó un espacio a Umaña para conocer sobre la transición que vive el centro educativo. No obstante, la directora respondió que la acumulación de actividades le impedían sacar tiempo para dar la entrevista.

Mientras tanto, en los colegios públicos no se vislumbran posibilidades de cambiar la modalidad.

"Si usted me pregunta a mí, el Liceo (de Costa Rica) debería mantenerse de varones por tradición. Hay un buen complemento (entre ese colegio y el de Señoritas), además existe un gran valor de ellos (alumnos), su corazón de liceísta es muy fuerte", manifestó Martín Torres, director del centro educativo.

Para el funcionario, admitir mujeres no implicaría un impacto necesariamente negativo, pero sí cambiaría el ambiente acostumbrado. Torres dijo no tener reportes de alguna persona interesada en que muchachas se puedan matricular en esa institución.

El tema sí propició debate en el 2009, cuando el colegio consultó a instancias como la Procuraduría General de la República y la Defensoría de los Habitantes, si era viable abrir la institución a alumnas, luego de que varias adolescentes mostraran interés en matricularse ahí, según confirmó Milton Rojas, quien entonces fungía como director del Liceo.

El MEP autorizó realizar el cambio a partir del 2011, basado en la Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer, la cual fomenta la educación mixta. Además, se consideró que la ley que creó el Liceo (en 1887) no establece que el centro sea exclusivo para hombres.

DEL ARCHIVO: Liceo de Costa Rica no recibirá mujeres en matrícula del 2011

Sin embargo, llegó el 2011 y la matrícula de mujeres nunca se concretó. Según Rojas, ello se debió a que los alumnos y los profesores no recibieron la preparación psicológica necesaria; tampoco se obtuvieron los recursos necesarios para adecuar los servicios sanitarios.

Según explicó Mauricio Azofeifa, vocero del MEP, si alguno de los colegios públicos quisiera que su matrícula empiece a ser mixta, debe hacer la solicitud ante el despacho del ministro de Educación de turno, así como valorar si habría que hacer mejoras en la infraestructura de la institución.

En el caso de Herrera, ella no considera necesario ni conveniente que el Colegio Superior de Señoritas sea mixto. En su opinión, es una alternativa más que tienen los padres y madres de familia para la educación de sus hijas.

Para Shirley Ramírez, asesora nacional de Orientación del MEP, en este tipo de instituciones los estudiantes pueden estar sometidos a menos estrés y más enfocados en sus proyectos de vida. No obstante, recalcó la necesidad de que también se involucren en grupos mixtos fuera de las aulas, que sean más representativos de la dinámica normal en la mayoría de los espacios externos, como universidades y lugares de trabajo.

Los directores de los colegios estatales coincidieron con esa apreciación. Por ello, explicaron, en ocasiones se organizan bailes y otras actividades en las que participan los estudiantes de ambas instituciones.

"Depende de la familia y del entorno. Si estudian aquí con solo muchachas, tienen su grupo en el barrio, en la iglesia o en la comunidad, donde perfectamente se puede equilibrar. Sí hace falta el roce, no lo podemos negar, más en la edad en la que ellas están", expresó Herrera.