Casona guanacasteca será revivida gracias a premio ‘Salvemos nuestro patrimonio’

Vivienda en Cañas se convertirá en museo y centro educativo para el área de turismo, gracias a galardón de ¢200 millones

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La casona de la Hacienda San Luis en Cañas, Guanacaste, será restaurada y convertida en un complejo que incluye un museo, espacios educativos y atractivo turístico. Esto será posible gracias a que la propuesta resultó ganadora del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico- Arquitectónico 2022, que otorga ¢200 millones para concretarla.

Este inmueble fue construido en la década de 1950 y declarado patrimonio en 1994. Sin embargo, ha sufrido constantes embates que hacen urgente su intervención. Lluvia, viento, sol y polvo contribuyen día a día con su deterioro; ya no la habitan los dueños ni el personal de la hacienda, sino murciélagos, iguanas y avispas.

“La Casona San Luis se congeló en el tiempo debido a su abandono, poco uso y escaso conocimiento sobre su historia y existencia. El proyecto busca descongelar esta joya arquitectónica, recuperándola como hito para todas las generaciones: pasadas, actuales y futuras”, manifestó Kimberly Díaz, la arquitecta que presentó esta propuesta ganadora.

De acuerdo con el jurado, esta propuesta vencedora rescata el valor de los diseños adaptados al entorno, al clima, a los recursos disponibles y propone una funcionalidad acorde a las necesidades de diversos actores locales. Además, puede propiciar un impacto positivo, que encadene y fortalezca iniciativas de desarrollo local y regional.

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La reconstrucción

La casona se localiza en lo que antiguamente fue la finca San Luis, en el cantón cañero. Esta vivienda fue levantada en 1951 como casa de habitación para su entonces dueño, Enrique Clare López, quien encargó a Rafael Ángel Marín la construcción con madera de cedro.

Las paredes son de tablilla y los cielos rasos de tablón; los pisos son también de madera. No posee sistema de canoas y el techo es de cinc a seis aguas.

En aquella época, la hacienda estaba dedicada principalmente a la ganadería. Luego, a causa de deudas bancarias, la finca pasó a ser propiedad del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA, actual Inder). Finalmente, esta institución cedió a favor del Ministerio de Educación un derecho real de superficie por un plazo de 75 años, donde se conserve, proteja y preserve la casona. Es por esta razón que es administrada por el Consejo Técnico Profesional de Cañas.

La idea expresada por Díaz es utilizar el edificio como espacio de socialización y proyección comunal, para lo cual es necesario vincular, mediante alianzas estratégicas, sectores productivos, sociales y culturales de la comunidad cañera, que permitan su sostenibilidad y mantenimiento.

La alianza plantea restaurar los daños más graves del edificio para ponerlo al servicio de la comunidad como museo dirigido por el CTP de Cañas y sus estudiantes de la especialidad en Turismo.

Con este propósito, la casona se dividirá para cumplir los objetivos de ser museo, espacio educativo y centro cultural. La primera planta se dividirá en tres áreas: oficinas administrativas, oficinas y talleres para la especialidad en Turismo y áreas comunes, con cocina incluida. En la segunda planta se abrirán las salas de exposición y se habilitará una sala magistral para eventos y capacitaciones.

Para llegar a estos objetivos, el proyecto de restauración incluye la demolición de paredes livianas y otros elementos no originales de la casona; el mantenimiento y refuerzo de las cerchas e instalación de cielorraso y cubiertas (techos); la restauración de paredes, pisos de madera y ornamentación de petatillo; la restauración o sustitución de ventanas, puertas y barandas; la restauración de vigas de madera y la restitución de columnas faltantes; un nuevo sistema electromecánico y un contrapiso de concreto, así como pintura general.

Díaz formulará el proyecto final y supervisará la ejecución de las obras que se dará en uno o dos años.

La del 2022, fue la vigésimo sexta edición del certamen. En ella participaron otras nueve edificaciones patrimoniales: la Antigua Aduana de Puntarenas (sede de la Universidad Técnica Nacional), el antiguo edificio de Correos y Telégrafos de Juan Viñas, la Escuela Eduardo Peralta Jiménez de Tucurrique, la Escuela San Jerónimo de Moravia, la Estación al Atlántico de San José, la Estación al Pacífico de Caldera, el Liceo de Heredia, el Parque Nacional y el Teatro Popular Melico Salazar.