Costa Rica debuta en Bienal de Venecia con polémica por nuevo edificio de la Asamblea Legislativa

Plan fue rechazado aquí ‘por interferir con tres inmuebles patrimoniales’

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Costa Rica debuta en la Bienal de Arquitectura de Venecia contándole al mundo que el paisaje urbano de la Gran Área Metropolitana es caótico y fragmentado.

También revela que en un periodo de 100 años, San José pasó de ser una aldea poco poblada y rodeada por cafetales a una urbe a punto de morir asfixiada en su propio crecimiento.

La Bienal de Arquitectura de Venecia –que se realiza desde 1980– cuenta, por primera vez, con la participación de Costa Rica como uno de los 65 países expositores.

Con el nombre de Ticollage City, el pabellón costarricense fue curado por el arquitecto Oliver Schütte y es una propuesta que combina arquitectura, historia, diseño del espacio y música para narrar la evolución de la Gran Área Metropolitana en un periodo aproximado de un siglo.

Este año, la organización de la Bienal solicitó a los países centrarse en el tema Absorbing modernity 1914-2014 ( Absorbiendo la modernidad 1914-2014 ).

“El pabellón muestra el desarrollo urbano y arquitectónico de Costa Rica en los últimos 100 años a través de una línea de tiempo de siete periodos que han sido cruciales desde el punto de vista social, económico y político”, detalló la curadora adjunta, Marije van Lidth de Jeude.

La propuesta hace énfasis en la situación actual de la GAM, zona donde se concentra la mayor parte de la población del país y que hoy se aprecia como “un híbrido rural-urbano, espacialmente fragmentado y socialmente segregado”, según dice el texto curatorial.

“Las ciudades individuales se han expandido hacia el exterior para sustituir usos rurales, lo que resulta en un collage aparentemente aleatorio de mundos de vida dispersos: los parques naturales o campos agrícolas colindan con comunidades cerradas de clase alta, barrios marginales, zonas industriales, parques de oficinas y centros comerciales”, destaca el texto.

La cereza del pastel de esta exposición es el proyecto ganador del concurso para diseñar el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa.

Este proyecto ha sido objeto de gran polémica , pues el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura rechazó su construcción por considerar que interfiere con el carácter patrimonial de tres inmuebles que albergan el Congreso.

Pero es la polémica , precisamente, lo que resulta interesante en esta exposición internacional. “En toda la historia de las grandes ciudades, hay proyectos arquitectónicos que han sido criticados severamente y, a pesar de ello, terminan convirtiéndose en hitos urbanos. Un ejemplo es la Torre Eiffel, en París”, declaró el arquitecto Javier Salinas , director del proyecto ganador.

Salinas opina que en la construcción de las grandes ciudades siempre han existido choques entre la tradición y la modernidad. “Aquí en Costa Rica, se produjo una fuerte oposición a la construcción de la plaza de la Cultura a principios de los años 80. Pero trate usted hoy de imaginar San José sin este espacio tan importante”, dijo. Los curadores del pabellón tico justifican la inclusión de este polémico proyecto en la Bienal pues “ilustra dramáticamente la superposición y el salto de escala de la urbe o exurbe de principios del siglo XX a la del siglo XXI”.

Más de Tiquicia. La presencia tica en Venecia va más allá del pabellón Ticollage City, pues el arquitecto Benjamín García Saxe y su equipo fueron invitados por los organizadores a participar. Ellos presentan una instalación dentro de la exhibición Time Space Existence en un espacio denominado Palazzo Bembo, que reúne a más de 100 arquitectos de 40 países.

“Nuestra instalación se titula Vetri d’Aqua . Nos enfocamos en una búsqueda muy similar a la que ha fascinado a los venecianos durante los siglos: el transformar un material transparente y translúcido para crear belleza por medio de la luz”, manifestó García.

Según el arquitecto, la selección del material no fue azarosa: “Buscamos por toda Venecia un material que se pudiera manipular y que tuviera la humilde capacidad de ser más de lo que se espera de él”. Finalmente, decidieron utilizar bolsas plásticas con agua para crear “un espacio de una calma y serenidad intensas”.