Régimen sirio pugna por control de capital con bombardeos y evacuación de rebeldes

Cinco civiles, incluyendo un matrimonio y su hijo, murieron en las últimas 24 horas en estos bombardeos del régimen contra el campo palestino de Yarmuk y los barrios aledaños

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El régimen sirio trataba este domingo de consolidar su presencia en Damasco y sus alrededores bombardeando uno de los últimos feudos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), y con la evacuación de rebeldes de una zona del noreste de la capital.

Cinco civiles, incluyendo un matrimonio y su hijo, murieron en las últimas 24 horas en estos bombardeos del régimen contra el campo palestino de Yarmuk y los barrios aledaños, uno de los últimos bastiones de la organización yihadista Estado Islámico (EI) en la periferia sur de Damasco, informó este domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Las tropas sirias llevan varios días bombardeando este campo palestino y sus alrededores, la mayoría en manos del EI, donde viven civiles, para recuperar el control total de la capital.

Este domingo, la zona seguía siendo bombardeada, con ataques aéreos, disparos de artillería y cohetes, según el OSDH.

Entre las víctimas se encontraban una pareja y su hijo, abatidos el sábado, de acuerdo al OSDH, el cual precisó que un hombre murió a causa de las heridas y que otro falleció en los bombardeos perpetrados este domingo.

“Con estos, ya son 11 los civiles muertos desde que el jueves se intensificaran los bombardeos”, precisó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Antes del inicio de la guerra en Siria, en 2011, 160.000 personas, incluidos sirios, vivían en el campo palestino de Yarmuk, pero ahora solo quedan algunos miles, explicó el OSDH.

Por otro lado, al noreste de Damasco, más de un millar de combatientes rebeldes y familiares suyos fueron evacuados este fin de semana de la región de Qalamun oriental, en virtud de unos acuerdos que el régimen de Bashar Al Asad impuso a los rebeldes para consolidar su poder en las inmediaciones de la capital.

Según los rebeldes, los autobuses en los que viajaban llegaron el domingo a Al Bab, en el norte del país, en su camino hacia Afrin, un enclave kurdo en la frontera con Turquía, que en marzo fue conquistado por las fuerzas de Ankara.

Ahora, tras haber controlado el enclave rebelde de Guta Oriental (al noreste de la capital), el gobierno quiere retomar el control de Yarmuk y de Al Hajar al Aswad, bajo poder del EI, y las localidades de Babbila y Beit Sahm, en manos de los islamistas.

De lograrlo, el gobierno controlaría el conjunto de la región de Damasco por primera vez desde 2012.

Mientras tanto, reunidos en el sur de Suecia, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se comprometieron este domingo a aumentar sus esfuerzos para superar sus divisiones sobre el conflicto sirio.

"Hay un acuerdo para volver seriamente a una solución política bajo el paraguas del proceso de la ONU en Ginebra", anunció Olof Skoog, embajador de Suecia ante la ONU.

"Una solución política debe cumplir con la resolución 2254", añadió por su parte el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador peruano Gustavo Meza-Cuadra.

Al encuentro, celebrado en Backakra (sur), también acudió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y su enviado especial para Siria, Staffan de Mistura.

Skoog declaró que trabajarán "duro ahora y los próximos días" para fijar "un mecanismo serio para establecer si se están utilizando armas (químicas) y quién es el responsable".

Desde que comenzara en 2011, el conflicto en Siria ha ido ganando complejidad con la implicación de países extranjeros y de grupos yihadistas, dejando más de 350.000 muertos y millones de desplazados.