Pedro Castillo vive una constante crisis política en Perú: 13 meses de una turbulenta gestión

Repase aquí los principales hechos que marcaron, hasta la actualidad, la administración de Pedro Castillo, un profesor y campesino que llegó al poder para ‘aprender’

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Con poco más de un año en el poder de Perú, Pedro Castillo suma seis investigaciones en su contra y dos intentos de destitución. Algo que él califica como “ensañamiento por ser del campo”, pero para los demás es una clara crisis política.

Precisamente con el discurso de “ser del campo”, Castillo llegó a la presidencia de Perú el 28 de julio del 2021, con promesas a sus compatriotas de “no más pobres en un país rico”; sin embargo, poco más de un año después, el mandatario se ve envuelto en una serie de acusaciones, las cuales lo colocan en la cúspide de una organización criminal, en la presuntamente participa su familia y otros allegados.

A continuación, un repaso, breve, por la gobernanza, la crisis política y el origen de lo que pareciera ser el fin de la administración de Castillo.

Julio del 2021

Inicia la nueva era de Perú bajo el poder de Castillo, un profesor, campesino, proveniente de la región de Cajamarca, en la sierra norte de Perú. Con su gran sombrero e incluso montando a caballo en las votaciones, convenció al 50.125% de los votantes para preferirlo a él por encima de Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori, quien recibió el 49,875% de los sufragios emitidos.

A pocos días de iniciar su mandato, se da a conocer que Iber Maraví, nombrado por Castillo como ministro de Trabajo, presuntamente estuvo involucrado en atentados terroristas. Pese a estas acusaciones, Castillo lo mantuvo tres meses en el puesto.

El mismo mes llovieron las críticas a Castillo por nombrar como primer ministro a Guido Bellido, un legislador perteneciente al ala más radical del partido Perú Libre, de tendencia marxista.

Agosto del 2021

El fiscal Richard Rojas amplió una investigación por lavado de dinero y activos que incluyó a Bellido y a Vladimir Cerrón, el líder del partido Perú Libre, para determinar el origen del dinero con el que se financió la campaña a que llevó a Castillo a la presidencia.

El entonces canciller de Perú, Héctor Béjar, se convirtió en la primera baja del gabinete de Pedro Castillo el 17 de agosto del 2021. Su renuncia se hizo efectiva luego de las polémicas declaraciones que hizo antes de asumir el cargo, respecto al origen de Sendero Luminoso, una agrupación criminal que mató a miles de personas.

De acuerdo con Béjar, el colectivo era obra de la Marina de Guerra peruana y de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). “El jefe de Estado aceptó la renuncia” de Béjar, comunicó la Presidencia en ese entonces.

Al cumplirse un mes de Castillo en el poder, el 28 de agosto, la Policía allanó las oficinas del partido oficialista Perú Libre, como seguimiento a la investigación por el financiamiento de la campaña electoral. Los allanamientos incluyeron también siete inmuebles; entre ellos, la casa del cuestionado jefe del partido, Cerrón.

Octubre del 2021

Pese a que en setiembre todo parecía marchar mejor para Castillo, la “bomba” estaba a punto de estallar. El 6 de octubre del 2021 Castillo anunció la renuncia de su primer ministro, Bellido, lo que implicó la salida de todo el gabinete ministerial, según las leyes de Perú.

“Informo al país que el día de hoy hemos aceptado la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido Ugarte, a quien le agradezco por sus servicios prestados”, dijo Castillo durante una breve alocución sorpresa de unos tres minutos transmitida por la televisora estatal.

Posteriormente, el mandatario renovó a su gabinete con una jefa ambientalista y activista de los derechos humanos: Mirtha Vásquez. Además de Vásquez, oriunda de Cajamarca como Castillo, el presidente juramentó a los otros 18 ministros integrantes del nuevo gabinete.

Ese mismo mes, pese a la prohibición de aglomeraciones por la pandemia, el Palacio de Gobierno fue escenario de una fiesta infantil por el cumpleaños de la hija de Castillo.

Noviembre del 2021

Castillo puso a la venta el avión presidencial de Perú como medida de austeridad y anunció que destinaría el dinero para salud y educación, sectores fuertemente golpeados por la pandemia de covid-19. El mandatario anunció además, que ordenará “que ningún funcionario viaje vía aérea en primera clase” para acabar con los “privilegios de muchos funcionarios públicos”.

También en noviembre, agentes del Ministerio Público de Perú encontraron $20.000 en el Palacio de Gobierno. El dinero, en efectivo, fue encontrado en un baño de las oficias de Bruno Pacheco, el entonces secretario general de gobierno.

Investigado por tráfico de influencias, Pacheco aseguró que el dinero era legal y parte de sus ahorros; sin embargo, ese mismo día renunció a su cargo y indicó en Twitter que lo hacía para evitar dañar al presidente.

Diciembre del 2021

El Comercio da a conocer unas conversaciones de WhatsApp que sostuvo Castillo con el excomandante general del Éjercito, José Vizcarra. En la conversación, Castillo asegura tener intención de ascender al comandante del Éjercito, Víctor Hugo Torres, de manera poco clara.

Además, Castillo pidió que el tema fuera tratado directamente con Pacheco, que en ese momento ocupaba su cargo como secretario general de gobierno. De acuerdo con el mismo medio, Castillo llamó al celular de Vizcarra. “¿Qué novedades, mi estimado general?”, le preguntó el mandatario. “Estamos realizando el proceso de ascensos a oficiales desde capitán a coronel superior”, respondió el general.

El exministro de Defensa, Walter Ayala, también intercedió por el ascenso de varios oficiales y de subalternos que integraban su escolta.

El “fantasma de la destitución” empieza a rondar nuevamente en Perú, que anteriormente llegó a tener tres mandatarios en apenas cinco días. Pese a que Castillo se libró de este primer intento de destitución, en los últimos días del 2021, el mandatario fue interrogado por la Fiscalía por el caso del ascenso a los militares.

Enero del 2022

Sucedió la famosa entrevista del mandatario con el periodista de CNN,Fernando del Rincón, quien puso verdaderamente en aprietos al mandatario peruano, al realizarle preguntas que no fue capaz de responder. Incluso, Castillo aseguró que está en la presidencia de Perú “para aprender”.

Ese mismo mes, Castillo alcanzó el 60% de desaprobación. El rechazo al presidente se registró con mayores números en Lima (79%) que en el resto del país (49%).

Casi cuatro meses después de ser designada, renunció Mirtha Vásquez, ocasionando, nuevamente, la salida de todo el gabinete. “Como siempre he anunciado en mis intervenciones, el gabinete está en constante evaluación. Por tal motivo, he decidido renovarlo y conformar un nuevo equipo. Agradezco el apoyo de Mirtha Vásquez y ministros de Estado. Seguiremos por el camino del desarrollo por el bien del país”, escribió Castillo en Twitter tras confirmar la salida de Vásquez.

Castillo nombró como nuevo jefe de gabinete a Héctor Valer Pinto.

Febrero del 2022

El partido de Renovación Popular anunció que promovería una nueva moción para destituir a Castillo, convirtiéndose en el segundo intento durante los seis meses de poder.

El 4 de febrero, solo tres días después de su nombramiento, Valer deja su cargo como primer ministro. “He tomado la decisión de recomponer el gabinete ministerial”, declaró Castillo en un breve mensaje al país por televisión, sin mencionar a Valer, quien estaba cuestionado por la oposición -e incluso por algunos ministros- tras la revelación de que fue denunciado por supuesta violencia doméstica en el 2016.

El 9 de febrero, Castillo juramentó al nuevo primer ministro, Aníbal Torres, y a su cuatro gabinete ministrerial.

Castillo alcanzó el 69% de desaprobació y acusó a la Fiscalía de participar en un “complot” para desestabilizar a su gobierno.

Marzo del 2022

El Congreso de Perú aceptó debatir la moción de destitución del partido Renovación Popular. El presidente Pedro Castillo debe dar explicaciones inmediatas al país por sus reiteradas inconductas”, dijo el legislador ultraconservador Jorge Montoya, un almirante retirado, al fundamentar la moción. “El propio señor Castillo ha reconocido públicamente que no se encuentra preparado para el cargo”, agregó en esa ocasión.

Finalmente, el mandatario “se salvó” de ser destituido porque la moción no alcanzó los votos necesarios (se requerían 87 votos para ser aprobada y solo se lograron 55). “No ha sido aprobada la resolución de declarar la vacancia de la presidencia de la república”, declaró la jefa del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, tras la votación efectuada.

Abril del 2022

El 7 de abril asumió como titular del Ministerio de Salud, Jorge Antonio López Peña, convirtiéndose en el octavo ministro de Salud durante la pandemia. El galeno reemplazó a Hernán Condori, quien enfrentaba cuestionamientos desde que fue designado por el presidente izquierdista Pedro Castillo el 8 de febrero.

Ese mismo mes, el Congreso aprobó una nueva moción no vinculante que exhorta a renunciar al presidente. La moción, meramente simbólica, fue votada 10 días después de que los opositores radicales del Congreso fracasaran en su intento de destituir a Castillo en un juicio político relámpago, al conseguir solo 55 votos de los 87 necesarios.

La moción aprobada es meramente una exhortación a renunciar, una tendencia de la mayoría parlamentaria. “Esto quiere decir que el documento no es vinculante, y por lo tanto, no obliga al mandatario a renunciar. Es un gesto político sin efecto real”, destacó el portal del diario limeño La República.

Ese mismo mes, Karim López, empresaria y lobbista, aseguró que el presidente lidera una organización criminal, donde participan sus sobrinos y fugitivos de la justicia. Además, López aseveró que el gobierno de Castillo protege al prófugo Pacheco con la intención de que el exsecretario general no hable sobre los presuntos negociados irregulares que se hicieron en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Mayo del 2022

La Fiscalía inició una investigación contra Castillo por el supuesto delito de plagio en su tesis de maestría. “El Ministerio Público inició investigación de oficio contra el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, y su esposa Lilia Paredes, por el presunto delito de Plagio Agravado, Falsedad Genérica y Cobro Indebido en agravio del Estado”, dijo la entidad en su cuenta de Twitter. Por su parte, el mandatario negó las acusaciones.

A 284 días desde que llegó al poder, Castillo acumuló 122 funcionarios cuestionados. Según los informes de orientación de oficio de los órganos de control institucional (OCI), 15 funcionarios que siguen en funciones no acreditaron la experiencia suficiente y otros seis no presentan experiencia alguna en los rubros que ocupan.

La primera dama de Perú, compareció ante la Fiscalía, que la citó como testigo, para la investigación de un caso de presunta corrupción que salpicaba a su esposo. Paredes fue citada para declarar ante la fiscal Luz Taquire sobre los dichos de la empresaria Karim López. Durante el interrogatorio, se acogió a su derecho a guardar silencio apelando a sus vínculos directos con el mandatario, aseguró el diario El Comercio en su edición digital.

Ese mismo mes, la Fiscalía anunció que se ampliaba la investigación por tráfico de influencias en contra del presidente. “El fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, dispuso ampliar la investigación preliminar contra el presidente, Pedro Castillo, por la presunta comisión de los delitos de organización criminal, tráfico de influencias agravado y colusión agravada”, indicó en Twitter la Fiscalía.

Junio del 2022

La Fiscalía citó al mandatario para que compareciera por la investigación relacionada al tráfico de influencias. También en Junio renunció el ministro de cultura, Javier Arce, luego de revelarse que estuvo en la cárcel.

El mandatario acudió a la citación de la Fiscalía junto con sus asesores y poco más de 30 escoltas y policías.

La Junta de Fiscales Supremos del Ministerio Público eligió el 20 de junio a la procuradora Patricia Benavides en el cargo de fiscala general de Perú, convirtiéndose así en la encargada de dirigir la flamante investigación en contra del presidente Castillo por presunta corrupción.

Siete días más tarde, Castillo rechaza recibir a la comisión del Congreso que lo investiga y la comisión recomienda acusar de presunta corrupción al mandatario. Asimismo, el partido oficialista Perú Libre, solicitó la salida de Castillo.

Julio del 2022

El 5 de julio el congreso de Perú citó a la esposa y a la cuñada del mandatario, quienes estarían implicadas en la organización criminal liderada por Castillo, la cual presuntamente ofrecía obras públicas.

Lilia Paredes, la primera dama, se abstuvo de responder las preguntas de los legisladores. “Por recomendación de mi abogado me abstengo a declarar”, contestó Paredes ante cada pregunta de los miembros de la Comisión de Fiscalización del Congreso, dominada por la oposición derechista.

Días más tarde, el Congreso aprobó la recomendación de acusación por corrupción contra Castillo. El texto fue aprobado por 72 parlamentarios a favor, 40 en contra, y cero abstenciones. Según el documento, de 360 páginas, Castillo “direccionaba” con un grupo de colaboradores de su entorno inmediato la concesión de contratos de obras públicas, y la aprobación de controvertidos ascensos militares.

El renunciante ministro de Interior, Mariano Gonzáles, instó al Congreso a separar del cargo al mandatario porque “encubre la corrupción y a miembros de su entorno prófugos de la justicia”.

Ese mismo mes, la Fiscalía abrió una nueva investigación por presuntos delitos contra la administración de justicia y de encubrimiento personal en contra del presidente, convirtiéndose en la cuarta del año.

Esta causa se sumó a las otras tres: por presunto tráfico de influencias en un expediente de ascensos militares; otra por supuesta corrupción y colusión agravada en un proyecto de obra pública y, finalmente, por el delito de plagio en su tesis universitaria.

Tras 103 días prófugo de la justicia, el exsecretario de la presidencia de Perú, Pacheco, se entregó a la justicia. El presidente peruano consideró “satisfactorio” que quién fuera su mano derecha se haya puesto a disposición de la justicia.

Castillo cumplió su primer año en el poder, cercado por la justicia y “con el agua hasta el cuello”. El mandatario defendió su gestión y aseguró que las investigaciones en su contra son una campaña mediática para destituirlo.

Agosto del 2022

El primer ministro, Aníbal Torres, renunció, transformándose en el cuarto jefe de gabinete en dejar el cargo en medio de las polémicas que envuelven al mandatario peruano.

Durante una de las citaciones ante la Fiscalía, Castillo acudió a defenderse de los casos de presunta corrupción por los que es investigado; sin embargo, ejerció su derecho de guardar silencio.

El Congreso le negó el permiso a Castillo para asistir a la toma de poderes del presidente de Colombia, Gustavo Petro y en su lugar asistió la vicepresidenta Dina Boluarte.

La Justicia de Perú allanó la casa de Castillo en busca de su cuñada, quien estaba cada vez más en la mira de la Fiscalía por su participación en la organización criminal presuntamente liderada por el mandatario. Luego de tres allanamientos, en el Palacio de Gobierno y la vivienda de la familia presidencial, Yenifer Paredes se entregó a las autoridades.

El 11 de agosto las investigaciones en contra del presidente aumentan a seis. La última acusación corresponde al delito contra la tranquilidad pública en la modalidad de organización criminal.

El Poder Judicial de Perú admitió el trámite de la demanda de hábeas corpus que presentó el mandatario contra el fiscal Hans Aguirre, del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder y el jefe del Equipo Especial de la Policía Nacional (PNP) Harvey Colchado, por su intervención al Palacio de Gobierno para la captura de Yenifer.

Posteriormente la Fiscalía pidió 36 meses de impedimento de salida en contra de la primera dama y 36 meses de prisión preventiva para Yenifer. El Ministerio Público también pidió 36 meses de prisión preventiva para el alcalde de Anguía, José Nenil Medina, quien aparentemente fungía como “cajero” de la organización criminal.

Con datos de la AFP y El Comercio de Perú.