El cultivo en Costa Rica del café de la variedad Robusta, considerado de menor calidad que el Arábigo, quedó autorizado para zonas de baja altitud del país, desde el pasado 16 de mayo, cuando se publicó el decreto donde se elimina una prohibición vigente desde 1988.
Este paso se realizará mediante un estricto control del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), para evitar una mezcla de cultivos en las zonas, evitar el beneficiado conjunto de las dos variedades y determinar mediante ensayos cuáles son los tipos de Robusta de mejor adaptación al país.
La apertura a este tipo de café se hizo mediante un proceso que causó fuertes discusiones a lo interno del sector cafetalero. Quienes se oponen afirman que es un peligro para el prestigio internacional del café de Costa Rica, especialmente porque arriba del 60% se vende en mercados de muy alta calidad y con precios más altos que los de los mercados tradicionales.
Quienes apoyan este nuevo cultivo afirman que se puede hacer solo en zonas de baja altitud sobre el nivel del mar (contrario al arábigo), que se trata de regiones de menor desarrollo relativo y con bajo nivel de empleo.
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Además, la fuerte caída en la producción local del grano generó desabastecimiento para los torrefactores locales en los últimos años. Esto conllevó a la necesidad de mayores importaciones de café desde Centroamérica, para abastecer el consumo interno costarricense.
Hace 15 años, Costa Rica producía en un año cafetalero alrededor de 3,5 millones de fanegas de grano en fruta (correponden a igual cantidad de sacos de 46 kilos o quintales de café beneficiado). En la cosecha cafetalera 2016-2017, la producción cerró en 1,8 millones de fanegas.
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Controles
El director ejecutivo del Icafé, Ronald Peters, advirtió de que no se podrá cultivar cualquier variedad Robusta y que tampoco el productor podrá hacerlo sin informar al Instituto.
Eso porque el decreto establece regulaciones muy precisas al respecto. Por ejemplo, se normaliza que solo se pueden cultivar los tipos de café que autorice el Icafé, tras las investigaciones y ensayos pertinentes.
Según Peters, la entidad realizará los estudios que pide el decreto y, aparte de los ensayos con material genético brasileño que ya están en marcha, se harán otros con variedades procedentes de México y República Dominicana.
También se estableció la necesidad de realizar una zonificación cafetalera, en la cual se determine las regiones que queden autorizadas para cultivar el Robusta. Mientras el tipo Arábigo se cultiva en regiones altas, el Robusta es de zonas bajas, con temperaturas promedio de 26 grados celsius, con precipitaciones (lluvias) de al menos 2.000 milímetros al año y con menos de tres meses secos.
Por tal razón, el Icafé preliminarmente estima que Coto Brus, la zona norte, Guápiles, Osa, Puriscal, Parrita y Quepos, están entre los sitios posibles para desarrollar el nuevo cultivo. La actividad llevaría trabajo y desarrollo económico a todas esas regiones, según las previsiones del Icafé.
La directora ejecutiva de la Cámara de Exportadores de Café, Xinia Chaves, recordó que el tema del reinicio del cultivo de la variedad Robusta suscitó mucha discusión en el congreso cafetalero. Empero, dijo, es posible sembrar esa variedad sin una mezcla con la variedad Arábiga y preservando las características de cada una.