La carrera de la intérprete mexicana Kate del Castillo está marcada por la ambición y el poder. Los personajes más memorables como actriz de telenovelas siempre fueron de mujeres fuertes, calculadoras y bellas.
Quién iba a imaginar que, con tan solo 20 años, su debut en la pantalla chica en 1991 como la ambiciosa Leticia, en la exitosa telenovela juvenil Muchachitas , le iba a marcar su terreno profesional y la llevaría, dos décadas después, a darle vida a la narcotraficante Teresa Mendoza, en La Reina del Sur .
Ella domina a la perfección el estereotipo de femme fatale : con una sonrisa maliciosa, tacones altos, labios rojos, mirada altanera y belleza inigualable, manipula a su antojo a cualquier hombre que se le cruce en su camino.
Estos papeles no solo la han hecho mundialmente famosa, sino que salpicaron su propia realidad cuando se le relacionó con el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán; el papel que Del Castillo jugó en la entrevista que el actor Sean Penn le hizo al capo para la revista Rolling Stone, y la supuesta persecución de la que fue víctima por el gobierno mexicano luego de ese encuentro.
Aunque esas noticias son “harina de otro costal” para los fines de esta publicación, no se puede obviar que fueron el gancho perfecto para promocionar el nuevo proyecto de Netflix para Latinoamérica: Ingobernable , una serie con 15 capítulos que verá la luz este próximo 24 de marzo.
Dato curioso: al parecer Kate del Castillo empezó a grabar esta producción mientras lidiaba públicamente con el escandaloso y extraño encuentro que tuvo con el Chapo Guzmán. En el video promocional de la serie, la actriz afirma: “Ha sido para mí un reto enorme. Voy viviendo con Emilia (nombre del personaje que interpreta) todo lo que está sucediendo y hay muchas similitudes. Pasamos momentos difíciles entre la ficción y la realidad”.
¿Casualidad? De primera entrada, y sin conocer muchos detalles de esta nueva producción, hay algunas similitudes entre la actual familia presidencial mexicana y la que nos muestra Netflix.
Enrique Peña Nieto es el actual presidente mexicano. Cuando asumió el poder en el año 2012 era visto como un joven y atractivo político lleno de ideales, quien asumió las riendas de un país sediento de nuevas ideas. Hoy es visto... bueno, solo lean los principales diarios del país azteca.
A su lado está Angélica Rivera, la despampanante primera dama y quien fue una de las actrices consentidas de Televisa; ella protagonizó telenovelas que arrasaron en popularidad como Destilando amor , Angela y Huracán.
Un escenario muy similar nos pintan en Ingobernable cuando introducen a Diego Nava (interpretado por Erik Hayser), el joven y atractivo mandatario mexicano que llega al poder como candidato independiente, prometiendo un mejor futuro para todos.
A su lado está la también despampanante Kate del Castillo en la piel de Emilia Urquiza, “la primera dama con grandes planes para mejorar las condiciones del país a través de su compromiso de luchar por la paz”, como lo señalan las notas de prensa.
Hasta ese momento (según lo que se puede apreciar en los avances de la serie y en la manera en la que visten y proyectan al actor Hayser), hay una extraña similitud entre el personaje de Diego Nava y cómo luce en la actualidad el presidente mexicano, Peña Nieto.
Sin embargo, esa realidad se desvanece cuando Urquiza toma protagonismo. Durante los primeros dos años del gobierno, Emilia se empieza a decepcionar de Nava cuando reafirma lo que más temía: el hombre del que está enamorada se ha dejado seducir por la “aparente” corrupción que vive la clase política mexicana. Para Urquiza no hay otra salida y decide separarse: ¡un presidente en pleno ejercicio tiene que lidiar con una escandalosa separación!
Todo pareciera tener tintes telenoveleros hasta que asesinan al presidente Nava y la principal sospechosa es Urquiza: la primera dama. De pronto la telenovela es ahora un thriller político, protagonizado por Kate del Castillo, producido por Argos y distribuido por Netflix.
Es inevitable: esta producción tiene impregnada a Kate por todo lado. Le da vida a “una mujer de personalidad fuerte, convicción e ideas claras que la hacen capaz de cualquier cosa: hacer a un presidente, dejar a un presidente y hasta matar a un presidente”, según las notas de producción.
¿Será Emilia la villana o la víctima? No lo sabremos hasta después de su estreno el próximo viernes y conforme vayamos separando la realidad de la ficción.
Véalo. Viernes 24 de marzo. Netflix