Fueron víctimas de sonados crímenes en Estados Unidos. ¿Qué sentirían esas personas en sus minutos finales? ¿Qué o quién ocasionó su cruenta muerte?
La serie Testigo final interpreta lo ocurrido en cada caso y lo pone en boca de las víctimas de asesinatos a los que no sobrevivieron.
Basados en reconstrucciones policiales y de testigos, así como en perfiles sicológicos de quienes perdieron la vida de esta manera, los productores de esta serie forense de ABC ofrecen una mirada única sobre el sentir del último testigo y elabora un inquietante estudio sobre el psique humano.
Veamos dos casos de los 13 que recorrerán los diversos episodios. Uno es el de Terry Caffey, ocurrido en Nueva York en 2008.
Tommy Gaston, vecino de Caffey, fue despertado una noche por un ruido en su jardín. Cuando abrió la puerta se enconctró a Terry moribundo, herido de cinco balazos. Alcanzó a contar que fue herido en un ataque contra su familia, que su esposa e hijos están muertos y que su casa se estaba incendiando. Caffey aseguró que el autor de la masacre había sido Charlie, el joven novio de su hija adolescente, Erin.
Todo era demasiado confuso pero, efectivamente, la familia había sido masacrada. La versión de Caffey, ya moribundo, ofreció una pista que llevaría a los investigadores por una senda que jamás habrían imaginado.
El 17 de octubre de 2006, la policía de Nueva Orleans respondió una llamada al 911 desde el Omni Hotel. Encontraron a un hombre muerto con una nota en la mano, en la que aseguraba que su fallecimiento no es un accidente, si no que tuvo que tomar su propia vida por otra que él tomó un año antes.
La investigación lleva a la policía a desentrañar un crimen sin resolver, en el que el profesor de baile Addie Hall resultó muerto por un supuesto suicidio. Pero no hubo tal.
Zack Bowen, un talentoso músico y camarero, se había convertido en la pareja inseparable de Hall. Increíblemente, ambos sobrevivieron al huracán Katrina, tras tomar la decisión de permanecer en Nueva Orleans y enfrentar la desgracia natural. Sin embargo, pasada la tragedia ellos se ensarzaron en su propia debacle y uno terminó con la vida del otro, increíblemente...