Al menos 1.400 personas de todas las edades y diferentes sueños acudieron a las audiciones de Nace una estrella, de Teletica. Édgar Silva, el presentador del programa de canto que se estrenará el 3 de setiembre, estuvo presente en todo el proceso y hubo diferentes situaciones que le conmovieron.
Las audiciones, que se realizaron desde el 24 de junio al 2 de julio, no pasaron inadvertidas. Teletica las transmitió a través de sus plataformas digitales, llevó clics a sus redes sociales y también hubo páginas que compartieron diferentes interpretaciones. Muchos videos se hicieron virales y algunas historias trascendieron. Silva, de 55 años, vivió de cerca todo.
Ahora mismo hay 1.400 personas atentas a una llamada que les confirmaría si serían o no parte del concurso de canto, al que ingresarán 10 adultos y cinco niños. Solo el 1% de los aspirantes llegarán al programa. Sin embargo, la sola experiencia de pararse ante un jurado ya para muchos lo valió todo.
Historias hubo muchas: la de Jenner Ariel Delgado Picado, un joven que solamente había cantado en las calles o la de la drag queen Tasha Redd, que visibilizó el arte y el trabajo que realizan ella y sus colegas. A ellos se les suman cientos de relatos y vivencias con las que Édgar Silva no dejó de asombrarse.
Más sensible
El presentador dice que prefiere no particularizar una sola historia, eso sí, habló de lo que más interiorizó al estar presente en las audiciones de esta sexta temporada de Nace una estrella.
Silva, de 55 años, reflexionó acerca de cómo en esta oportunidad pudo dimensionar lo que representó para muchas personas venir hasta San José a audicionar.
“Creo que esta vez lo que me quedó más interiorizado y de lo que fui más consciente es del inmenso esfuerzo que hacen las personas de fuera del Valle Central para venir”, comentó.
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“Esto ya ha pasado otras veces, pero esta vez a uno le cae la chispa: no sé si será que ahora como uno está más viejo, es más sensible a esos esfuerzos de gente sencilla que se montan en un bus y viajan hasta ocho horas. Algunos ida y vuelta el mismo día. Puchis, uno dice: ‘qué bonito que la gente se dé estas oportunidades y que se dé la posibilidad de venir a una audición que lo que dura son dos o cuatro minutos. Hacen ese sacrificio y uno solamente puede decir: ¡bravo!”, agregó.
Tras esta experiencia, Silva siente mucha admiración y también gratitud por haber estado tan cerca de las personas y sus historias.
“Es gente que cree en ella, que se quiere dar ese gusto. A mí eso me conmueve mucho. Vino gente de San Vito de Coto Brus, de Nandayure, de Guanacaste y también de Limón. Fueron un montón de personas. Esta vez yo estuve más presente en las audiciones y fue muy bonito”.
Fueron centenares de personas que llegaron y, por eso, el presentador prefiere no hablar de casos específicos, aunque sí reconoce la admiración que le provocó ver a un señor de más de 70 años llegar a cantar tango y darse el chance de intentar alcanzar su sueño.
“Un día de estos dije que ir a una audición era como comprar un número de lotería navideña, solamente que esto no es solamente suerte, sino talento, hasta que no anuncien a los clasificados hay tremenda ansiedad e ilusión”, dijo Silva, mientras esperaba para hacer una entrega de los aguacates que comercia.
Sobre la nueva forma en la que ahora percibe todo, Édgar promueve la idea de que la vida es un caminar en el que se va tomando conciencia.
“Tenés un camino, te vas fijando a los lados, vas viendo acontecimientos que van despertando tu conciencia alrededor de la vida. Para mí lo bonito es que a pesar de mis 55, siento que aún tengo alta capacidad de asombro y de sensibilizarme. Creo que en este momento ya tengo una sumatoria suficientemente amplia de conciencia que me permite hacer una valoración un poco más amplia y de mayor horizonte cuando veo las cosas. Eso me gusta, creo que es un símbolo de madurez y vida”.
Sobre la variedad de historias y personas presentándose desde sus distintas realidades, Silva espera que el programa ayude a que la audiencia comprenda que, en este país, no somos ”igualiticos” y que nuestra sociedad es muy diversa.
Alegría
Luego de haber salido oficialmente de Teletica, en el 2015, la televisora relanzó tiempo después Nace una estrella y Silva regresó temporalmente como presentador a canal 7. Aquella vez dijo que lo que más le gustaba de retornar la conducción del concurso de canto era “ser testigo de primera línea del proceso de crecimiento para las personas que participan”.
Para esta nueva entrega los sentimientos son similares, Édgar está emocionado de ser, una vez más, esa persona cercana a los participantes, quien les dé miradas de apoyo o palmaditas de reconocimiento.
“No hay nadie, ni los camarógrafos, que esté más cerca que yo de los protagonistas. Uno se siente privilegiado de ver el desarrollo personal y artístico de cada participante. Esto, para uno como persona, es significativo”.
Ahora mismo, Édgar continúa con su emprendimiento de café y aguacates, es parte del comité organizador del Festival Nacional de la Canción junto a Humberto Vargas y Edín Solís; además, se prepara para el estreno de Nace una estrella, un programa en el que sí o sí, se cumplirán muchos sueños y él los verá en primera fila.