Inundaciones en Pakistán impulsan debate sobre compensaciones por cambio climático

Países afectados por fenómenos climáticos consideran que los países ricos y más contaminantes deberían dar compensaciones monetarias a los más pobres y afectados

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Islamabad. Las devastadoras inundaciones sufridas por Pakistán reactivaron la polémica sobre la ayuda que los países ricos y más contaminantes deberían dar a los más pobres y afectados por el cambio climático, a pocas semanas de la conferencia mundial sobre el clima.

“El sur de Asia es uno de los focos calientes de la crisis climática mundial. Las personas que viven en esos lugares tienen quince veces más posibilidades de morir por impactos climáticos”, dijo el martes el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, quien pidió donaciones por $160 millones para acudir en ayuda de los cinco millones de damnificados por las crecidas en Pakistán.

Un estudio reciente indicó que la probabilidad de monzones de gran intensidad en el subcontinente indio se multiplicará por seis a fines del siglo XXI, incluso si se reduce la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global.

“No se trata de un accidente. La ciencia muestra que habrá un aumento de la frecuencia y de los impactos de esos desastres y debemos prepararnos”, subrayó Abel Munir, embajador de Pakistán en Corea del Sur y presidente en ejercicio del G77+China, el principal grupo de países emergentes y pobres en las negociaciones sobre el clima.

Esos países emiten muy pocos gases de efecto invernadero, pero están entre los más expuestos al cambio climático. Por ello, el grupo reclama desde hace años, aunque sin resultados hasta ahora, mecanismos financieros de compensación por los “daños y perjuicios” que sufren. Esperan poner ese tema sobre el tapete de las negociaciones sobre el clima de la COP 27, que se realizará en noviembre en Egipto.

“Mantendremos la presión moral. Pero me parece que también hace falta mucha presión política y moral desde el interior de esos países”, dijo Munir.

Pakistán contribuyó en menos de un 0,5% a la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero desde la revolución industrial, dijo a la AFP Kristina Dahl, persona a cargo de temas climáticos en la organización no gubernamental Union of Concerned Scientists, con sede en Estados Unidos.

El país norteamericano, uno de los principales adversarios de las compensaciones puntuales por “daños y perjuicios” climáticos, es responsable del 25% de las emisiones emitidas en los últimos dos siglos.

"La comprensión de las causas de desastres como las inundaciones en Pakistán constituye un paso importante en la responsabilización de los países ricos por los cambios [climáticos] que provocaron en todo el mundo", señala Dahl.

Los países desarrollados preferirían mecanismos globales de compensación, y no específicos, para evitar ser encausados jurídicamente. Pero los más afectados por los desastres aducen que las promesas de financiación hechas por las naciones industrializadas --$100.000 millones anuales-- nunca se han concretado, sin que eso les impidiera gastar miles de millones para sostener a sus propias economías durante la pandemia de coronavirus.

El tema dio lugar a controversias en la última COP de Glasgow, que desembocaron en la decisión de crear un marco de “diálogo” antes de 2024. Pero ante la multiplicación de las catástrofes, muchos países quieren acelerar el paso.

Antes de las inundaciones, Pakistán enfrentó en marzo una canícula con temperaturas de hasta 50ºC, que ocasionó pérdidas considerables en las cosechas y la ganadería. La ola de calor aceleró el derretimiento de glaciares del Himalaya, un fenómeno que contribuyó al desbordamiento de los ríos y agravó las inundaciones.

En un encadenamiento infernal, las inundaciones volvieron a golpear la producción agropecuaria, arrastrando a unas 800.000 cabezas de ganado, expuso Munir. Las crecidas destruyeron también unos 200 puentes y 3.500 km de carreteras y terminaron de hundir al país en una grave crisis económica y humanitaria.

El gobierno paquistaní estima el costo de la reconstrucción en $10.000 millones, pero hasta ahora, la única respuesta internacional fue el pedido de ayuda urgente de la ONU.

“La ayuda humanitaria posterior a un desastre puede ser útil, pero los países en desarrollo tienen que disponer de recursos consecuentes a largo plazo para enfrentar los crecientes impactos del cambio climático”, afirmó Kristina Dahl.

“Está bien establecido que todo esto es consecuencia del cambio climático”, dijo Munir, para quien la financiación para paliar esos efectos “debe venir de algún lado”. “Y sabemos muy bien dónde está ese lado”, remarcó