Así es como el cumplimiento del ICE de una norma contable impacta tarifas

Reclasificar los arrendamientos como financieros implica que el pago de la obra se diluye a largo plazo, en vez de cargarlo cada año a las tarifas como un costo de operación

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Modificar la forma como el Instituto Costarricenses de Electricidad (ICE) clasifica los arrendamientos de obras, al pasarlos de operativos a financieros, implica que la empresa pública no cargará más a sus clientes el proceso de operación de proyectos tan relevantes como la planta hidroeléctrica Reventazón.

Cuando el tratamiento contable de estos alquileres de plantas es financiero, implica que el costo de pagar la infraestructura se diluye a largo plazo, lo cual tendría un impacto menor en el bolsillo de los usuarios.

“Cuando el arrendamiento se trabaja como operativo implica que toda la cuota que se paga (por alquilarlos) se traslada a gasto al 100%. Dentro de la estructura de costos generales que el ICE le reporta a la Aresep (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos) va un gasto mayor.

“Cuando es arrendamiento financiero, una parte de la cuota de la deuda se trata como intereses del contrato y la otra parte amortiza una deuda (a largo plazo)”, explicó Julio César Vargas, contador público e instructor internacional de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).

Vargas recalcó que otra implicación sería registrar el valor de las plantas que tiene arrendadas y la respectiva deuda, lo cual cambiaría la “cara financiera” del Instituto ante terceros.

“Un arrendamiento operativo es el alquiler común y corriente donde por medio de un contrato se alquila por ejemplo una casa, bodega, edificio, terreno, por un tiempo definido, y terminado el plazo o en cualquier momento el bien alquilado se le devuelve al dueño.

“Es decir, nunca será del que lo alquila. En el caso del ICE eso no ocurre porque las obras arrendadas serán del Instituto y en el país es la única empresa con capacidad para operarlas”, explicó el especialista.

La compañía estatal retrasó, durante varios años, al cumplimiento de las normas NIIF. Sin embargo, a finales del 2020 y a inicios del 2022, la Aresep no reconoció el costo operativo de los alquileres de plantas.

Para el 2021 y 2022, el ICE informó sobre el cumplimiento al 100% de las reglas contables. Sin embargo, en una repuesta brindada a La Nación, reconoció que a nivel tarifario no cumplen con las reglas de contabilidad internacional.

Vargas enfatizó que las NIIF brindan una mayor transparencia a todas las empresas y que no existen términos medios en cuanto a su aplicación, o sea, se cumplen o se incumplen.

En abril pasado, el ICE presentó una demanda contra la Aresep ante el Tribunal Contencioso Administrativo, por obligarlo a cumplir las normas contables y rechazarle el traslado de los arrendamientos a las tarifas de sus clientes.

Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, comentó que la decisión de la Autoridad Reguladora tuvo un efecto inmediato porque la tarifa de generación bajó y, por ende, el pago del consumidor.

“Los arrendamientos financieros que el ICE ha tratado como operativos, se negocian a plazos de 10 a 15 años que no tienen relación con la vida útil de esos activos, que puede ser de 40 o 50 años.

“Por tanto, si se tratan como arrendamientos operativos, la Aresep tiene que pasar la cuota del arrendamiento como un gasto que se cubre con tarifas”, manifestó Montenegro.

Agregó que en el tratamiento financiero de los alquileres de obras se pagan en tarifas, a largo plazo, vía depreciación y rédito para el desarrollo. “Es beneficioso para la tarifa del consumidor que se pague a un plazo largo porque se prorratea en un periodo largo el costo del activo”, explicó.