Esta semana conoceremos a Kirby Buckets, un niño de 13 años cuya mayor aspiración en la vida es ser un famoso especialista en animación, tal como su ídolo, el animador Mac MacCallister.
Kirby –interpretado por Jacob Bertrand, quien ha actuado en Rise of the Guardians y ParaNorman – dedica gran parte de su día a dibujar personajes que eventualmente adquieren vida, aunque de esto solo se percatan él y los espectadores del programa.
Empero, en Kirby Buckets –la serie que Disney le dedicó al personaje y cuya primera temporada se estrenará esta semana en la señal de Disney XD– sus amigos de carne y hueso también tienen influencia en el curso de la historia.
En el primer episodio del show , por ejemplo, Kirby se da cuenta de que hay un concurso para dibujar personajes cuyo premio principal es conocer a McCallister, su héroe. Junto a Fish y Eli, dos de sus amigos escolares, planean ir al concurso, pero accidentalmente terminan en una ciudad llena de payasos raros.
Al mismo tiempo, su hermana Dawn se da cuenta de que el dibujo con el que Kirby intentará participar en el concurso es el de Dawnzilla, en el que ella es retratada como un monstruo severo. Por eso, ella y su amiga Belinda intentan hacer todo lo posible por detenerlo.
La trama lleva a los personajes a más meollos, y eventualmente Dawn más bien aprovecha el dibujo para subir su popularidad en la escuela, mientras que su hermano sigue aventurándose en todo tipo de locuras junto a sus amigos humanos y sus compañeros animados.
Lo malo es que no será la primera vez que Dawn y Belinda quieran entrometerse en los planes de Kirby, pero tampoco será la última vez que el trío comandado por Buckets se salga con la suya.
Además, con la ayuda de sus amigos animados –que, además de Dawnzilla incluyen a Trisero, Dr. Golpe en la Panza, Macho Taco y Cara Aplastada–, Kirby nunca se aburrirá, aunque deberá aprender a no encerrarse tanto en su mundo.
Con una imaginación vívida, Kirby también retrata con su personalidad y sus dibujos el excéntrico pueblo en el que nació y en el que se crió, el cual –aunque criticable, como todos– tuvo un efecto importante en la generación de la asombrosa inventiva del niño.
La trama de los primeros capítulos es impredecible, como lo es también la creatividad tan temprana de su protagonista, quien persigue sus objetivos de forma tan impetuosa en su pubertad que genera la duda de lo que será capaz de lograr cuando entre al mundo de la adultez.