Tatiana Maslany: Irrepetible entre las clones

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En mayo pasado la comunidad de Regina, Canadá estrenó una calle en una zona muy exclusiva. El nombre propuesto para bautizarla no se topó con un solo obstáculo en el camino, Aquella vía fue rotulada “Maslany Lane”.

La decisión fue unánime, especialmente porque aquel camino sirve para que la comunidad se pavonee de que ahí nació la actriz canadiense del momento: Tatiana Maslany. Es aquella que a los cuatro años bailaba y a los nueve debutó en un musical en el teatro comunitario.

Este año entró por primera vez en la lista de candidatas a los premios Emmy en la categoría de Mejor actriz de drama.

Ella dice que nunca pensó que se lo mereciera y, probablemente por eso no se preocupó por levantarse a tiempo para escuchar la transmisión donde anunciaron su nombre entre las nominadas, en una lista en la que también aparecen Claire Danes ( Homeland ), Robin Wright ( House of Cards ), Viola Davis ( How To Get Away With Murder ), Elisabeth Moss ( Mad Men ) y Taraji P. Henson ( Empire ).

La actriz de 29 años se hizo un campo después de tres temporadas de interpretar al menos a cuatro papeles estelares de la serie Orphan Black . La cantidad de sus personificaciones es extendible si se toma en cuenta que, incluso, ha encarnado a un pequeño escorpión negro.

El año pasado la ausencia de su nombre para los Emmy causó tal disgusto entre sus fanáticos, que estos se organizaron para recaudar fondos con una campaña de crowdfunding y construirle ellos su propia estatuilla.

En Estados Unidos parecen no haber notado a Maslany antes de que su nombre apareciera en la lista de candidatas de este 2015. Los últimos meses, en cada entrevista, parece imposible dejar por fuera la pregunta obvia: ¿Cómo hace para interpretar tantos papeles en una misma serie?

Ahí está el detalle.

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Muchas de una misma

La serie que catapultó a Tat (como le dicen sus seres cercanos) trata sobre Sarah Manning, una mujer con un pasado oscuro, que cuando regresa de Inglaterra a Canadá se encuentra con otra persona físicamente idéntica segundos antes de que esta se lance a la s vías del ferrocarril.

En el afán de encontrar una respuesta para aquel misterioso hallazgo, Manning se da cuenta de que ella es parte de un experimento científico que ha repartido clones por varios rincones del mundo.

En aquel embrollo, Maslany se ocupa de representar, entre otros papeles, a la poco complaciente Sarah, quien a su vez toma la personalidad de la difunta policía Beth. También hace las de una autoritaria y conservadora ama de casa, una científica lesbiana y una empresaria que mercadea las modificaciones genéticas.

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Con sus papeles y las de sus colegas en la serie, Maslany aprovechó para decirse aliada de la causa de la población LGTB, también levantó discusiones por ser tan directa al decir que ella, en una infinidad de ocasiones, ha sufrido por el sexismo reinante en Hollywood.

La actriz se ha resistido a hacerle caso a quienes le han insistido que debería depilarse el bigote, que debería rasurarse las axilas más seguidos.

“Lo voy a hacer solo cuando un papel me lo exija y tenga sentido hacerlo”, dice, de manera inflexible.

Este año, es su año. En el 2015 se estrenaron dos filmes en los que ella aparece, junto a histriones como Helen Mirren y Ryan Reynolds (en Woman in Gold ) y Richard Dreyfuss (en Cas and Dylan ). Otros dos largometrajes saldrán antes de que comience el 2016.

Maslany no se copia a ella misma. No podría ser un clon. Su personalidad directa, pero a la vez evidentemente empática, le ha permitido que las puertas de la industria cinematográfica se vayan abriendo de par en par, a paso lento pero seguro. Un paso que resultó realmente irrepetible.