Ingenieros rusos analizan radiación en central nuclear ucraniana atacada por Putin

Los reactores de la planta nuclear más grande de Europa no parecen estar dañados, a pesar de que el 3 de marzo se declaró un incendio causado por el ataque de fuerzas rusas

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Zaporiyia. Autoridades ucranianas informaron de que ingenieros rusos llegaron el viernes para medir la radiación en la planta nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, la más grande de Europa, cuya toma por parte de fuerzas rusas alarmó a la comunidad internacional. La agencia nuclear ucraniana, Energoatom, precisó que los expertos enviados por el Gobierno de Vladimir Putin pertenecen a la compañía rusa de energía nuclear, Rosatom.

Los ingenieros rusos explicaron al personal ucraniano que estaban allí para “evaluar el nivel de radiación” y “ayudar en la reparación de la planta”, que fue bombardeada el 4 de marzo, reportó Energoatom. Los reactores de la planta no parecen estar dañados, a pesar de que se declaró un incendio en el sitio durante el ataque de las fuerzas rusas.

Energoatom declaró que los rusos fueron a Zaporiyia porque el personal ucraniano se negaba a colaborar con Rusia. También añadió que uno de los enviados rusos se presentó como el nuevo administrador civil y militar de la zona, y declaró que la planta pasaba a ser territorio ruso, gestionada por Rosatom.

Este sábado, la agencia de noticias RIA informó de que las plantas de energía nuclear ucranianas en Chernóbil y Zaporizhzhia están siendo operadas y administradas por su personal de Ucrania, pese a que ambas permanecen bajo el control de las fuerzas de Rusia.

En una declaración oficial, Rosatom dijo que con la ayuda de especialistas rusos se estaba restaurando un suministro de energía externo a la desaparecida planta de Chernóbil, lugar del peor accidente nuclear del mundo en 1986. También afirmó que se están realizando actividades para garantizar la seguridad en las plantas en coordinación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Zaporiyia, abierta en 1985, cuenta con seis reactores y produce cerca de una quinta parte de la energía de Ucrania. La planta tiene capacidad para alimentar cuatro millones de hogares. El 3 de marzo, en el momento del ataque, el embajador ruso en las Naciones Unidas negó que su país hubiera bombardeado la planta nuclear.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski acusó a Moscú de recurrir al “terror nuclear” y de querer “repetir” la catástrofe de Chernóbil con el ataque a la central.

“Alertamos a todo el mundo sobre el hecho de que ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares. Hemos sobrevivido a una noche que pudo poner fin a la Historia. La historia de Ucrania. La historia de Europa”, manifestó Zelenski en un video publicado por la presidencia ucraniana.

“Ucrania cuenta con 15 reactores nucleares. Si hay una explosión, es el fin de todo. El fin de Europa. Es la evacuación de Europa”, añadió. “Solo una acción europea inmediata puede frenar a las tropas rusas. Hay que impedir que Europa no muera de un desastre nuclear”, insistió el presidente ucraniano.