Lucha contra cambio climático favorecería crecimiento económico de los países

En un escenario conservador, producto interno bruto (PIB) se incrementaría 2,8%

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Berlín, Alemania

Formular políticas que permitan reducir las emisiones de carbono y enfrentar los impactos del cambio climático conducirían a los países del G20, grupo que reúne a economías industrializadas y otras en desarrollo como México y Brasil, a incrementar en más de 2,8% su producto interno bruto (PIB) al 2050.

Si se contemplan los impactos positivos de evitar los daños ambientales causados por fenómenos meteorológicos como huracanes, ese crecimiento alcanzaría cerca del 5% al 2050.

LEA: Acuerdo de París apunta a un nuevo desarrollo desligado de las emisiones de carbono

A esta conclusión llegó un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) poco antes de la próxima reunión del G20, a realizarse en julio en Hamburgo (Alemania). El documento se divulgó este martes en el VIII Diálogo Climático de Petersberg, que se desarrolló esta semana en la ciudad alemana de Berlín.

Según Jochen Flasbarth, secretario de Estado de Ministerio de Ambiente de Alemania, la próxima reunión del G20 se enfocará en temas de transición energética e implementación del Acuerdo de París. En este sentido, se espera que esta cumbre concluya con una fuerte declaración del G20 en pro de la acción climática.

"Sí es posible alcanzar el crecimiento económico con acción climática en los países del G20", dijo Flasbarth y agregó: "Una política que no contemple la acción climática podría decrecer la economía en 1%".

Para José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, la acción climática trascendió de ser un tema ambiental para convertirse en tópico de desarrollo, el cual permitiría mejorar los servicios de salud y educación, combatir la pobreza y crear más empleos.

"Este es un tema de desarrollo, el cambio climático es un tema de pasada. El caso de Costa Rica es especialmente importante porque, desde el punto de vista medioambiental, es uno de los países que están poniendo el ejemplo y es precisamente lo que estamos aprendiendo de ustedes en este proceso de entrada de Costa Rica a la OCDE", manifestó Gurría a La Nación.

Actualmente, los países del G20 reúnen el 85% del PIB a nivel global y son responsables del 80% de las emisiones, pero también están liderando la transición energética para dejar de depender de los combustibles fósiles.

En este sentido, estas naciones tienen el 98% de la capacidad instalada para energía eólica, 97% para energía solar fotovoltaica y 93% para vehículos eléctricos.

Oportunidad de desarrollo

Según el estudio, titulado Invirtiendo en clima, invirtiendo en crecimiento, la acción climática no solo permitirá alcanzar las metas del Acuerdo de París sino también los Objetivos de Desarrollo Sostenibles y con ello, los países podrían obtener mejores niveles de bienestar.

Por ejemplo, reducir las emisiones de carbono al preferir automóviles eléctricos –en vez de aquellos movidos por combustibles fósiles– también mejora la calidad de aire en las ciudades y menos personas podrían enfermarse por respirar partículas que causen males cardiorrespiratorios.

"Invertir en acción climática es bueno para la salud, el empleo, la tecnología y para el cultivo de alimentos. En cambio, el costo más grande de todos es no tomar acción", enfatizó Gurría.

Para ello, el estudio señaló diversos mecanismos para hacerlo posible, como incentivos e impuestos al carbono. Según Gurría, apenas el 10% de las emisiones de carbono a nivel mundial tienen impuestos.

Según el estudio de OCDE, por ejemplo, el dinero que se recaude a partir de esos impuestos podría invertirse en la construcción de infraestructura diseñada para lidiar con los impactos derivados del cambio climático y así aminorar los daños que se generan a causa de tormentas o inundaciones.

"Además de brindar beneficios económicos y sanitarios a corto plazo, una vía de desarrollo amigable con el clima sentará las bases para un crecimiento fuerte e inclusivo en la segunda mitad de este siglo, limitando los daños físicos y económicos causados ​​por el cambio climático", se lee en el informe de la OCDE.

Más ambición

Las contribuciones nacionalmente determinadas, incluidas en el Acuerdo de París, son metas que los países se impusieron de forma voluntaria, y según sus capacidades, para limitar el incremento de la temperatura por encima de los dos grados Celsius e idealmente mantenerla por debajo de 1,5 grados Celsius.

VEA: VIII Diálogo Climático de Petersberg: países abogan por mantenerse unidos e impulsar el Acuerdo de París

Sin embargo, la combinación de las metas de todos los países siguen siendo insuficientes para limitar el incremento de la temperatura global.

En este sentido, el estudio de OCDE enfatiza en la importancia de aumentar la ambición y no solo en cuanto a reducir emisiones, sino también en adaptar los sistemas de salud, infraestructura y otros a las nuevas condiciones para así incrementar la resistencia ante los embates derivados del cambio climático.

"Esto no tiene que ver con política o elecciones. Esto tiene que ver con las próximas generaciones", dijo Gurría y agregó: "Para hacer la transición se deben tomar decisiones. Hay cosas que no se pueden hacer si no es de forma colectiva y el cambio climático es ejemplo de ello".