Taylor Swift habla de sus trastornos alimentarios, la presión social y de la nueva mujer que es en ’Miss Americana'

El documental se estrenó este viernes en Netflix y ha generado todo tipo de reacciones sobre lo que la artista estadounidense decidió mostrar en el trabajo dirigido por la cineasta Lana Wilson.

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Un año después de haber lanzado Reputation Stadium Tour, un especial sobre su última gira de estadios, Netflix vuelve a apostar al fenómeno Taylor Swift, por lo que la plataforma estrena este viernes Miss Americana, un documental que tuvo su premiere la semana pasada en el Festival de Cine de Sundance y que, a diferencia del anterior, pone el foco en la otra cara de la estrella, en su lado B.

Centrado en los últimos años de carrera de la exitosa cantante estadounidense, este retrato promete centrarse de forma reveladora, en su transformación de artista perfecta a artista con voz propia y ganas de usarla.

Esa intención, siempre atractiva en este tipo de producciones sobre el lado oculto de los famosos más famosos, ya quedaba clara en el tráiler lanzado días atrás.

Allí, el montaje de imágenes iba de la magnitud y el brillo de sus puestas en escena para recitales multitudinarios, a la aparente soledad de una habitación en la que podía confesarse sobre la presión externa.

Sobre eso y los videos de sus comienzos, la estrella del pop se sinceraba: “A lo largo de toda mi carrera, los ejecutivos de los sellos decían: 'Una buena chica no fuerza sus opiniones sobre las personas. Una buena chica sonríe, saluda y dice ‘gracias’. Me convertí en la persona que todos querían que fuera”.

Taylor Swift ha sabido sonreír, saludar, encantar y hablar de los sueños, del amor de sus fans y todo eso que las estrellas así de masivas manejan tan al dedillo en sus discursos. Pero también ha tenido que aprender a ponerle el cuerpo a la opinión mediática constante, al tono burlón con el que se habla de que tiene un tema para cada exnovio o que todas sus amigas son famosas y hermosas.

Hasta tuvo que soportar la interrupción de Kanye West cuando, en el 2009, ella intentaba agradecer su MTV Video Music Awards y él trepó para decir que el premio lo merecía Beyoncé. No conforme con eso, luego le dedicaría una canción que decía: “hice famosa a esa perra”.

Reputation, su penúltimo disco, fue una manera de cambiar de piel y de demostrar que ya no estaba para soportar humillaciones ni disparates. “La vieja Taylor no puede venir al teléfono ahora. ¿Por qué? Oh, ¡porque está muerta!”, cantaba en Look What You Made Me Do de ese disco y anunciaba la nueva era.

Nueva etapa

Miss Americana pretende ser un retrato de esa transformación que le llevó al menos del 2017 hasta acá, y le implicó cierta reclusión, un alejamiento drástico de los medios y un cese en su actividad de redes sociales.

“Tuve que deconstruir todo un sistema de creencias”, cuenta bajo las órdenes de la directora Lana Wilson, responsable del documental ganador del Emmy After Tiller, sobre los doctores estadounidenses que hacen abortos tras la semana 20 de gestación, y de The Departure, sobre suicidios en Japón.

"Me relacioné con ella como una artista femenina en una industria dominada por hombres. Hay algo diferente en la necesidad de gustarle a las personas de la industria, a las personas con las que trabajas. Si eres mujer, eres juzgada en función de si eres agradable o no, de una manera que no pasa si eres hombre”, dijo la directora a la publicación Vox.

“Inmediatamente pensé que eso podía ser increíblemente rico y profundo, y empecé a filmar”, contó, y aseguró que fue “extraordinariamente poderoso y especial” ver de primera mano, la evolución de la conciencia política y feminista de la cantante, y su apertura pública hacia esta parte de su vida.

En octubre del 2018 , Swift utilizó sus redes para compartir un cambio en su forma de pensar, que la llevó a implicarse de manera directa con la campaña electoral, a tomar partido y a animar a sus seguidores a hacer valer sus derechos. Un día después de esa declaración, 65.000 personas se habían registrado para votar.

Su cambio, su madurez (cumplió 30 el año pasado) y su empoderamiento seguramente sean lo más interesante de esta película que también le da lugar a la creación y a las giras, y a diferentes cuestiones de su vida público-privada, desde los trastornos de alimentación a su vínculo con los premios.

“Es el retrato del nacimiento de una activista”, resume la revista Variety, mientras que Time califica al documental de “un bosquejo intrigante pero incompleto de un ícono en transición”.

Las reseñas aparecidas hasta ahora coinciden en que Miss Americana logra elaborar una imagen más real de la cantante, pero con demasiada complacencia y respetando cierta burbuja, ciertos límites de un mundo privilegiado. Como si intentara no ser otro documental sobre una estrella muy popular alcanzando la madurez, con una directora con una mirada social crítica y atrevida, pero se quedara a medio camino en esa búsqueda.

Ahora que Taylor Swift asegura ya no sentirse bloqueada, y dice estar en su mejor momento, le toca ver cómo el mundo mira esta apertura de su intimidad. Y seguir cantando los temas de Lover, nuevo disco con el que en abril volverá a salir de gira, y seguir lidiando con la voz interior y las voces del resto. La misma tarea de todos.

¿Dónde verlo?

Fecha de estreno: Viernes 31 de enero

Plataforma: Netflix

Directora: Lana Wilson

Duración: 125 minutos