Movimiento del opositor Alexéi Navalni promete seguir ‘luchando’ pese a intento de gobierno ruso por desmantelarlo

Tribunal calificó de ‘extremistas’ a tres organizaciones; decisión no solo las prohíbe, sino que también allana camino para una mayor represión de sus partidarios

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Moscú. El movimiento del opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni aseguró este jueves que iba a seguir adelante en su lucha, a pesar a las medidas adoptadas por el gobierno para desmantelarlo e impedir su participación electoral.

Moscú, por su parte, reaccionó a las críticas estadounidenses acusando al detractor número uno de Vladimir Putin de ser un “agente” de Estados Unidos.

“Seguiremos luchando contra la corrupción”, tuiteó el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), principal organización de Navalni, ironizando sobre el “peligro para la sociedad” que representa según la justicia rusa.

Un tribunal ruso calificó este miércoles de “extremistas” a las tres organizaciones de Navalni, una decisión que no solo las prohíbe, sino que también allana el camino para una mayor represión de sus partidarios.

El opositor, de 45 años y quien cumple una pena de dos años y medio de prisión por un caso de fraude que él considera político, hizo saber inmediatamente en Instagram que “no se detendrá”.

“Nos arreglaremos, evolucionaremos, nos adaptaremos. Pero no vamos a retroceder en nuestros objetivos e ideas. Es nuestro país y no tenemos otro”, escribió tras el fallo.

La medida abre el camino para llevar a cabo acciones judiciales contra sus colaboradores si siguen con la movilización.

Una nueva ley les prohíbe presentarse a las elecciones, especialmente a las legislativas previstas en setiembre.

Desde hace meses, la oposición rusa está bajo presión, después del traslado de Navalni a una colonia penitenciaria por dos años y medio, el exilio de varios de los dirigentes del movimiento y también las medidas contra la prensa independiente y las voces disidentes.

Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea (UE) denunciaron el desmantelamiento de las organizaciones del líder de la oposición rusa.

Ofensiva ‘deliberada’

Este jueves, un responsable del equipo de Navalni, Georgi Alburov, comentó de forma irónica la decisión judicial.

“Me he despertado extremista. Empecé a trabajar. No noto la diferencia”, afirmó Alburov en Twitter.

El equipo de abogados que defiende el movimiento del opositor expresó que no se había presentado “ninguna prueba” de “extremismo”.

Para un representante de la Fiscalía, en cambio, estas organizaciones “incitaban al odio y a la hostilidad hacia los representantes del poder”.

La UE denunció la “voluntad deliberada” del Kremlin para “suprimir la oposición independiente (...), y poner fin a la influencia de la red política de Navalni antes de las elecciones de la Duma en setiembre”, según un comunicado del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Los colaboradores de las formaciones consideradas “extremistas” corren el riesgo de ser condenados a largas penas de prisión y se ven privados de participar en las elecciones tras una ley promulgada, la semana pasada, por el presidente Vladimir Putin.

Para la oposición, este texto pretende neutralizar a los candidatos peligrosos para el gobierno antes de las legislativas, que se anuncian delicadas para el partido gobernante, Rusia Unida, en retroceso en las encuestas en un contexto de estancamiento económico.

Estados Unidos juzgó de “especialmente preocupante” la prohibición emitida contra las organizaciones del opositor.

“Instamos a Rusia a que deje de abusar de las designaciones de ‘extremismo’ para atacar a organizaciones no violentas, a que ponga fin a su represión contra el señor Navalni y sus partidarios y a que cumpla con sus obligaciones internacionales de respetar y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales”, dijo el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, calificó la medida de “un nuevo ataque kafkiano contra los que se oponen a la corrupción”.

Ante estas declaraciones, la vocera de la diplomacia rusa, María Zajarova, estimó que la rapidez con la que Washington condenó esta decisión demuestra que Navalni es uno de sus “agentes”.

“Muestran tanto esmero político porque afecta a los que supervisan, a los que apoyan políticamente y de otras maneras”, manifestó Zajarova a la radio pública Vesti-FM.