Innovadoras empresas ticas logran financiamiento para nacer, pero luego se ven limitadas para crecer

Un estudio aplicado a seis empresas, por el Programa Estado de la Nación, mostró que la mayoría de ellas obtuvo fondeo para nacer, incluso hasta $1 millón; pero cuando quisieron crecer toparon con dificultades

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Un estudio de seis emprendimientos innovadores costarricenses, realizado para la plataforma tecnológica Hipatia, del Programa Estado de la Nación, mostró que en cinco de los seis casos el levantamiento de capital inicial no fue un reto crítico en sus primeras etapas de evolución; no obstante, cuando les llegó la hora de crecer y escalar internacionalmente, tuvieron dificultades para obtener más recursos, entre otros retos.

“Para la mayoría fue factible obtener el fondeo requerido, incluso en niveles cercanos o superiores al $1 millón. Sin embargo, al querer crecer y escalar internacionalmente, el financiamiento sí se convirtió en un problema. Así, levantar capital no es sinónimo de éxito y con frecuencia se pasa por alto o no se habla suficiente sobre los muchos otros retos que enfrentan una vez que logran financiarse”, señaló el Programa sobre este estudio.

Entre los otros muchos retos se encuentran: obtener las certificaciones para exportar productos a mercados desarrollados, la poca experiencia laboral y falta de formación académica en startups, el limitado tamaño del mercado nacional y la aversión al riesgo.

Las startups estudiadas fueron tres del sector de TIC (tecnologías de la información y comunicación): Huli, Slidebean y Licitaciones Inteligentes (todas ellas de software); y tres del área de ciencias de la vida: Establishment Labs (dispositivos médicos), y Speratum y CEITA (ambas en biotecnología).

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El análisis, realizado por el emprendedor Jan Bornemisza, procura responder a la pregunta: ¿qué retos enfrentan los emprendimientos de base tecnológica una vez que logran captar los recursos de capital necesarios para las etapas iniciales de funcionamiento y desarrollo de sus propuestas de valor?

Retos que afrontan

El análisis identificó una serie de retos, más allá de ese financiamiento inicial, que pueden agruparse en tres causas raíces interdependientes entre sí: un ecosistema para el emprendimiento prematuro (los actores actuales son pioneros); la falta de cultura orientada a emprendimiento de startups y de políticas y regulaciones pertinentes, así como la falta de eficiencia de las actuales políticas relacionadas con las actividades de los emprendimientos.

En relación con un ecosistema prematuro, se señala que la mayoría de las personas emprendedoras y actores relacionados a las startups actuales tuvieron que impulsar sus iniciativas en una época en la que la industria de capital de riesgo apenas se está iniciando en Costa Rica.

Destaca, además, la poca experiencia laboral de los emprendedores y la falta de conocimiento y formación académica para gestionar emprendimientos de esta naturaleza.

El limitado tamaño del mercado de Costa Rica para escalar startups es otra barrera importante. Aun cuando se logre el calce entre producto y mercado en nuestro país, los inversionistas extranjeros suelen desconfiar de la representatividad de este logro a la hora de incursionar en mercados más grandes y atractivos, de acuerdo con la experiencia que tuvo Huli con firmas de capital de riesgo en México.

Una segunda hipótesis sobre las barreras no asociadas al fundraising (recaudación de fondos) en las etapas iniciales es la falta de una cultura orientada al emprendimiento.

“La prevalencia de la adversidad al riesgo en muchos actores, dificulta el reclutamiento de talento humano tanto para las etapas previas a escalar, como aquellas asociadas al escalamiento de una startup”, señala el estudio.

Otro reto potencial es lograr el reclutamiento de talento humano necesario para las etapas de escalamiento de la startup. Por ejemplo, en el caso de Huli y Speratum, pese a que reconocen de que en Costa Rica hay talento altamente calificado, sí requieren de un conocimiento especializado y experiencia que no hay en el país.

Jorge Vargas, director del Programa Estado de La Nación, explicó que conseguir las piezas claves para la gestión y para las partes técnicas y profesionales es un gran reto. Es distinto, dijo, ser un gerente de una empresa ya instalada y grande, que ya está todo montado a gestar un emprendimiento que está en una etapa de descubrimiento.

Otra barrera que enfrentan los emprendedores está asociada a la carencia de política pública que propicie el escalamiento de startups.

En esta materia, un aspecto relevante fue el de las certificaciones para exportar productos a mercados desarrollados: Europa, Asia y EE. UU. (esto aplica únicamente para los casos de estudio de startups de ciencias de la vida).

Los emprendimientos de esta naturaleza son conocidos por ser inversiones intensivas de capital, pero no solo en los procesos de investigación y desarrollo, sino también en los recursos requeridos para obtener las certificaciones y permisos necesarios para comercializar sus productos en EE. UU., Asia y Europa.

En el caso de Establishment Labs, la OPA (oferta pública de acciones) que se colocó fue, en gran parte, para financiar la certificación de la FDA (Agencia para la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos).

Otra carencia en el ámbito de las políticas públicas es la inestabilidad y falta de claridad de la postura del país en cuanto al marco regulatorio para la investigación y desarrollo en ciencias de la vida, y la complejidad en el acceso e importación de insumos de laboratorio.

Por ejemplo, CEITA alega que han enfrentado restricciones para trabajar con tecnologías de biofármacos: la regulación actual de Costa Rica no los diferencia de los fármacos tradicionales y, por ende, se ha tenido que trabajar de cerca con el Ministerio de Salud para idear formas de interpretar y trabajar con la regulación actual.

“Aunque los emprendimientos estudiados reúnen características de empresas exitosas, los resultados de las entrevistas y análisis concluyen que aún hay muchos retos pendientes que enfrentar, y que tener éxito nacional no significa que las startups seleccionadas tengan asegurado su futuro en el mercado internacional”, señala el comunicado.

Vargas explicó que lo que hace falta es un “gran articulador” que pueda ayudar a estas empresas a conectarse, a entender cómo funcionan otros mercados, los certificados que se requieren.

“Nosotros somos muy buenos para decir: empujemos a las startups, démosle $50.000 para que empiecen y si les va bien con los $50.000 o $100.000, ¿después qué hacés? Y vienen este tipo de servicios para los que el país no ha creado un ecosistema”, explicó Vargas.

Aclaró, no se trata de tener un gran edificio con mucha gente, sino es crear una instancia que esté enteramente enfocada en articular los distintos actores que tienen que ver con los distintos problemas que enfrentan las startups de base tecnológica, para escalar.