Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, ve poco probable que Costa Rica caiga en recesión

El expresidente del Banco Central considera que una recesión no está en el escenario base, sin embargo, tampoco descarta que la producción del país decrezca en algún trimestre

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El expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, prevé un desaceleramiento en la producción de Costa Rica, en los próximos meses, pero considera poco probable que el país caiga en una recesión (cuando hay dos trimestres consecutivos de caídas en el PIB).

En una charla organizada por BAC Credomatic, que brindó Cubero la mañana de este 5 de agosto, explicó que en su escenario base (el más probable) no se ve una recesión, ni tampoco se incluye en el escenario base del Banco Central, aunque sí inevitablemente se va a desacelerar la economía, aunque para los años 2022 y 2023 mantendría un crecimiento positivo.

“Yo creo que no podemos descartar esa situación (una recesión), pero no lo veo como en el escenario base, es decir, no lo veo como el escenario más probable, ciertamente la economía costarricense se va a desacelerar en lo que resta del 2022, en la segunda mitad del 2022, tuvimos la primera mitad del 2022, relativamente robusta, en términos de crecimiento económico, pero vamos a enfrentar una circunstancia, una situación de desaceleración de la economía nacional como consecuencia del entorno externo mucho menos favorable”, dijo Cubero.

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“Puede ser que en algún trimestre se dé un crecimiento negativo, puede ser que en varios, eso no está en el escenario base, pero yo sí no creo que en términos de crecimiento interanual, para el 2022 o para el 2023, tengamos crecimientos negativos”, añadió el economista.

El Banco Central de Costa Rica informó, el 29 de julio pasado, de que la actividad económica del país tuvo una incremento del 6,6%, durante el primer semestre de este año, comparado con el mismo periodo del 2021; pero para la segunda mitad del 2022 se proyecta un crecimiento de apenas 0,4% en la producción, respecto al mismo plazo del año pasado.

Cubero explicó que son tres razones por las cuales considera poco probable una recesión en Costa Rica. La primera es aritmética porque ya el crecimiento del primer semestre del 2022 fue alto, de 6,6%, “ya hay agua corrida bajo el puente” y por lo tanto aunque en el segundo semestre crezca poco (0,4% según la proyección del Banco Central) en el año el crecimiento sería positivo.

La segunda razón es que la inversión extranjera directa muestra un comportamiento positivo.

Según el documento del Informe de Política Monetaria que publicó el Banco Central en julio, se estima un ingreso de recursos por inversión extranjera directa equivalente al 5,5% de la producción interna (PIB) y para el 2023 la estimación de 5,6% de la producción.

Cubero explicó que Costa Rica ha mostrado que ha podido sacar buen provecho del nearshoring, de la relocalización de operaciones de otros países hacia el nuestro para quedar más cerca de los consumidores y las perspectivas es que lo continuará haciendo.

“Costa Rica tiene la oportunidad y la capacidad para seguir haciendo lo que ha venido haciendo, que es atrayendo inversión extranjera directa en montos importantes sobre todo a partir de este proceso de relocalización de empresas, el nearshoring. Costa Rica sacó pleno provecho de esa oportunidad en el 2021 y hasta ahora también en el primer trimestre. Los datos que tenemos de inversión extranjera directa en la primera parte del año son buenos”, dijo el expresidente de la autoridad monetaria.

En tercer lugar, indicó, hay sectores que todavía tienen espacio para continuar con la recuperación luego de la pandemia, como es el caso del transporte y el turismo y eso contribuye al crecimiento.

“Todavía tenemos un proceso de recuperación de los sectores que fueron más afectados por la pandemia, particularmente el sector turismo y el sector transportes, que todavía no han alcanzado los niveles antes de la pandemia tienen espacio para crecer a tasas relativamente altas y eso en promedio contribuiría mitigar el impacto de la desaceleración”, comentó Cubero.

Cubero explicó que en el argot popular una recesión es cuando hay dos trimestres consecutivos de caídas en las producción. En el caso de Estados Unidos es el National Bureau of Economics Research (Oficina Nacional de Investigación Económica) la que define cuando hay una recesión.

“Supongamos que en Costa Rica se de ese escenario negativo, donde hay uno o varios trimestres negativos, ¿esa es una recesión? Sí, en el argot popular una recesión es cuando el crecimiento cae al menos dos trimestres consecutivos, eso es una definición popular, no necesariamente la oficial para el caso de los Estados Unidos. Habría, en el caso de Costa Rica, que ponerle atención a otros indicadores, particularmente los del mercado laboral”, dijo Cubero.

Precios de las materias primas tocan techo

En su presentación, el extitular del Banco Central expuso también que ya hay una desaceleración de los precios de las materias primas internacionales debido a que se espera un menor crecimiento mundial y por lo tanto una menor demanda.

Consultado sobre si se debería repensar la política monetaria, si no está castigando demasiado la producción, y podría ser que parte del problema de la alta inflación se solucione con la desaceleración en los precios de las materias primas, Cubero indicó que la moderación en los precios de estos insumos es, en buena parte, reflejo de las mayores tasas de interés, entonces lo que se está viendo son los frutos de una política monetaria que está teniendo credibilidad.

“Lo que los bancos centrales en el mundo están intentando hacer es justamente contener lo más posible la inflación ahora para que no se entronice, y sobre todo que no se entronicen las expectativas de inflación hacia adelante, que harían mucho más costoso bajarla en términos de cuánto hay que ajustar la tasa de interés en el futuro; entonces, cuanto más rápidamente respondan las expectativas de los agentes económicos a esas expectativas de tasas de interés, menos vamos tener que aumentar la tasa de interés mañana”, indicó Cubero.

No obstante, indicó que hay un balance delicado pues se corre el riesgo de que las expectativas de alta inflación se afiancen y entonces haya que subir las tasas de interés más de lo que hubiera sido necesario, pero por otro lado está el riesgo de que las tasas de interés sobrerreaccionen y se enfríe más de lo necesario la actividad económica.

“Hasta ahora la evidencia preliminar sugiere que se está haciendo bien la tarea, por lo menos de parte de la FED (banco central de Estados Unidos) porque ya se están acotando las expectativas (de inflación)”, añadió.