Unos 400 productores agropecuarios de Guanacaste, San Carlos, el Valle Central, Osa, Puntarenas y Talamanca se verán beneficiados con la puesta en marcha de 12 proyectos para adaptar esta actividad económica a las actuales condiciones del clima.
De esta forma, los agricultores y ganaderos recibirán financiamiento para implementar medidas en sus fincas, las cuales les permitirían prepararse para cuando haya sequía o inundaciones, situaciones que serán más frecuentes con el cambio climático.
“El interés final es que estos proyectos logren resultados concretos y sea posible determinar buenas prácticas de adaptación que puedan ser replicadas por los sectores, que permitan paralelamente un incremento de su productividad y resiliencia al cambio climático”, destacó William Alpízar, jerarca de la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
El dinero proviene del Fondo de Adaptación al Cambio Climático, el cual destinó $10 millones para cinco años.
Este fondo es parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, y su objetivo es asistir a los países en desarrollo que son vulnerables a los eventos meteorológicos extremos.
Costa Rica es uno de los primeros países en acceder a esta fuente de financiamiento y, para seleccionar los proyectos, la DCC lanzó una convocatoria pública .
Las propuestas fueron analizadas por la DCC, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la organización Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible; esta última fue la autorizada por las Naciones Unidas como entidad ejecutora de los fondos.
Agua es prioridad. La prioridad será diseñar acciones enfocadas al manejo eficiente del agua, las cuales servirán de ejemplo.
Por esa razón, los proyectos contemplan establecer fincas demostrativas que funcionen como “aulas de capacitación”. Cada finca hará un diagnóstico agroecológico y socioeconómico, así como un análisis de vulnerabilidad climática.
Por ejemplo, el proyecto impulsado por la Federación de Cámaras de Ganaderos de Guanacaste beneficiará a 28 familias.
En estas fincas se hará un abastecimiento y uso eficiente del recurso hídrico gracias a la instalación de molinos que utilizarán energía eólica.
También se establecerán huertas y áreas de siembra de forrajes (pasto seco con que se alimenta al ganado).
Otro de los proyectos será ejecutado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en alianza con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Se colocarán siete estaciones de monitoreo y un sistema de alerta temprana en Nicoya, Hojancha, Nandayure y La Cruz.
Asimismo, el IMN y CNE trabajarán en un protocolo de emergencia para los cantones y se darán talleres de capacitación.
También se seleccionaron proyectos ubicados en comunidades costeras que son propensas a la escasez de agua.