Mudanza mortal, la espeluznante historia real que inspiró el filme de Netflix

No es una historia de fantasmas, es algo mucho peor. Se trata de un caso de la vida real en el que una pareja vive una pesadilla cuando pensaron que habían encontrado la casa de sueños

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En esa casa asustan, pero no crea que son fantasmas ni otros hechos sobrenaturales. La historia de Mundanza mortal, nueva película de Netflix, está inspirada en un caso de la vida real y eso la hace estremecedora.

El filme, que se estrenó este mes en la plataforma, cuenta la historia de Kevin y Natalie, una joven pareja que enfrenta problemas en su matrimonio, pero quienes no están dispuestos a darse por vencidos.

Así que, con la esperanza de salvar su unión, se mudan a la casa de sus sueños para empezar de nuevo.

Sin embargo, sus desaveniencias pasarán pronto a un segundo plano y serán lo que menos les preocupe. Inquietantes e inexplicables eventos empezarán a ocurrir a su alrededor, dejándolos desconcertados.

A continuación encontrará detalles del caso verdadero -que tiene muchas similitudes con el filme-, por lo que si aún no ha visto la película esta es la advertencia de que a partir de aquí podrá encontrar spoilers.

Historia real

En el 2011, el matrimonio formado por Jerry Rice y Janice Ruhter encontró la casa de sus sueños. Estaba ubicada en un barrio exclusivo de San Diego, California, tenía un cálido estilo español, un gran patio y a pocos metros se encontraba una escuela. No podían pedir nada más.

Se apresuraron a hacer una generosa oferta porque, además de ellos, había ocho familias más interesadas en adquirir aquel hermoso hogar. Debían actuar rápido o la casa se les podría escurrir de las manos.

Cuando recibieron la noticia de que habían aceptado su oferta, no cabían de la alegría y pronto se mudaron con su pequeño hijo. En ese momento Janice estaba embarazada de una niña y, la hermosa Avery, nació tan solo dos semanas después de haberse mudado. ¡Qué afortunados se sentían!

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que empezaran a acontecer extraños sucesos. De entrada, les llegó una carta con una oferta de alguien que quería comprar su casa. Luego su correo empezó a verse inundado de correspondencia y revistas que no habían solicitado. Pero eso solo fue el comienzo, a partir de ahí todo empeoró.

Pronto descubrieron que la propiedad aparecía listada a la venta en distintos sitios de bienes raíces y decenas de desconocidos empezaron a tocar a su puerta. No podían entender qué era lo que sucedía.

Luego, Jerry fue confrontado por seis vecinos que le reclamaban el porqué les había enviado una tarjeta de San Valentín a sus esposas. Algo que obviamente él no había hecho.

Al joven esposo no le quedó otra que disculparse con sus vecinos, muchos de los cuales ni siquiera conocía.

“Yo era como, ‘lamento que esto esté sucediendo. No sé qué pasa‘”, le dijo Rice a la revista People, en un artículo publicado sobre su historia en 2015.

“Estamos tratando de averiguar quién es. Me hizo sentir realmente incómodo. Siempre quieres empezar con el pie derecho”, agregó.

Pocos días después una vecina recibió una carta, en apariencia formal, en la que le advertía que un depredador sexual se había mudado al barrio, lo cual le causó gran preocupación porque era madre de cuatro hijos.

“Llegó en lo que parecía un membrete oficial”, narró Crista Hubbard en el mismo artículo.

“Consulté el registro de delincuentes sexuales. No había ninguna bandera roja en mi calle“, recordó desconcertada.

Más y peor

Si todo esto le parece terrorífico, aún hay más. Un día un hombre se presentó a la puerta de la casa con la intención de tener sexo con Janice.

Fue así como la esposa descubrió que su nombre, foto y dirección, aparecían en un anuncio en línea en el que decía que su fantasía era ser violada por desconocidos mientras su esposo andaba trabajando.

En ese momento la situación pasó de ser extraña para convertirse en una situación de peligro. Era evidente que alguien, por alguna razón desconocida, quería asustarlos, pero ahora también quería lastimarlos y convertir su vida en una miseria.

La pregunta era: ¿Quién podría ser?. La pareja no tenía idea de los motivos que podría tener esa persona. No tenían enemigos. Jerry era un profesor de educación especial de un colegio y Janice trabajaba en un laboratorio científico en un hospital infantil.

“Empecé a entrar en pánico. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar esta persona? Ya no me sentía segura”, le dijo Janice a People.

No había otro remedio y llamaron a la policía. Sin embargo, pasó todo un año en el que siguieron sufriendo de acoso. Les llegaban facturas de $1.000 mensuales en pañales para adultos y también descubrieron un anuncio de una fiesta de fin de año que tendría lugar en su patio.

Por fin, la investigación halló a la persona culpable. Era Kathy Rowe, una mujer de 53 años y madre de una joven 16 años con una discapacidad quien estaba detrás de todo.

¿La razón? Ella era una de las ocho familias que también intentaron comprar la casa. Cuando se dio cuenta que había perdido la oportunidad se sintió devastada.

“Yo tenía muchas esperanzas en esa casa. Cuando entré se sintió como mi hogar. Es como si hubiera escuchado pajaritos y música sonar. Cuando entré, esa era mi casa”, le dijo Rowe a ABC News.

La mujer fue condenada a un año de vigilancia electrónica, a cinco años de probatoria y a diez años de mantenerse alejada de la pareja.

“Mi intención nunca fue herirlos”, le aseguró la mujer a ABC.

Por su parte, Jerry afirma que su familia todavía vive con miedo.

“Cada vez que alguien llega a la puerta, uno se pregunta a qué vendrá esa persona”, afirmó el esposo al noticiero.