‘The Leftovers’: La miseria de los benditos

The Leftovers regresa a HBO para mostrarnos más de un mundo que perdió, de golpe, al 2% de su población. La segunda temporada mudará la desesperanza a un pequeño e idílico pueblo hasta el techo de secretos.

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La gente se evaporó: un segundo estaba ahí y, al siguiente, el aire ocupaba su lugar. 140 millones de personas desvanecidas solo porque sí. ¿Puede haber un mundo peor que el retratado en la primera temporada de The Leftovers ?

Para dicha de la audiencia y miseria de los personajes, la serie de HBO no quemó todas sus sorpresas el año pasado. De ahí que con el inicio de su segunda temporada –este domingo 4 de octubre–, la desesperanza cobrará nuevos bríos. Aquí el castigo no es para quienes desaparecieron, sino para aquellos pobres diablos que quedaron atrás.

El regreso de la serie también plantea una perspectiva interesante, debido a que la historia televisiva que ya vimos estaba basada en la novela homónima de Tom Perrotta. Sin embargo, el libro quedó agotado en esos episodios, por lo cual los venideros son material totalmente original, aunque, desde luego, con la participación de Perrota, quien sigue como uno de los productores ejecutivos.

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En busca del paraíso. En su primer año, The Leftovers nos mostró a un mundo dañado, uno en el que la “normalidad” era un espejismo, dado que ninguna comunidad escapó a “la partida”, como se le conoce a la masiva desaparición acontecida tres años atrás.

Sin embargo, al parecer un pueblo sí conservó a todos sus habitantes por razones tan inexplicables como las de la propia “partida”. Y es ahí donde se desarrolla la nueva historia.

Muchos de los personajes principales ya conocidos abandonan la fragmentada comunidad de Mapleton, Nueva York, luego de los trágicos acontecimientos del último episodio de la primera temporada. Ellos, al igual que centenares más, se encaminan hacia Jarden, Texas, el único lugar en el mundo donde ninguno de sus residentes se esfumó. Y, desde luego, un lugar tan idílico, tan perfecto, no puede ser todo lo que parece.

Los protagonistas son casi los mismos de un año atrás: al frente de la historia tenemos a la improbable familia formada por Kevin Garvey (Justin Theroux) y Nora Durst (Carrie Coon). Ambos son espíritus golpeados, él por la locura desatada en Mapleton mientras era el jefe de Policía local, y ella tras perder en la partida a su esposo y dos hijos. Contra todos los pronósticos, Kevin y Nora terminan juntos, al lado de la hija de él, Jill (Margaret Qualley), y un bebé que llegó a su puerta en circunstancias poco claras.

Los Garvey se mudan a Jarden y entablan amistad con los Murphy, sus ideales vecinos de al lado con suficientes secretos para alimentar toda una nueva trama. Los Murphy son el bombero y expresidiario John (Kevin Carroll); la doctora Erika (Regina King) y sus hijos gemelos, el devoto Michael (Jovan Adepo) y la atleta Evie (Jasmin Savoy Brown).

También reubicado en tierra texana está el alicaído pastor Matt Jamison (Christopher Eccleston). Él –hermano de Nora– busca en Jarden un nuevo inicio, al lado de su esposa Mary (Janel Moloney), quien quedó paralizada tras un accidente de tránsito ocurrido durante “la partida”.

Los avances revelados hasta ahora por HBO no dejan claro cómo otros personajes ya conocidos se insertarán dentro de los nuevos capítulos. Aún así, está confirmado que volveremos a ver a Laurie (Amy Brenneman), la exesposa de Kevin, y a su hijo Tommy (Chris Zylka); así como a la desilusionada Megan (Liv Tyler) y a la líder del culto de los Culpables, Patti (Ann Dowd). El regreso de Patti parece uno de los “detalles” de respuesta más intrigante, dado que se quitó la vida ante un impotente Kevin que desistió en el último instante de asesinarla. Un detalle, nada más.

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En cualquier otra casa, The Leftovers sería un producto extraordinario. Sin embargo, dentro de la oferta de HBO, no se cuenta entre las joyas de la corona (difícil serlo en una familia que en la actualidad incluye a Game of Thrones y True Detective ).

Aún así, estamos ante una serie que en su primer año tuvo calificaciones aceptables de parte de la crítica y aplausos entusiastas del público. En esto tiene mucho que ver el equipo creativo a cargo del programa, que está encabezado por Perrota y por Damon Lindelof, cocreador y guionista de la venerada Lost .

Desesperanza: ahí vamos de nuevo.

Véalo. Domingo 4. HBO. 10:00 P. M