Países europeos del Mediterráneo podrían sancionar a Turquía si no negocia

Francia encabeza grupo que presiona a Ankara por sus exploraciones en busca de gas en esas aguas

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Córcega, Francia. Los países mediterráneos de la Unión Europea (Med7) declararon el jueves que apoyaban la idea de sanciones económicas adicionales contra Turquía si dicho país persiste en sus acciones unilaterales en el Mediterráneo oriental, donde sigue la tensión con Grecia.

“Si Turquía no progresa en la vía del diálogo y no pone fin a sus actividades unilaterales, la UE está dispuesta a elaborar una lista de medidas restrictivas suplementarias que podrían ser evocadas durante el Consejo Europeo de los días 24 y 25 de setiembre de 2020”, indicó la declaración final de la cumbre del Med7.

El presidente francés, Emmanuel Macron, quien auspició la cumbre en la isla de Córcega, había instado a Europa a mostrar un frente unido ante la conducta “inaceptable” de Turquía.

“Nuestro Mediterráneo es actualmente el escenario de conflictos que duran, en Siria, en Libia (...) El juego hegemónico de potencias históricas que quieren desestabilizar toda la región, y el papel de Rusia como el Turquía, nos preocupan”, dijo al término de la cumbre.

El Ministerio de Relaciones Exteriores turco tachó, antes del fin de la reunión, los comentarios de Macron como “arrogantes” y lo acusó de “poner en peligro” los intereses de Europa.

Francia ha apoyado firmemente a Grecia y Chipre en un enfrentamiento creciente con Turquía por los recursos energéticos y la influencia naval en el Mediterráneo oriental que ha despertado el temor de un conflicto más grave.

La crisis se ha sumado a una lista creciente de tensiones entre Turquía y Europa, en particular por la intervención militar de Ankara en Libia, la política en Siria y la represión de los opositores al presidente Recep Tayyip Erdogan en su país.

La cumbre del Med7 reunió a los presidentes o jefes de Gobierno de Francia, España, Italia, Malta, Portugal, Grecia y Chipre.

El propósito de este foro es reconstruir “una paz mediterránea; es decir, un área de circulación de culturas, conocimiento (...) y no un área de conflicto o miseria”, manifestó el miércoles Macron.

Turquía ha buscado unirse a la Unión Europea (UE) durante más de medio siglo y aunque su adhesión se encuentra estancada y para algunos ya no es realista, sigue siendo un candidato a integrarse al bloque.

La búsqueda de reservas de gas y petróleo en aguas reivindicadas por Grecia, el último conflicto entre Turquía y un miembro de la Alianza Atlántica, ha tensado aún más las relaciones.

El mes pasado, Turquía desplegó su buque de exploración Oruc Reis, respaldado por fragatas militares, en aguas entre Grecia y Chipre, lo que llevó a Atenas a responder con ejercicios navales como advertencia.

Entre las medidas de presión contra Ankara, según los medios griegos, estaría sobre la mesa una posible venta por parte de Francia de aviones de combate Rafale, una señal de la cada vez más fuerte alianza entre París y Atenas.

El EuroMed 7 nació en el contexto de la crisis económica en Grecia que había causado tensiones entre los miembros del sur de la UE y sus homólogos más frugales del norte.