Gasto en remuneraciones y en transferencias del Gobierno bajó en el primer semestre del 2019

Cifras fiscales a junio muestran que las erogaciones por intereses se mantienen al alza y los ingresos crecen poco al excluir amnistía tributaria, debido a la desaceleración económica

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El resultado de ingresos y gastos del Gobierno Central, en el primer semestre, trae noticias positivas y negativas en términos del avance de Costa Rica hacia la estabilidad fiscal, según los datos que publicó, este 11 de julio, el Ministerio de Hacienda.

Por un lado, hay una reducción en el gasto de remuneraciones y transferencias que ayudan a bajar el gasto primario (excluidos los intereses) del Gobierno, pero por otro, la desaceleración económica está minando la recaudación de impuestos y el pago de intereses por la deuda sigue al alza.

En el caso del gasto en remuneraciones como porcentaje de la producción bajó de 3,37%, en el primer semestre del 2018, a 3,22% en el primer semestre del 2019. Esto es fruto de que en el presupuesto del 2019 se incluyeron aumentos de salarios por un monto fijo, explicó la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar.

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Por su parte, el gasto de transferencias (son traslados de dinero que debe hacer el Gobierno a otras entidades) bajó de 3,74% de la producción a 3,62%.

No obstante los gastos por intereses continúan al alza debido al crecimiento de la deuda y las tasas de interés pagadas, y pasó de representar 1,73% de la producción, a 1,89% en el periodo citado.

“Los esfuerzos van en sentido correcto, porque procede controlar gasto corriente. Eso sí, hay que asegurarse que se trata de reducción y no de posposición de erogaciones", opinó el exministro de Hacienda, Thelmo Vargas.

Del lado del ingreso, los ingresos por impuestos crecen poco, cerca del 1% en el primer semestre del 2019 respecto al primer semestre del 2018; no obstante, los ingresos de la amnistía tributaria compensaron la situación y el ingreso total del Gobierno se mantuvo igual en el primer semestre del 2019, respecto al primer semestre del 2018, en 6,75% de la producción.

Vargas advirtió que el efecto de la aministía podría ser pasajero y llamó la atención en que el Banco Central anunció que posiblemente rebaje su proyección de crecimiento económico para el 2019.

“De ser así, este esfuerzo de Hacienda podría quedar anulado. Además, hay que tener presente que el aumento en la carga tributaria a partir de este mes tiene efectos recesivos en el corto plazo, por lo que el Gobierno debe adoptar un programa de reactivación económica que prometa frutos casi inmediatos”, expresó Vargas.

Aguilar reconoció que la desaceleración económica amenaza los resultados que se esperaban tener en el segundo semestre en la recaudación de impuestos.

Un paso importante

Con estos resultados, el Gobierno logra bajar el déficit primario en el primer semestre, que es el ingreso total menos los gastos excluidos los intereses, de 1,14% de la producción a 1,11%.

Esta es una buena noticia para avanzar en la estabilización del crecimiento de la deuda pública.

Si el Gobierno continuara por esta vía y lograra transformar el déficit primario en un superávit, de manera que los ingresos superen los gastos sin intereses, el remanente puede utilizarse para pagar intereses y con ello evitar nuevas deudas en el futuro y frenar así el crecimiento que presenta la deuda pública.

El también exministro de Hacienda, Francisco de Paula Gutiérrez, explicó que el resultado primario refleja mejor la situación del año, porque los intereses son consecuencia del pasado. Añadió que si todavía hay déficit primario, entonces todavía falta camino para alcanzar el equilibrio, pues el Gobierno requiere endeudarse para cubrir esa diferencia y además, para pagar los intereses.

Lo que todavía no se logra reducir es el déficit financiero (exceso de gastos totales, incluidos los intereses) sobre los ingresos totales, precisamente porque el gasto en intereses sigue al alza. Dicho déficit terminó el primer semestre en 2,99% de la producción, mayor al 2,86% del resultado del primer semestre del 2018.

“Las cifras al cierre de junio del 2019 son una muestra más de nuestro compromiso por mantener una ruta hacia la sostenibilidad fiscal. Mientras que la amnistía tributaria ha sido una herramienta que nos ha dotado de recursos frescos para enfrentar nuestras obligaciones, la contención del gasto ha sido vital para disminuir nuestras necesidades de financiamiento”, manifestó Aguilar.