Marino Protti concluye misión en Antártida

Formó parte de una expedición estadounidense

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Tras seis semanas internado en Antártida, el científico costarricense Marino Protti (56 años) concluyó su participación en la expedición que estudia la sismicidad en el glacial Whillans .

Por acción de la gravedad, el hielo que se forma en este glacial se convierte en un bloque sólido y se desplaza en dirección al mar a una velocidad de 400 metros por año.

El área de contacto entre la capa de hielo y el lago subglacial Whillans se comporta similar a una zona de subducción.

Debido a su experiencia en esta materia, la Universidad de California Santa Cruz invitó a Protti a participar de la expedición en territorio antártico.

“Dos veces al día, cuando sube la marea, se levanta la capa de hielo y produce un deslizamiento de 60 centímetros, prácticamente lo mismo que se desplazó la placa en el terremoto de Nicoya. La diferencia es que en Nicoya pasaron 60 años, y en Antártida, ese fenómeno se ve dos veces al día”, manifestó Protti en declaraciones brindadas anteriormente a La Nación .

Hace tres años , el sismólogo tico –quien es investigador en el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA)– participó en la instalación de las 20 estaciones sismológicas utilizadas en el presente estudio, las cuales fueron ubicadas a aproximadamente 1.000 kilómetros de la estación McMurdo y a 500 kilómetros del Polo Sur.

Esas estaciones estratégicas medían, además del desplazamiento del glacial, los sismos derivados de ese movimiento.

Este año, los investigadores volvieron a recopilar los datos almacenados a la fecha y desmantelar las estaciones.

“Logramos recuperar todas las estaciones que instalamos hace tres años y tuvimos la oportunidad de recoger nuevos datos, porque pusimos algunas estaciones a funcionar por unos días. También logramos dar mantenimiento a las estaciones de GPS”, dijo Protti, a través de un video.

Aplicación del estudio. Lo que sucede en el glacial Whillans permite a los científicos observar, como si fuese en cámara rápida, los ciclos sísmicos generados por subducción y, con ello, llevar estadísticas del proceso de acumulación y liberación de fuerzas.

Los datos recopilados en Antártida servirán para perfeccionar un algoritmo que precisa la detección de réplicas tanto en cantidad como en ubicación.

Protti ya utilizó el algoritmo en las réplicas del terremoto del cantón de Nicoya, las cuales pasaron de ser 7.000 captadas por métodos tradicionales a cerca de 80.000 al correr el algoritmo.