Paté Centeno: ‘La prensa deportiva habla mucho, pero hace muy poco’

Sin rodeos La figura central del reality Esto es fútbol , de canal 9, reclutó a 22 chicos, tres de los cuales terminarán haciendo una pasantía fuera del país. De ello habla Paté, así como sobre su relación con la prensa y un sector de la afición

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Su personalidad lo hace ser un tipo callado, de semblante serio, que levanta la voz cuando lo ve necesario.

A pesar de su retiro del fútbol, Wálter Paté Centeno dijo que aún tiene mucho que aportar a este deporte, y por ello se animó a ser parte del reality de canal 9 Esto es fútbol , que busca a nuevos talentos para formarlos como jugadores.

Mañana (el programa se emite todos los lunes a las 7 p. m.) se transmitirá el cuarto de los 12 capítulos que conforman el espacio. Antes de que eso pase, el Paté , sentado de pierna cruzada, relajado, en el gimnasio donde se entrena en Escazú, habló de este proyecto, de su incursión en la tele y hasta de la enemistad que a veces genera su nombre entre un sector de la afición y de la prensa nacionales.

¿La idea de Esto es fútbol fue suya o de alguien más?

Sí. Fue una idea en conjunto, que nació con mis socios Rey Fraile y Jonathan en un café. Analizamos qué podíamos ofrecerle al televidente que está muy empapado del fútbol. Queremos darle a la gente una muestra de las vivencias, de las cosas que necesita un futbolista de alto rendimiento para tener éxito. Vimos la idea plasmada en canal 9, para mostrar el diario vivir, las necesidades y sufrimientos por los que tiene que pasar un deportista.

¿Qué lo hizo animarse a desarrollar este programa?

Tengo una academia, es Academia de Alto Rendimiento Wálter Centeno; como ahora estoy metido de lleno con eso, ando por todo el país viendo chicos; encontré que hay muchos talentos. A sabiendas de que la prensa deportiva habla mucho, pero hace muy poco, solo sabe opinar y criticar, no aportan sugerencias, ¡nada!, tomé la iniciativa. Creo que no se ha hecho algo serio con el fútbol de alto rendimiento, algo que cambie, que lo evolucione, que tenga sus frutos en el futuro, pero bajo la mano de un proceso bien supervisado.

Usted entrena a 22 chicos. Al compartir con ellos, ¿hay alguna historia que lo sorprendiera?

Sí, hay muchas. Aquí hay chicos de muchas zonas rurales que no tienen plata para los pases y trasladarse a la ciudad. Esto lo ven como una oportunidad, una motivación para salir adelante y surgir. Ellos tienen hambre de triunfo; eso lo compromete más a uno.

Usted es de Palmar Sur, ¿se identifica con estos jóvenes?

Sí, claro, porque viví cosas muy parecidas a ellos y (otras cosas) lindas con el fútbol. Uno retrocede el casete y se acuerda de las necesidades que uno pasaba.

Los docentes trabajan con chicos, pero están acostumbrados. En su caso, ¿no se vuelve desesperante manejar a estos grupos?

( Rompe la seriedad y se ríe ) Admiro mucho a los docentes por su paciencia. En este caso, no es fácil, pero me adapté. Sí me han sacado las canas; los chicos tienen cosas buenas y otras que los hacen cometer algunas inmadureces, pero uno, como encargado del grupo, debe saber manejar eso.

¿Ya descubrió a los chicos liguistas del grupo?

¡En el grupo hay de todo! Ya eso uno lo olfatea ( risas ). A veces se les sale, pero no hay ningún problema. Todos tienen derecho (a ser aficionados a cualquier equipo),

Le pasó que ellos tenían un concepto suyo y ahora que lo conocen más de cerca tienen otro...

Sí, las personas que han convivido al menos una hora con Wálter Centeno se han dado cuenta de lo que soy. Tampoco tengo que andar diciendo que soy la mejor persona del planeta; tengo muchos defectos, pero sigo siendo, hasta donde puedo, la misma persona.

¿Qué consejos les da a los 22 chicos con miras a desarrollarse como futbolistas profesionales?

Más que todo, la disciplina: enseñarles que no es fácil, que la gente cree que jugar fútbol es solo salir los domingos a la cancha y ya, pero no. Lleva preparación y ser de mentalidad fuerte. Muchos logros del periodista se construyen con la mente. (Un futbolista) no se hace de un día para otro. Hay que decirles todos los días que tienen que mantener una constancia y nivel de motivación muy alto.

¿Les advierte de que, en el futuro, esa carrera tiene factores que pueden echarlo todo a perder, como las drogas y el licor?

Creo que eso va de acuerdo con el profesor, que les debe ir inculcando las cosas buenas del fútbol y (advirtiéndoles sobre) las cosas de la fama que te pueden afectar. En mi caso, les he inculcado que esto es trabajo, sacrificio, constancia, que es cero vicios, alejarse de la vida mundana. Un futbolista de alto rendimiento se tiene que alejar de la noche, de la sociedad, y centrarse en el fútbol. Así lo hice yo, es lo que me daba de comer y por lo que me alejé de los vicios. Eso se los explico a los muchachos.

De 22, elige a su once ideal y, luego, tres de ellos tendrán un premio grande. ¿De qué se trata?

Irán a una pasantía de una semana a un club fuera de Costa Rica. Ese es el premio que les vamos a dar a los tres elegidos que fueron más constantes, tanto fuera de la cancha como dentro.

¿Cuál club será ese?

Todavía no vamos a decir cuál lugar, tenemos dos lugares vistos.

¿Cómo se ha sentido ahora del lado de la televisión?

¡Es otra cosa! La televisión es... Creo que me ayudó mucho el pelearme con la prensa, porque soy de las personas que dicen lo que piensan. No estoy engañando a nadie, soy directo como siempre. Decir lo que siempre he sentido del fútbol, sin importar caerle bien o mal a alguien. No tengo por qué cambiar mi personalidad.

¿Le son extrañas las cámaras?

Sí. Hablando de cámaras, no crea, siempre hay un miedo, un temor a eso, pero ahí uno va adquiriendo confianza conforme vayan pasando los capítulos.

¿Se animaría a realizar una segunda temporada del reality ?

Estamos manejando eso. Este programa no es fácil hacerlo; se necesita mucha ayuda y colaboración de la empresa privada. Esto es como un llamado de atención a la sociedad y al medio del fútbol. Aquí se habla mucho y se hace poco, solo vivimos quejándonos, criticando domingo a domingo. Yo creo que es hora que el país se dé cuenta de que tenemos que creer en los procesos y tenemos que aportar al fútbol para recibir los beneficios.

Está estudiando para convertirse en técnico, ¿cómo va eso?

Bien, bien, ya me falta la B y la A de los cursos para sacar la licencia.

¿Le gustaría entrar directamente como entrenador, o prefiere empezar como asistente?

Bueno, depende de quién me asista (risas), con todo respeto. Uno está para aprender y no para llenarse de malos vicios. En esto del fútbol hay que estar cerca de gente exitosa. En ese caso soy un poco exclusivo para escoger quién me puede ayudar, quién está a la par mía.

¿Lo natural es que dirija Saprissa en un futuro?

No sé, tal vez en su momento se dará, no depende de mí. Siempre he dicho que esa institución me dio mucho y yo le di mucho, entonces estamos en paz. Ahora, si se da la oportunidad, bienvenida sea, y también si fuera dirigir otro equipo que crea en mi capacidad como entrenador: bienvenido.

¿Cómo se describe ahora en esta etapa fuera de las canchas?

Más relajado de la presión de la prensa, pero no de jugar, eso me hace mucha falta. Estoy más relajado porque había mucha presión alrededor de mi persona, pero a veces a uno le hace falta esa presión. Una vida sin presión es como una comida sin sal.

Se suele tomar como referencia a Wílmer López y a usted como los típicos 10 de la Selección. Para usted, ¿existe hoy un 10 así en la Sele ?

De características similares a las de Wílmer y mías no tanto, pero sí existe otro tipo de 10, que es Bryan Ruiz. Él tiene su protagonismo en otra fase, no es tanto un jugador que hace jugar a su equipo, sino que tiene un fútbol más individual, más de un uno contra uno, contrario a lo que aportábamos en nuestro momento. Tal vez la gente extraña ese tipo de jugador porque la Selección tiene otro tipo de líder. Son dos tipos de 10.

A usted la gente lo ama o lo odia...

(Interrumpe y contesta) Pero todos me quieren al fin y al cabo.

Le iba a preguntar que muchos lo consideran un “agrandado”, un “creído”. ¿Es así o se equivocan?

Tengo mi personalidad, mi forma de ver las cosas, mi forma de caminar, de comer, es igual que todo el mundo, pero a mi manera. Si gustos no hubiera imagínese qué aburrido sería el mundo. En esta vida, hay que respetar personalidades. El tico debe aprender a respetar al prójimo y no estar juzgando mal, porque cuando alguien juzga a una persona, tiende mucho a equivocarse después.

¿Llega a un punto en que se acostumbra o que disfruta de esa enemistad que le tienen algunos?

Imagínese que si yo me hubiese peleado con todas las personas que me decían tal cosa, cuántas demandas tendría encima. No iba a perder el tiempo en eso; hay cosas más importantes en mi vida. Al fin y al cabo, ¿quién me dio la razón de que yo era un buen futbolista? La misma gente es la encargada de valorarte. Después de que uno ya se retira, la misma gente te da ese beneficio. Dicen: “La verdad es que él fue un buen jugador”, entonces te extrañan. La gente que juzga se encarga de recordarte, de valorarte. Quedó claro que no era lo que la prensa decía de la personalidad de Wálter Centeno.

¿Usted mantiene ese mecanismo de defensa contra la prensa?

Siempre tuve ese mecanismo de defensa. Nunca iba a dejar que entraran en mi sitio, en mi círculo. Ellos se encargan de informar si usted juega bien o mal. ¡Hasta ahí! Y como yo no les di cabida para más, entonces empezaron a sembrar controversia donde no había, pero es parte de ser figura pública. Espero también cuando a una figura pública se le golpea, ellos se pongan del lado de esa persona.