A pesar de que las redes sociales cada vez achican más la distancia entre las celebridades y el público, no dejó de ser extraño marcar, según las instrucciones del representante, el número de Esaí Morales y escucharlo atender al segundo timbrazo, sin intermediarios y con una simpatía y naturalidad inusitadas.
–Espera un momento, perdóname. Es que estaba tomando un bocadillo cuando sonó el teléfono, te pido unos segundos, ya estoy contigo– dijo Morales con un español fluido mientras terminaba de comer apresuradamente.
Explicación no pedida, acusación manifiesta: sí, me declaro absolutamente fan del trabajo de Morales desde algún mes de 1987, cuando aún existían los cines en mi amado Turrialba y varios de la muchachada de entonces hiperventilamos con la historia del malogrado cantante Ritchie Valens.
A mí, en cambio, me sedujo por todos los costados Bob, el rebelde y problemático hermano mayor del protagonista de la historia.
Al día de hoy perdí la cuenta de cuántas veces he visto La Bamba ... o más bien, el dramático y fuerte papel del moreno, malhablado y licencioso hermano mayor de Ritchie.
Veintiocho años después y en plena gloalización de las comunicaciones, siempre me pareció un tanto surrealista escuchar ese particular timbre de voz al otro lado de la línea, uno que sistemáticamente he seguido vigente en diversos papeles tanto en cine como en televisón... pero que para mí siempre provocará una remisión obligada al inolvidable Bob. Ese mismo tema nos llevaría, al final de la plática, a una confluencia sorprendente.
Pero bueno, en este medio año del 2015, fuimos por Esaí Morales básicamente por cuenta de HBO, quien lo fichó para una de sus series de avanzada en los estrenos de verano, The Brink , en la que el estadounidense de origen puertorriqueño interpreta nada menos que al presidente de Estados Unidos.
En la serie que se transmite los domingos a las 10:30 p.m. Morales encarna al primer presidente latino de Estados Unidos, Julián Navarro. La producción, protagonizada por los actores Jack Black, Pablo Schreiber y Tim Robbins ha tenido una buena aceptación a juzgar por los 1.6 millones de espectadores registrados en su estreno el pasado 21 de junio, suma que alcanzó más de dos millones de audiencia incluyendo la repetición.
Ya los medios más importantes habían dado cuenta de la felicidad de Morales por interpretar ese rol, sobre todo porque él es uno de los artistas latino-amoericanos que más ha luchado por reivindicar a su gente.
Del personaje Morales, nacido en Nueva York pero de padres puertorriqueños, explicó que se trataba de un rol importante, ya que no se refiere a un papel que abone al estereotipo de latino que frecuentemente se observa en la televisión y cine estadounidense.
Y es que si hay un apostolado contra los estereotipos de su sangre, ese es Esaí Morales, quien dice sin ambages que, al menos en su caso, los ceros a la derecha en un contrato no marcan la elección de sus papeles y que, por lo mismo, trata de vivir en paz, de asegurarse de llevar “la comida a su casa” sin tener que prostituir sus ideales, que ha rechazado papeles importantes porque esto,para él, no tiene que ver con “un puñado de dólares”.
La Bamba fue solo el arranque, aunque ya desde antes Esaí había actuado en teatro y había tenido algunas participaciones en la gran pantalla.
Uno simplemente se sobrecoge cuando le pregunta cuáles fueron sus inicios en este mundo.
Esai es el hijo de una pareja de inmigrantes que se mudaron a los Estados Unidos, y poco tiempo después (cuando él era un bebé) se divorciaron.
Cuando era adolescente Esaí se matriculó en un colegio en Manhattan, Nueva York que se llamaba “School of the Performing Arts.” Durante aquel tiempo él le vio a Al Pacino en la película “,” y el deseo para actuar empezó a crecer adentro de su alma.
Esa anécdota, harto conocida, la repitió con gran ilusión para Teleguía.
– Tenía 12 años... fui con un amigo al cine y vimos una película de Al Pacino, Dog Day Afternoon (traducida como Tarde de perros) y yo le dije a mi amigo “Esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida”.
En la entrevista que se convirtió en una conversación de más de dos horas, le pregunto: “¿Al Pacino sabe eso?”
La respuesta de Morales evidenció el calibre de su dignidad, de la dimensión que él le da a su oficio:
–Bueno, estuve en una obra con él, en Broadway, ... al final yo moría y él tenía que pasarme por encima, estuvo en cartelera casi dos meses... Siempre tuve la intención de decirle que él había inspirado mi carrera, pero su camerino estaba repleto de gente que quería hablar con él y nunca se lo dije, no quise ser inoportuno... Creo que al día de hoy él no sabe cuánto me marcó... No importa, lo importante es que yo lo sé.
– Pero... ¿no es que ustedes se reúnen en las alfombras rojas de las premiaciones, en los ‘after party’, cómo en tantos años y con una carrera tan exitosa no se lo has dicho?
– Bueno es que yo hago mi trabajo y rara vez acudo a la parte esa de fiestas y alfombras... no tengo nada en contra, pero no me siento cómodo, prefiero quedarme en casa... hace mucho tiempo que detecté lo bueno y lo malo de Hollywood, he visto lo que les pasa a muchos y he pensado que esto no me va a pasar a mí. Mi vida es la actuación, cuando me avisaron de HBO que había sido elegido para personificar al presidente de Estados Unidos estaba en mi casa, dándoles de comer a mis perros. No te puedo decir que no lo podía creer porque cuando audicioné, estaba casi seguro de que iba a obtener el papel. Es el primer latino en representar al presidente de Estados Unidos, o uno de los primeros... yo trato de reivindicar a nuestra raza por todos los medios, por eso el día que me avisaron (yo le pregunté cómo le avisan a un actor que es el ganador de un papel), él contesta: “Yo tenía meses mordiéndome los labios. En la audición había sentido que el papel era mío. Cuando me avisan ¿qué hago? Salto como loco, le cuento a mi mujer, nos volvemos locos con mi pequeña hija... es que esto no es solo para Esaí Morales, es que yo he hecho una carrera que trata de reivindicar el talento latino, que es muy fuerte... por eso me alegré tanto, no es por el puñado de dólares, yo no vivo de mansiones ni nada de eso, trato de usar mi talento y mi carrera para reivindicar a nuestra gente, eso es lo más importante para mí”.
Su conducta en Hollywood ha sido, cuando menos, intachable. Cuando se le pregunta él se ríe y asegura que “cada quien es cada quien”, que él nunca ha sentido la necesidad de figurar ni de flirtear, que está con la persona correcta y que es el padre (de una niña) que siempre quiso ser.
– Diay sí pero aunque no lo vemos frecuentemente en alfombras rojas, sí lo hemos visto en una qué otra... ¿qué onda con eso?
– (Risas) Ayyy no me digas eso, yo solo trabajo, no me luzco fuera del trabajo, solo hago lo mejor que puedo y créeme que ya eso es mucho. Muy a veces (muy de vez en cuando) he asistido a actividades y las experiencias casi nunca son... gratificantes. Recuerdo por ejemplo que siendo yo ya un actor consolidado, fui a un evento, no recuerdo ni siquiera de qué era, y de pronto sentí una mujer abrazándome para posar y muchos flashes encima de mí ¡era Kim Kardashian! Yo ni la conocía, no éramos amigos ni nada, ella sabe más de eso que yo, cuando me vio me abrazó para posar, yo no sabía qué hacer, fue cosa de segundos y cuando me di cuenta ya las fotos de ella conmigo andaban dando vueltas por el mundo en las agencias...
– ¿Pero qué fue lo que pasó?
– No pues nada, ella me vio, me abrazó cómo si fuéramos amigos, yo no estoy acostumbrado a eso y cuando me di cuenta ya había pasado un minuto o más, no lo sé, ella solo posó para las fotos y cuando terminó solo se separó y nunca me dijo ni hola ni adiós ¡sentí que había usado mi fama para formar la de ella!” dice Morales muerto de risa, evidentemente, curado de espantos.
Su carrera, ciertamente, ha sido prolífera.
Un ascenso cauto
En el inicio de su carrera Esaí actuaba en el teatro. Su primera obra se llamaba Short Eyes . Un poco después, en 1982,recibió su primer papel en la cinta Forty Deuce . Su gran oportunidad para descollar llegó en 1983, cuando fue elogiado por su papel en la película Bad Boys. Acá demostró su habilidad de hacer el papel de un adolescente contra la ley, y sufriendo la pena de una vida en la cárcel. Muchos años después, el tema de la ley y la justicia volvió a los personajes que él hacía en la televisión.
En 2013 Morales, distinguido además con dos Premios ALMA al Mejor Actor de Serie de Televisión por ' Jericho' y ' Policías de Nueva York' en 2009 y 2002) se puso al frente de la Unidad de Análisis de Conducta en la nueva entrega de este drama de investigación criminal interpretada por Thomas Gibson, Joe Mantegna, Shermar Moore, Matthew Gray Gubler, A.J. Cook y Kirsten Vangsness.
Ahora, en The Brink , interpreta sólidamente al presidente de Estados Unidos... el primer latino en ese rol.
Sobre cómo comenzó todo, Esaí, relajado después de dos horas de conversación que no vienen mucho al caso –salvo por su negocio de comercio de flores en Costa Rica “Floretica”, país al que ama con locura– vuelve a Bob Morales, el papel que nos unió, a él y a mí, casi 30 años atrás en La Bamba . Es, insisto, surrealista hablar en tercera persona del personaje que marcó mi vida y lo hará hasta el día que toque partir. “¿Bob? Yo conocí al Bob original... y cuando veo la película, aún me sorprendo sobre todo de ese gesto que hace con el rostro, que puede ser de saludo, de seducción, de incertidumbre... yo sé que yo lo interpreté, pero con el paso de los años no puedo evitar preguntarme ¿cómo le hice para encarnar a un tipo tan auténtico, con gestos que yo no uso... ese gesto con la barbilla... ”
–Hagamos un trato, Esaí. Ese gesto me ha perseguido a mí toda la vida. No lo descifremos. Es lo que es. Es lo que hay. Pronto nos tomaremos unos vinos, durante tu inminente visita al país. Pero sobre el gesto de Rob... sobre eso no hablaremos. Eso ya quedó ahí. ¿Está bien?
– (Risas) ¡Está bien! ¡Tienes razón! Bob fue único ¡no voy a ser yo quien te mate la inspiración!
Esto, viniendo de Esaí Morales, solo logra catapultar a nuestro idolatrado Bob, más que el mismo Ritchie en la legendaria La Bamba...