La actividad económica muestra un comportamiento dual. La parte de la producción que se realiza en el régimen especial (zonas francas) ha acelerado su crecimiento desde junio pasado y aumentó en agosto un 11% respecto al mismo mes del año anterior (variación interanual), mientras que el régimen definitivo (abarca cerca del 90% de la producción) sigue desacelerándose y aumentó apenas un 2,2% en el mismo periodo.
La actividad económica general se incrementó en un 3,7%. Los datos se desprenden del índice mensual de la actividad económica que publicó el Banco Central la noche de este 12 de octubre.
El presidente de la autoridad monetaria, Róger Madrigal, había indicado que les ha sorprendido el crecimiento de la producción en las zonas francas y que eso podría permitir una revisión al alza de la proyección de crecimiento económico de Costa Rica, de un 3,4% para este 2022, anunciada en julio anterior.
La desaceleración en el régimen definitivo obedece principalmente a la evolución de algunas industrias, como la de la construcción, la agropecuaria y la administración pública, explicó el Central en el comunicado.
La industria de la construcción registra una caída interanual del 13,7 % y es la que más contribuye a la desaceleración del indicador.
“La construcción con destino privado presenta una caída (en el ámbito) no residencial (principalmente edificios y naves industriales) como en los proyectos habitacionales (viviendas de clase baja y media, y edificios residenciales).
“Por su parte, la construcción con destino público se contrajo como resultado de una menor ejecución de infraestructura vial, obras de generación eléctrica y proyectos de acueductos y alcantarillados”, detalló el ente emisor.
Por su parte, la actividad agropecuaria acumula siete meses de caídas consecutivas en la producción. En agosto pasado, la disminución fue del 3,7%, en lo cual influyó la menor producción de bienes agrícolas exportables y de productos pecuarios.
A la industria agropecuaria la han afectado las alzas en el costo de los principales insumos de la ganadería, que se presentan junto a una menor producción de pollo, huevo y leche cruda, así como el conflicto comercial con Panamá, que redujo las exportaciones de productos lácteos.
Además, ha influido la menor demanda europea, por las tensiones geopolíticas asociadas al conflicto entre Rusia y Ucrania, además de los incrementos en los precios de los fletes y de los fertilizantes, lo que ocasiona una reducción en la producción de banano y piña.
En la administración pública incide la contención del gasto y el cumplimiento estricto de la regla fiscal por parte de las instituciones estatales.
Por su parte, el comercio, que es la actividad más grande en empleo, creció un 3,9% interanual, a agosto, influido por el significativo crecimiento de las ventas de vehículos, y por la reparación y lavado de automotores, dada la mayor movilidad de personas.
En servicios, destaca el crecimiento del transporte y almacenamiento (14,8% interanual a agosto) y servicios de hoteles y restaurantes (12,3 %). Ambas actividades mantienen el proceso de recuperación luego del impacto de la pandemia.