La reapertura de tiendas y centros comerciales en la Gran Área Metropolitana (GAM) motivó una mayor circulación de consumidores: usuarios de redes sociales y voceros de comercios reportaron resultados mixtos de afluencia que van desde filas de ingreso hasta visitación moderada.
Esta habilitación para operar va del 1° al 9 de agosto y se dio luego de un periodo de medidas sanitarias restrictivas o de “martillo” en junio y julio, con las cuales la zona central del país retrocedió en el proceso de reapertura: ahora la operación comercial alternará entre franjas controladas y cierres totales para los cantones con alerta naranja.
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La interrupción del 10 al 21 de agosto coincidirá con la tercera fecha en importancia para los ingresos del comercio detallista en Costa Rica: las compras para el Día de la Madre. Las otras dos actividades por importancia comercial son Viernes Negro y Navidad.
Por otro lado, las zonas de playa del Pacífico central reportaron afluencia importante de turistas por segundo fin de semana consecutivo, gracias a la extensión en el horario de apertura. En Puntarenas, la iniciativa Jale al Puerto lanzó una campaña para atraer turistas nacionales, con una serie de actividades programadas durante los días permitidos.
La comunicación de esta campaña está disponible en redes sociales e incluye protocolos y medidas preventivas.
En la zona de Jacó se registraron centenares de visitantes, y fue evidente la presencia de pequeños grupos familiares.
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Filas y retos
Algunas cadenas de tiendas, como Pequeño Mundo y Mundo Mágico, registraron filas de ingreso a lo largo del día, ligadas a los controles para mantener el aforo en un 50%.
Pequeño Mundo fue tendencia en Twitter para Costa Rica durante la mañana del sábado, y en esta y otras redes sociales los consumidores reportaron largos tiempos de espera para ingresar también a otros comercios, como cadenas de ferretería y de artículos de oficina.
En el caso de los centros comerciales, la visitación es variada. Julieta Bonilla, gerente general de Multicentro Desamparados y vocera del Grupo de Centro Comerciales (CECO) explicó que los 10 puntos comenzaron los controles a las 6 a.m., con el ingreso de trabajadores, y ninguno alcanzó el 50% permitido.
“Se ha visto baja visitación, pero sumamente ordenada; la gente llega a hacer lo que tiene que hacer. No se cumplió el temor de las autoridades de que se quedaran a mallear. Tuvimos una reunión con doña Victoria (Hernández, ministra de Economía) donde ella nos planteó el reto de mantener el aforo y los protocolos y nuestro compromiso es total con el país, para resolver la pandemia económica que va a la par de la de salud”, afirmó Bonilla.
Gustavo Sáenz, gerente general de Paseo de las Flores, dijo que las medidas restrictivas impiden el desarrollo de estrategias de reactivación, pues la premura con la que se anuncian los cierres crea incertidumbre. El ejecutivo calificó las medidas como “incomprensibles e inaceptables”.
José Amaiz, gerente general de Terramall, enfatizó en que la tarea de la administración de estas superficies es comunicar seguridad a los consumidores, pues la organización de activaciones e iniciativas similares para atraer compradores está inhabilitada.
“La idea es motivar a la gente para que se sienta segura, visite los comercios y regrese a sus casas. No debemos promover las aglomeraciones, pero sí es necesario informar que pueden venir a Terramall con seguridad, porque tomamos todas las medidas necesarias”, enfatizó Amaiz.
En el caso de las dos sedes de Multiplaza, usuarios reportaron que la disponibilidad de espacios de parqueo era reducida. Los centros comerciales implementaron tecnología sin contacto para el uso de los estacionamientos.
Los centros comerciales están habilitados para recibir público de 9 a.m. a 5 p.m.; posterior a esa hora, seguirán operando los negocios de entrega a domicilio o servicios esenciales, en los lugares donde esto esté permitido.
El sector detallista de la Gran Área Metropolitana ha manifestado su descontento hacia las medidas de las autoridades. Julio Castilla, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, afirmó que las medidas anunciadas para agosto muestran “una desconexión con la realidad empresarial” por parte de las autoridades.
En un video publicado en la página de Facebook de la Cámara, Castilla cuestionó la decisión sanitaria y enfatizó en el impacto negativo que tendrá sobre el sector comercial.
“No es posible que abramos un negocio 10 días, lo cerremos 12 días y lo volvamos a abrir 10 días. Eso es no entender la logística que conlleva a la apertura y cierre”, lamentó Castilla.