Uagadugú. EFE. El Ejército de Burkina Faso terminó ayer con la confusión en torno al liderazgo del periodo de transición abierto tras la marcha, el viernes, del jefe de Estado, Blaise Compaoré, al designar como presidente al teniente coronel Yacouba Isaac Zida.
La elección de Zida, hasta ahora número dos de la guardia presidencial, como líder de la transición, se produjo tras una reunión de altos mandos del Ejército celebrada en la mañana en la capital, Uagadugú, escenario de las masivas protestas que lograron desalojar del poder a Compaoré , tras 27 años.
El encuentro tuvo lugar, precisamente, en la sede de la Jefatura del Estado Mayor, cuyo titular, Honoré Nabere Traoré, se había autoproclamado anteayer líder de la transición después de la huida de Compaoré hacia Costa de Marfil, donde se exilió.
A primera hora del sábado, Zida desmintió este anuncio y aseguró que sería él mismo quien asumiría la presidencia, lo que sumió en una situación de total confusión al país, cuyas calles comenzaban a recuperar la calma tras haber ardido durante toda la semana en multitudinarias protestas y altercados.
Las divisiones en el seno del Ejército fueron zanjadas, finalmente, con un comunicado suscrito por el propio Traoré, en el que el jefe del Estado Mayor reconoció haber sido víctima de una “confusión” al haber asumido el poder.
Conductor de la transición. “La alta jerarquía del Ejército, tras conversaciones con el jefe del Estado Mayor, informa a la opinión pública nacional e internacional de que el teniente coronel Isaac Zida ha sido elegido, de forma unánime, para dirigir el periodo de transición”, dijo la declaración.
Según el comunicado, “la forma y duración” de este periodo de transición serán determinados posteriormente en concertación con “todos los integrantes de la nación”.
Los militares remarcaron la “unión” y “cohesión” en su seno, y deploraron la pérdida de vidas humanas para la que todavía no se han dado cifras oficiales, aunque según medios locales habrían sido por lo menos 30.
El principal hospital de Uagadugú, el Yalgado Ouedraogo, admitió a 90 pacientes con heridas de bala o provocadas por las estampidas durante las manifestaciones de anteayer, puntualizó su director, Robert Sangare.
Forzado por las masivas protestas ciudadanas que han exigido durante toda la semana que no prolongara su mandato, al que accedió en 1987 tras un golpe de Estado, Comparé dimitió para permitir la organización de elecciones.
La presidencia de Costa de Marfil confirmó ayer que Compaoré se refugió, desde el viernes, en Yamusukro, capital política del país.
Desde el exilio, Compaoré manifestó en un comunicado que aceptaba ser “el chivo expiatorio” que el pueblo burkinés necesita para seguir unido y afirmó haber perdonado a quienes lo “traicionaron”.
Las calles de Uagadugú y otras ciudades estaban ayer en calma y se inició una campaña de limpieza y salubridad con participación de un gran [[BEGIN:INLINEREF LNCIMA20141101_0065]]número de ciudadanos[[END:INLINEREF]].
No en vano, el incendio del Parlamento, ataques a las residencias de numerosos cargos públicos y saqueos en muchos comercios han dejado Uagadugú en un estado de posbélico.
Las protestas contra el presidente de Burkina Faso arrancaron el miércoles, cuando miles de personas se manifestaron en la capital al grito de “27 años es suficiente”, en alusión al tiempo que llevaba en el poder Compaoré, quien quería prolongar su mandato con una enmienda constitucional.
Desde su independencia en 1960 hasta la llegada de Compaoré a la presidencia en 1987, la historia de Burkina Faso, antes conocido como Alto Volta, se ha caracterizado por una sucesión de golpes de Estado.