Mayoría de pescadores irrespeta la veda en el golfo de Nicoya

Aducen razones económicas, así como poco control y escasa vigilancia marítima

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Recuperar las poblaciones de especies de interés comercial es el objetivo que persiguen las vedas, como la que entró a regir esta semana en el golfo de Nicoya .

Sin embargo, al evaluar la eficacia de la veda del 2012 en este Golfo, un 88,5% de los pescadores dijeron que esta no se respetó, mientras que un 5,8% manifestó que se respetó “muy poco”.

Lo anterior se desprende de un informe técnico elaborado por el Departamento de Investigación y Desarrollo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).

Para llegar a esta conclusión, los investigadores entrevistaron a pescadores de 11 comunidades: Costa de Pájaros, Chomes, Cocorocas, Colorado, Manzanillo, Morales, Moreno, Níspero, Puerto Jesús, Pochote y San Pablo.

Con respecto a las razones del por qué no se respetó la veda, la mayoría de ellos (35,6%) señaló el poco control y vigilancia, un subsidio limitado y tardío, así como exceso de trámites y pago de seguro.

Para Luis Dobles, presidente de Incopesca, este informe evidencia que las vedas deben manejarse de manera integral.

La falta de recursos y personal por parte del Incopesca y el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) dificulta el patrullaje. Por ejemplo, Incopesca tiene solo seis inspectores para esta labor.

Según Dobles, la Estrategia Nacional de Control y Vigilancia Marítima será un aporte significativo, ya que se contará con tecnología de punta que les permitirá monitorear y así destinar los recursos de forma más efectiva.

Un pescador que infrinja la veda, se expone a la suspensión de su licencia de pesca, el decomiso de las artes de pesca y el producto, así como multas para la reparación del daño ambiental.

Este año, aparte del SNG, Incopesca cuenta con el apoyo del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y la Fuerza Pública para realizar operativos en carretera y en los centros de comercialización de productos pesqueros.

En relación con lo económico, en el 2013 se aumentó el subsidio: pasó de ¢100.000 a ¢140.000.

Asimismo, Incopesca ya trabaja en varios proyectos productivos –en conjunto con la Universidad Nacional (UNA) y el Viceministerio de Aguas y Mares del Ministerio del Ambiente (Minae)– para impulsar granjas de ostras y pargo como forma de generar ingresos adicionales durante los periodos de veda.

En defensa de la veda. Aunque admiten que no se respeta, los pescadores, aun así, defienden la veda como instrumento para asegurar un beneficio económico en el futuro.

Eso se refleja en que el 53% de los entrevistados dijo que el daño que produce el irrespeto a la veda, es que pescarán menos una vez finalizado el periodo restrictivo.

El fin de las vedas es proteger los picos reproductivos de especies como los camarones blancos, corvinas (reina, aguada y agria), pargos y róbalos.

Sin embargo, estas no logran los resultados esperados por la constante incursión de pescadores al Golfo en los meses de prohibición, así como el uso de artes de pesca ilegales, como trasmallos cuya luz de malla es inferior a las tres pulgadas, lo cual captura animales de tallas más pequeñas coincidentes con estados inmaduros, que ni siquiera han tenido oportunidad de reproducirse una vez.

Según el informe, la percepción de los pescadores, tras finalizar la veda del 2012, fue que pescaron la misma cantidad o menos que antes. Solo un 7,7% consideró que pescó más.

Dobles hizo un llamado a las personas para que no consuman especies que están en veda.