Médico de EE. UU. con ébola se está recuperando

Hospital de Atlanta asegura que no hay ningún riesgo de que se propague el virus

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Washington. AFP y AP. Un médico estadounidense infectado con el virus del Ébola “parece estar mejorando”, dijo una alta autoridad de Salud estadounidense este domingo, después que el profesional fuera repatriado a Estados Unidos desde África para ser tratado.

Kent Brantly, uno de los dos trabajadores de la salud estadounidenses infectados con el mortífero virus, llegó el sábado a una base aérea en el estado de Georgia.

Vestido con un traje blanco, se vio cómo Brantly caminaba con un andar cauteloso hacia el hospital universitario de Atlanta, que cuenta con una unidad aislada para tratar a los pacientes con enfermedades altamente infecciosas.

“Es alentador ver que parece estar mejorando. Eso es muy importante y esperamos que siga mejorando”, dijo Tom Frieden, director del Centro de Control y Prevención de las Enfermedades, con sede en Atlanta. “Pero el ébola es una enfermedad que asusta por lo mortífera que es”, añadió en declaraciones al programa Face the Nation , de la televisora CBS.

Más de 700 personas murieron en África occidental en este último brote de ébola . Desde su aparición en 1976, este virus mató a las dos terceras partes de los infectados.

“De hecho, hemos detenido todos los brotes anteriores, y confío en que lograremos detener este”, aseguró el experto.

“Pero va a ser difícil porque se expandió a varios países y existe un riesgo de propagación futura en África”, advirtió.

La esposa de Brantly, Amber, pidió oraciones por su marido y por quienes luchan contra el mortal virus en Liberia.

“Hablé con él; está contento de estar de regreso en Estados Unidos”, dijo en un comunicado.

Se espera que la enfermera Nancy Writebol, la otra contagiada estadounidense, sea repatriada a Estados Unidos en los próximos días, siguiendo los procedimientos con los que fue transportado Brantly.

Especialización. La unidad de aislamiento para enfermedades infecciosas en el hospital de Emory, que se creó hace 12 años para atender a médicos que enfermaran en los centros de Control y Prevención de Enfermedades, es una de las cuatro que existen en el país equipadas con todo lo necesario para hacer exámenes y atender a personas expuestas a virus muy peligrosos.

En 2005, el lugar atendió a pacientes con síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), que, a diferencia del ébola, puede propagarse como la gripe cuando una persona infectada tose o estornuda.

De hecho, la naturaleza del ébola, que se propaga por contacto con fluidos corporales y con la sangre, significa que cualquier hospital moderno que aplique medidas ordinarias y rigurosas para el control de infecciones, tiene capacidad para atender los casos.

Sin embargo, Emory descarta toda probabilidad de peligro .

“Nada sale de esta unidad hasta que no sea infecciosa”, dijo el médico Bruce Ribner, quien atenderá a los pacientes.

“El punto es que tenemos una cantidad extraordinaria de seguridad asociada con el cuidado de este paciente. Y no creemos que algún empleado de salud, algún paciente o algún visitante en nuestra instalación esté expuesto a infectarse”, agregó el médico.

Brantly y Writebol trabajaban para Samaritan’s Purse en el hospital en Liberia, en el que el grupo estadounidense humanitario atiende a pacientes con ébola.

No hay cura probada contra el virus, el cual causa la muerte , según cálculos, a entre 60 y 80% de las personas infectadas.

El virus causa al infectado fiebre hemorrágica, dolores de cabeza y debilidad y un agravamiento vómito, diarrea y problemas de riñón e hígado. Algunos pacientes sangran interna y externamente.

El ébola es considerado una de enfermedades más letales del mundo. El actual brote en Liberia, Guinea y Sierra Leona ha enfermado a 1.300 personas y matado a más de 700 este año.