¿Quién diría que la última confesión que diera el carismático narrador Manuel Antonio Pilo Obando, la expresara en el canal que fuera su competencia? El 7.
Esas palabras, inéditas hasta el momento, su temple, alegría y su inconfundible sentido del humor, se verán reflejados este martes en el tercer programa de Las paredes oyen , a las 8 p. m., por Teletica .
El periodista y presentador del espacio, Édgar Silva, recordó que la entrevista se realizó el 23 de enero en el estudio Marco Picado, en La Sabana (el narrador falleció tres meses después , el 23 de abril).
“Desde que comenzamos la lista preliminar de los futuros entrevistados, el año pasado, siempre pensamos en Pilo, pero por su enfermedad no lo molestamos en ese entonces. En diciembre, cuando lo llamamos, dijo de inmediato: ‘¿Cuándo me quieren? ¿Cómo llego?’. Estaba entusiasmado, pero esa primera fecha se tuvo que cancelar porque lo internaron por una recaída”, recordó Silva.
El liberiano comentó que el popular narrador lucía débil, a raíz de los efectos normales de pasar por la hemodiálisis semanal, como acostumbrada los lunes, miércoles y viernes en el San Juan de Dios.
“Recuerdo que me llamó apenado que no podía asistir a la primera fecha. A los días se hizo. Incluso, teníamos a la doctora de la empresa cerca porque sabíamos que estaba un poco débil por la hemodiálisis. Venía con la presión alta y le dijimos que podíamos posponerla, no había apuro. Luego se recuperó y encantado grabamos el programa”, precisó el comunicador.
Dentro de esa conversación, Silva mencionó, sin dar mucho detalle, que una de las frases que le dijo el cartaginés, al repasar su trayectoria fue la siguiente: “Disculpe que esa voz de la que está hablando no es la mía. Ahora es más bajita, más débil. Fue lo que me dijo”, expresó.
Además de su trayectoria, Silva contó que el comunicador también habló de su enfermedad y las razones por las cuáles él cree que sufrió ese problema de salud.
“Comencé la entrevista con cuidado, para no generarle una emoción muy grande, que tampoco era mi propósito. Fue una de las entrevistas más cortas hasta el momento, pero también, una de las más reveladoras. Muchos lo definen como un tipo bonachón y simpático, pero lo curioso fue que él no se considera con esas cualidades; tenía una concepción diferente a la que la gente tiene”, indicó sorprendido el periodista.
Extraña sensación. Cuando Silva se enteró de la muerte del popular relator de Repretel, dijo que sintió una sensación rara de describir, la misma que tuvo cuando supo del fallecimiento del empresario Matteo Quintavalle (el cual también pasó por el programa y aún no se ha transmitido).
“¡Fue extraño! Desde que oí que le iban a hacer el trasplante estaba preocupado, porque cuando lo vi aquella vez lo noté muy débil. Pensé: ‘ojalá que aguante’. Desafortunadamente no fue así”.
“Hay que verlo de forma positiva. Uno tuvo la posibilidad de guardar ese testimonio de alguien que con el tiempo cobra validez, y una posibilidad de compartir esos bonitos momentos con la gente”, concluyó Silva.