'Game of Thrones': repaso de 'No One', episodio 8 de la temporada 6

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Cuando la actual temporada de Game of Thrones se dé por terminada, No One bien podría ser su capítulo más flojo. Esto no quiere decir que el episodio emitido el domingo 12 de junio fuese de mala calidad, sino que pagó el costo de ser el preámbulo de uno de los programas más esperados en la historia de la serie de HBO.

Alerta de spoilers: En adelante encontrará amplios detalles de lo sucedido en No One y otros episodios anteriores de la sexta temporada de Game of Thrones. Proceda con precaución (en caso de no haberlos visto aún).

De No One no hay mucho que decir, pues resultó ser más un capítulo de tránsito, con algún énfasis en el cierre de un par de historias. Mucho tiene que ver con que en días previos a su emisión, HBO empezó a generar ruido de cara a los dos últimos programas que le quedan a la temporada, con lo que la atención se depositó en lo que sucederá en las dos semanas venideras. Aún así, estos son los puntos destacados del más reciente capítulo emitido de la serie.

- La historia más fuerte le correspondía a Arya, quien dio por cerrada su pasantía por la orden de asesinos a sueldo de los Hombres sin Rostro, en Braavos. Hay que destacar la espectacular escena de persecución que se da por las calles de la ciudad entre una Arya herida y una Huérfana con una determinación mortífera tal que bien pudo pasar por el robot T-1000 de Terminator 2. A pesar de que se trató de una corta cacería, su ritmo trepidante fue en la mejor línea de filmes de espías, muy al estilo de las sagas de Jason Bourne o James Bond.

Las locas teorías de fans sobre un posible vínculo entre Arya y la Huérfana fueron solo eso, teorías, y la adolescente guerrera preferida de todos saldó el asunto poniendo la cara de su adversaria en la Casa de Negro y Blanco. Así, convertida en una ninja con escrúpulos, Arya se despidió de Jaqen reafirmando que es una Stark de Winterfell y que va de regreso a Westeros.

- En King's Landing vimos a un Tommen desconocido. El monarca sigue siendo bastante patético pero esta semana se ganó un poco de nuestro respeto, pues con una jugada sencilla logró sacarse de encima la presencia que más ruido le generaba: la de su madre. Cersei podrá ser muchas cosas, pero no hay queja sobre el amor que le profesa a sus hijos, lo que hace la traición de parte de Tommen aún más dolorosa.

La maniobra fue sencilla: Tommen decretó que los juicios por combate ya no serán permitidos, lo que dejó a Cersei sin posible defensa ante el juicio por sus pecados que le sigue la Fe Militante. La reina siempre confió en los juicios por combate, especialmente desde que se hizo de los servicios de la versión zombi de La Montaña. Ahora, gracias a su religioso hijo, la reina madre deberá echar mano al ingenio para salir de un proceso que a todas luces tiene perdido. Sin duda que la especialista en complots ya echó a andar su plan b, como quedó en evidencia con su misteriosa conversación con Qyburn acerca de los rumores que ella le ordenó investigar.

Tommen 1 - Mami 0.

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En las Riverlands, Sandor Clegane vuelve a convertirse en personaje principal. El Hound anda en caza de los hombres que masacraron una semana atrás a la congregación religiosa que lo había recogido, y de ahí se generan secuencias de fino e incorrecto humor negro (de aplauso cuando Clegane procura "motivar" a una de sus víctimas a que lo insulte mejor, previo a abrirle la cabeza con un hacha).

En la temporada oficial de los regresos, Sandor se topa con los que eran los últimos dos personajes de los que no sabíamos nada desde hace años que faltaban por reincorporarse a la serie: Beric Dondarrion y Thoros de Myr. Los líderes de la Hermandad sin Estandartes se aprestaban a ajusticiar a sus compañeros por el crimen de la congregación, propiciando de nuevo los mejores momentos de ácido por parte del Hound, furioso ante la imposibilidad de ser él quien acabase con aquellos desgraciados (la "negociación" sobre los métodos y calidades de las ejecuciones fue tan incorrecta como entretenida).

El "indestructible" Dondarrion y el sacerdote Thoros le tienen aprecio a Clegane, y parece que él no aborrece su compañía, a pesar de la sangre que corrió entre ellos temporadas atrás. A como iba su conversación, es probable que el enorme guerrero se una a ellos en su periplo hacia el norte.

En Meereen, otro episodio de mero trámite. Varys se marchó de vuelta a Westeros, con lo que se perdieron sus deliciosas discusiones con Tyrion. En cuando al autoproclamado "enano más famoso del mundo", sus intentos por generar camaradería con los robóticos Grey Worm y Missandei ya cansan. Benditos sean los sabios amos de Yunkai, Astapor y Volantis, que interrupieron la insufrible sesión de chistes con un ataque sorpresa contra la Meereen.

La negociación política de Tyrion con los enemigos de la ciudad no dio resultados esperados y al enano regente se le enredaron los mecates. Afortunadamente, mamá volvió a casa: Daenerys hizo una entrada triunfal a la pirámide, a cuya cúspide llegó sobre el lomo de Drogon (genialidad el sugerir la presencia del dragón, sin necesidad de mostrarlo). Y bueno, por primera vez en la temporada, la Reina de los Dragones no dijo nada en cámara, lo cual no le cae mal después de tantas semanas de arengas políticas.

En Riverrun, el sitio de la ciudad por parte de los Frey y los Lannister propició un reencuentro raro y esperado. Jaime Lannister y Brienne de Tarth tienen un pasado, una ambiguedad sentimental difícil de explicar y el volver a verlos juntos es incómodo y agradable en proporciones iguales. Ambos vuelven a ser rivales y se respetan como tales, sin considerarse enemigos en todo el sentido del concepto.

Fue una jornada dispar para ellos: Jaime logró la rendición de Riverrun sin necesidad de pelea, mientras que Brienne fracasó en su misión de reclutar al Blackfish y a la fuerza de los Tully para unirse a la causa de Sansa Stark en el norte. El caballero manco aplicó lo mejor de su ingenio para quebrar (aún más) a Edmure Tully, el más reciente miembro en la lista de los mequetrefes de la serie. Tras las amenazas de Jaime, Edmure abre las puertas del castillo y entrega su ciudad a los Frey.

Mención aparte para dos diálogos bien logrados: el que se da entre Podrick y Bronn –viejos compañeros de aventuras al lado de Tyrion, una eternidad de años atrás– y el intercambio entre el Blackfish y Brienne, dos soldados por excelencia y cabeza dura como pocos.

Semana libre: Jon, Sansa, Brann, Margaery, Daenerys (casi, casi), Theon, Yara, Sam y Ramsay (cuarta semana consecutiva para él).

Muerte de la semana: Por relevancia debería ser el Blackfish, pero que se diera fuera de cámara fue poco digno para el calibre del guerrero. Otra opción es Lady Crane, cuyos antecedentes empezaban a sonar interesantes en sus pláticas con Arya, hasta que la Huérfana terminó el "trabajito" que estaba pendiente.

La frase de la semana: "Las cosas que hacemos por amor", Jaime Lannister (eso dolió).

Lo que viene: Tradicionalmente, el noveno episodio de las temporadas de Game of Thrones suele ser el más espectacular. Tal parece será el caso con The Battle of the Bastards, que ya es sabido representará el esperado enfrentamiento por la soberanía de Winterfell entre los ejércitos de Ramsay Bolton y Jon Snow. La expectativa de cara a dicho capítulo es enorme, máxime desde que se supo que tendrá una duración mayor a la acostumbrada para un episodio regular de GOT (cinco minutos adicionales, que para cualquier fanático de la serie se traducen en un alargue con sabor a gloria). También juega que The Battle of the Bastards viene con la dirección del inglés Miguel Sapochnik, quien dirigió en la temporada anterior Hardhome, uno de los capítulos más celebrados de GOT.

Nada raro sería que en el noveno episodio se dé la despedida de al menos uno de los personajes principales de la serie. Viendo el adelanto liberado por HBO, mi apuesta va hacia el buenazo de Sir Davos, quien luce ensangrentado en medio del combate en la nieve.

Sapochnik también dirigió The Winds of Winter, décimo y último capítulo de la presente temporada, el cual tendrá la inédita duración de 69 minutos.

Con semejante panorama, se entiende que No One fuese un capítulo del tipo "mientras tanto".

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