Mario Kreutzberger, Don Francisco: “Alguna gente siempre se quiere aprovechar de uno”

El chileno del programa Sábado Gigante comentó de las dos caras de la fama, sus proyectos a futuro en televisión, cómo se siente a sus casi 73 años y sus deseos de no desprenderse de la pantalla chica

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aandino@nacion.com

Su nombre artístico es sinónimo de autoridad en el mundo de la televisión hispana. Poseedor de un récord guinnes al mantenerse como presentador de un mismo programa durante 51 años ( Sábado Gigante ), el conductor chileno Mario Kreutzberger, más conocido como Don Francisco , sumará otro galardón esta noche.

El animador recibirá en Las Vegas el Premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación, en la edición número 14 de los premios Latin Grammy , por servir de plataforma en su espacio sabatino a múltiples estrellas latinas.

Previamente, desde Miami, el presentador conversó con Viva por teléfono y en exclusiva sobre esto, proyectos para el 2014, su estado de salud y hasta su creencia religiosa.

¿Qué opinión le merece este reconocimiento a su currículum?

Es un honor muy importante que recibo con mucho orgullo y que lo tengo que repartir en millones de pedacitos. Yo solamente estoy representando a los productores y creativos de nuestro programa, que durante 51 años le han abierto las puertas a muchos artistas que nacieron aquí, y a otros que ya venían formados.

¿Sabe algo del homenaje?

Tengo poco conocimiento de cómo será, pero iré acompañado de mi hija Vivian, en representación de mis tres hijos, y mi nieta Jael, por mis nueve nietos.

¿Qué recuerdos se le vienen a la mente cuando le digo Costa Rica?

Estuve varias veces, hice diferentes reportajes. Tengo buenas anécdotas en ese país. También me llamaba mucho la atención la amplia democracia que se ha vivido en Costa Rica durante el tiempo en que los he visitado, y estoy lleno de buenos recuerdos. Ahora estoy haciendo mucho menos reportajes por un tema de calendario. Me parece que me gustaría ir de nuevo, para visitar un poco más del interior de Costa Rica y mostrarlo a todos nuestros tele -espectadores.

Con 51 años comandando el programa Sábado Gigante de Univisión, ¿cuál es el secreto para mantenerse por tanto tiempo al aire?

Yo creo que esto es algo que está en el alma de uno, todos nosotros queramos o no, no sabemos cuándo retirarnos. Ni usted, ni yo, ni el presidente del banco, pensamos en eso. Porque uno depende de lo que ha hecho estos años, de lo que ha construido y es difícil desprenderse y decir: “¡Hasta aquí llegué!”

¿Le costará decir adiós?

Sí, se me hará difícil, dependo mucho de esto. Lo siento (la televisión) como una pasión.

¿Cómo es Mario si me lo topo en la calle? ¿detrás de las cámaras?

Soy como cualquier hijo de vecino. Salvo que tenga que tener la actitud de lo que representa un personaje. Usted se encuentra con Shakira en un supermercado vestida sencilla, y será distinto si fuera (Roger) Federer en el momento que va a un restaurante. Son dos personajes distintos, una cosa es con raqueta y otra cosa sin raqueta. Hay que vivir la vida todos los días . La vida del espectáculo y del aplauso, que son dos cosas similares, están relacionadas con público. Uno hace el mayor esfuerzo por conseguir ese aplauso, sea cual sea la actividad.

Antes me habló de los nietos, ¿cómo se califica como abuelo?

¡Creo que mejor que papá! Tengo el gran gusto, orgullo y deseo de hablar siempre con mis nietos.

Entiendo que constantemente viaja de Miami a Santiago y viceversa, ¿cómo lidia con el desgaste físico de esos múltiples viajes?

Sí, una vez al mes voy a Chile. Acabo de llegar y luego me tengo que embarcar de nuevo. No es fácil pero hay que hacer el empeño todos los días. Son ocho horas de vuelo. Recuerdo que por seis años, pasé viajando entre Santiago y Miami todos los sábados y todos los miércoles. Por tanto viví 11 días al mes en Miami, 11 en Santiago y ocho noches arriba en el avión. Ya estoy como acostumbrado, aclimatado.

El 28 de diciembre cumple 73 años. ¿Cómo se siente a esa edad y cómo cuida su salud?

Sí, 73 años. Me siento con menos fuerza que a los 63 y mucho menos que a los 53, pero con las mismas ganas de los 22. Trato de cuidarme, comer sano, no lo hago siempre. Intento hacer ejercicios, se me olvida de vez en cuando. Trato de hacer lo que me dicen que hay que hacer. Caminar, antes jugaba tenis todos los días hasta hace dos años atrás.

¿A qué le teme?

Yo le temo a todo. Le temo a todo lo que hay que tenerle temor.

Tener tanta fama es un arma de doble filo. ¿Cómo la controla cuando la gente intenta aprovecharse de esa fama, como la falsa paternidad que quisieron atribuirle?

Alguna gente siempre se quiere aprovechar de uno, y siempre hay alguien que quiere aprovecharse de la popularidad y cosas así, pero uno tiene que aprender a vivir con eso. Ser suficientemente modesto para saber que la fama es prestada.

¿Qué proyectos le gustaría hacer para el 2014 que se aproxima?

Bueno, me gustaría empezar a producir algo con mi hija que también es animadora en Chile. Me gustaría desarrollar nuevos talentos aquí en Sábado Gigante , para que el programa pueda prolongarse por más tiempo.

¿Su hija Vivian podría ser la heredera de Sábado Gigante ?

No. Yo creo que en este trabajo no hay herederos, lo de mi hija es para producir otras cosas para ella, igual que desarrollar nuevos talentos, hay que desarrollar cosas para cada uno. Yo pienso que no hay heredero de nadie, salvo las dinastías Ming, Ching, y los reinados. Aquí en lo demás cada uno se rasca con sus propias uñas.

Ya se acerca la Teletón en Costa Rica. Usted es el fundador a nivel mundial de estas causas, ¿se imaginó que su proyecto fuera a alcanzar tan grandes magnitudes?

Yo lo he hecho con mucho gusto. Ha sido quiz mi mayor realización como persona porque he logrado hacer la Teletón de mi país 35 años. Hemos cambiado el mapa de la discapacidad. Hemos logrado una integración e inclusión no total, pero sí algo. Hemos exportado eso a 16 países y, cada uno, con sus propios actores, la Teletón ha demostrado de ser una instancia de necesidad solidaria de nuestras naciones de la América moderna.

En su carrera ha realizado infinidad de entrevistas pero, ¿cuál artista se le ha negado?

Estaba tratando de pensar ahora cuál nunca ha venido al programa, pero la verdad... ¡no recuerdo! Deben haber algunos que, después se hicieron muy populares y ya no vinieron con facilidad.

¿Y a cuál personaje no ha logrado entrevistar y quiere hacerlo?

Tengo gran interés en conocer al actual papa Francisco . Tenemos algo en común: Los dos nos llamamos Mario y nos van a decir Francisco (risas). Al mismo tiempo tengo una gran admiración por él, y quisiera que él conociera un poco más de nuestra obra.

Usted fue bendecido por el papa Juan Pablo II en vida, ¿cierto?

¡Exactamente! Yo recibí la condecoración Benemerenti de Juan Pablo II.

Sus padres son judíos, ¿Mario Kreutzberger en quién cree?

Yo creo en un ser superior, soy un poco agnóstico en la forma, pero tengo las mismas dudas que el papa Francisco en una de sus charlas. Yo creo en una fuerza en un ser superior pero me guió bajo esos principios de hacer todo lo bueno aquí en la tierra, no reservarlo para la próxima vida.

¿Qué le falta por hacer?

Desde hace una década estoy luchando por encontrar la manera de hacer una cadena de televisión dedicada a las personas de 50 para arriba. La oferta en la comunicación se busca de 18 a 34 años o a 49 como máximo. Yo digo al revés, de 50 para arriba porque el mundo está viviendo cada vez más, y la gente entre más edad necesita comunicarse de una manera distinta, pues hay una brecha generacional muy grande.