El brillo en cada uno de los vestidos que usan tanto las bailarinas como las personalidades femeninas participantes de Dancing with the Stars, no es casualidad. Entre más resplandezcan, mejor.
Los atuendos que usan las chicas de esta quinta temporada, Viviana Calderón, Keyla Sánchez, Yokasta Valle, Johanna Solano, Lucía Jiménez, Tatiana Sánchez, Alhanna Morales y Yessenia Reyes, son traídos desde Inglaterra. Las telas de cada vestido son exclusivas; sin embargo, lo que hace que la indumentaria sea más especial es la pedrería que le adorna.
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Vivian Peraza, productora del concurso de ballroom de Teletica, contó que las piedras usadas son de Swarovski, conocidas por su lujo al ser un cristal tallado.
“Los trajes que mandamos a traer son los de los bailes más tradicionales. Esos que tienen más pedrería. Los importamos porque el precio va desde los $1.000 (cerca de ₡ 593.000) hasta los $3.000 (unos ₡ 1.779.705). Nosotros los alquilamos y pagamos $400 (aproximadamente ₡ 237.200) por cada traje de bailarina. Esos se usan y se devuelven a Inglaterra”, detalló.
Por el valor de cada traje es que el embalaje es de mucho cuidado. La caja en la que los transportan viene sellada y protegida. El atuendo viaja en avión, y Teletica Formatos debe pagar, además del alquiler, los costos de envío.
Peraza afirma que la logística no es nada del otro mundo. Esta semana encargaron los de las galas número nueve y diez. Por ello, enviaron un correo pidiendo lo que requieren, reciben fotos de los disponibles y ellos eligen los más apropiados. En una semana el brillante encargo llega al país.
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Con el tema de las tallas no hay mayor dificultad, DSI (Dancing Sport International), empresa proveedora de la indumentaria, maneja tallas estándar que en Costa Rica pueden ajustarse en caso de ser necesario.
Los trajes de los hombres y todo el vestuario de caracterización, como la mayoría de los usados en la gala animada, fueron elaborados en Costa Rica.
Peraza afirma que, sin duda, la mayor inversión de producir Dancing with the Stars en Costa Rica está destinada al vestuario y escenografía. El calzado es traído de Estados Unidos. Cada par tiene un precio de $90 y tanto participantes como bailarines reciben dos pares.
“Estas inversiones las hacemos para subir la calidad de la producción. Ese es el objetivo que nos proponemos todos los años. La marca Dancing with the Stars se debe cuidar mucho porque es sinónimo de glamour y elegancia, esto es parte de los estándares que nos pone la franquicia adquirida”, explicó Peraza.