Los vecinos de una colegiala de 13 años, muerta tras ingerir una bebida alterada, exigen a las autoridades policiales y de Educación más acción contra los expendedores de drogas que acechan a los alumnos del Liceo de El Roble, en Santa Bárbara de Heredia.
La fallecida cursaba octavo año en ese colegio. La joven murió el martes pasado, en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Se sospecha que el fallecimiento lo causó una intoxicación luego de tomar una bebida alcohólica mezclada con alguna sustancia desconocida. La bebida se la dio un extraño fuera del colegio.
Congregados, ayer, frente a las instalaciones del Liceo, decenas de padres y estudiantes protagonizaron una protesta pacífica.
Aprovecharon para pedir la destitución del director, Verny Quirós Burgos, a quien responsabilizan por no tomar las medidas de seguridad necesarias.
Maritza López, una de las organizadoras de la manifestación, reclamó que los alumnos tienen muchos espacios (cajones) entre una clase y otra.
“Tienen tiempo libre para andar por las calles y se exponen a ser víctimas de los vendedores de drogas”, dijo López. Para ella, el descontento contra el director es generalizado.
El director, por su parte, rechaza las acusaciones y asegura que para él es muy difícil controlar lo que hagan los alumnos de los portones de la institución para afuera.
“No es competencia nuestra salir a la calle a agarrar a alumnos y a los que no son alumnos; eso queda en manos de las autoridades policiales”, declaró.
En camino. Verny Quirós informó de que, en una reunión con padres de familia, se acordó seguir el proceso que establece el reglamento de evaluación para tratar el consumo de drogas en estudiantes.
Según explicó, ese proceso incluye la apertura de un expediente para ver si el estudiante es inocente o no y, en caso de que no lo sea, pasarlo al Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
La jefa de la Contraloría de Derechos Humanos, del Ministerio de Educación Pública MEP), Rocío Solís, confirmó que ya hubo una reunión con las autoridades del colegio para revisar el cumplimiento de los protocolos de ingreso a la institución y el consumo de drogas.
“El jueves 17, tendremos otra reunión con el director y los padres pues la atención de este problema es una responsabilidad conjunta entre el centro educativo y la comunidad”, informó la funcionaria.
Solís llamó la atención sobre la importancia de que tanto los estudiantes como los padres de familia y otros miembros de la comunidad, alerten a las autoridades del centro educativo sobre cualquier movimiento sospechoso que noten en las afueras de la institución.
“Nunca tuvimos denuncias sobre venta de drogas en esta zona”, aclaró Rocío Solís.
El jefe de la Fuerza Pública de Heredia, Rodrigo Araya, informó de que hoy tendrán una reunión con la comunidad para definir la estrategia de vigilancia y seguridad por seguir en este caso. Colaboró Wilberth Hernández