Tropiezos en Matemáticas evidencian débil comprensión lectora

Las deficiencias en comprensión de lectura aumentan el fracaso de los estudiantes en las pruebas de Matemáticas y de admisión a universidades públicas. Si un estudiante no comprende lo que lee en una instrucción, difícilmente pueda resolver con éxito las operaciones numéricas de esta asignatura.

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Si un estudiante no comprende bien lo que le plantea un enunciado, es muy difícil que vaya a tener un buen desempeño en la prueba. Las Matemáticas son un lenguaje y, como tal, requieren de un nivel de comprensión lectora para resolver sus ejercicios. Por eso, antes de afirmar que alguien es malo para los números, es necesario plantearse cuál es su nivel de comprensión de lectura.

Matemáticas no es una materia para resolver operaciones al azar o memorizar fórmulas con una calculadora en mano. Los números están presentes en nuestra vida cotidiana y el razonamiento matemático es una habilidad necesaria en el siglo XXI para conseguir más y mejores oportunidades.

Desmitificar la dificultad de las Matemáticas debe ser el primer paso para que deje ser la asignatura  que despierta miedos, odio y frustración ante la incomprensión y el fracaso de los estudiantes en los exámenes. Para que eso ocurra, es preciso enseñar a leer bien y vincular los números y las fórmulas matemáticas con la toma de decisiones y la resolución de problemas cotidianos.

Fracaso en la universidad

El último examen diagnóstico sobre conocimientos matemáticos realizado por la Universidad de Costa Rica (UCR) a estudiantes de primer ingreso arrojó cifras alarmantes.El 96% de los evaluados (3.673 alumnos) reprobó el examen y solo 153 universitarios obtuvieron notas superiores a 70. ¿Qué se puede esperar, si los problemas con esta asignatura se arrastran desde las aulas de primaria y continúan siendo una suma de tropiezos en los siguientes años de formación?

Como lo afirma el docente José Ángel García, “los egresados de secundaria muestran un deficiente nivel de aprendizaje, pues muchos, con  o sin apoyo del docente, sobrevivieron al colegio, obteniendo la respuesta correcta a través de una calculadora científica”. A esto hay que agregar, que se obsesionan más con memorizar la fórmula, en lugar de entender su significado.

Matemáticas va más allá de que el resultado de una operación numérica haya sido el correcto o no. Es una materia que cuyo propósito debe ser que los estudiantes piensen, razonen, sean capaces de inferir, de establecer relaciones e implica saber leer. Quien no comprende lo que lee, también tropieza con las ecuaciones.

Pese a que el Ministerio de Educación Pública (MEP), en sus nuevos programas de Matemáticas promueve a utilizar técnicas de construcción conjunta del conocimiento, en las aulas la realidad dista de ser así. El último Informe del Estado de la Educación observó la forma en que se impartía Matemáticas en 118 aulas de 68 colegios académicos diurnos. Aquí, las principales falencias:

  • Sigue el predominio de las actividades centradas en el docente o que utilizan métodos tradicionales en los que el profesor explica el tema, da algunos ejemplos y asigna ejercicios al grupo. Los estudiantes trabajan sentados en fila, copiando o atendiendo a la solución de ejercicios en la pizarra o trabajando de manera individual en sus cuadernos o libros.
  • Hay poca realimentación en el trabajo en clase.
  • Carencia de material didáctico: los recursos más empleados son la escritura (cuaderno u hojas), pizarra, calculadora y recopilación de textos (fotocopias).

A esos errores, hay que agregar también el efecto de la huelga del 2019 y la pandemia del 2020.

La suma de estos errores  dentro de las aulas da como resultado el fracaso de muchos estudiantes que crecen creyendo que “son malos para los números”, con la complicidad de un sistema educativo que pasa de un nivel a otro a niños y jóvenes que no saben leer, repitiendo la misma fórmula y multiplicando fracasos y cifras alarmantes. El cambio de timón en la forma de enseñar el lenguaje de los números es urgente.

Cuénteme su opinión sobre el tema abajo en los comentarios, o bien, a mi correo barrantes.ceciliano@gmail.com