Crítica de cine de ‘¿No es romántico?’, la nueva película de Netflix

Un filme que quiso ser sátira hiriente, pero le faltó crueldad con su humor

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La mejor manera para demostrar lo difícil que es hacer comedias románticas en cine, es nada más hacer un repaso y notar la poca calidad que de ellas hay en las carteleras. Ahora, la plataforma de Netflix nos trae una comedia que gira sobre dicho asunto.

¿Cómo lo hace? Simple: con una comedia romántica que se burla de las demás comedias románticas. El filme se titula ¿No es romántico?, dirigido por el estadounidense Todd Strauss-Schulson (quien también tiene por ahí cine de terror).

Entiendo que la película se estrenó en cines de Estados Unidos, Argentina y Canadá. Con voracidad, Netflix la compró pronto y la ofrece ahora para sus suscriptores. La sinopsis paso a medio describirla, con pinzas (lógico).

Hay una introducción para mostrarnos quién es Natalie (agradable actuación de Rebel Wilson), arquitecta de Nueva York, y para mostrar el medio en que ella se mueve, en una empresa donde también trabaja su amor oculto (ella no lo sabe) y donde ella discute constantemente con su subalterna sobre las comedias románticas.

Natalie está pasadita de libras, lo que resulta algo importante en la trama, pero mejor la caracteriza cierto cinismo para verse a sí misma. Un día la asaltan en la calle, forcejea con el ladrón, se golpea en la cabeza y queda inconsciente.

Al abrir los ojos, se encuentra en una especie de realidad alterna (solo que ella no lo sabe), como si estuviera en una comedia romántica dulcete y empalagosa. Para ella, eso es una pesadilla, como si hubiese entrado en un mundo amoroso al estilo de Disney (digo yo).

¿Cómo se resuelve esa situación?, tal es el meollo del filme y es de lo que no puedo hablar aquí, pero lo cierto es que al filme le falta enjundia o miga en su afán de burlarse de las comedias románticas y es incapaz de reírse bien de sí misma. En ello, solo quedan diálogos nunca bien desarrollados sobre las comedias románticas.

Repasemos algunas de esos parlamentos: “son malas películas con malas canciones pop”, “son películas donde lo que sucede es un amigo que ayuda a la chica bonita”, “siempre sus finales son con cámara lenta”, “lo que sigue después del final feliz es el desastre” (lo que no se ve), “es de cursilerías” y, la frase letal: “las comedias románticas son tóxicas”.

¿Qué le faltó a esta película para ser mejor? Lo dije antes de alguna manera: le faltó ser más cáustica, tener un mejor manejo de la sátira, más “crueldad” con su humor, reírse más de sí misma y le falta más ingenio. La culpa está en el guion de Erin Cardillo, Dana Fox y Katie Silberman.

Se me ocurre definir que ¿No es romántico? es un “acto fallido”, como escribió Sigmund Freud en uno de sus ensayos al analizar el chiste, por lo que esta película nunca nos lleva a las carcajadas, aunque puede mantenernos alguna sonrisa en los labios. Otro pecado: se alarga mucho en las secuencias que vive la arquitecta Natalie en el mundo paralelo por culpa del golpe en la cabeza.

Pese a sus deficiencias, al ver ¿No es romántico? uno puede pensar en aquella frase del gran crítico de cine Cabrera Infante: “¿No es esta la esencia de la comedia, la felicidad momentánea de los espectadores a través de la felicidad eterna de los personajes?”. Ahí les queda.

Ficha técnica

Título original: Isn’t It Romantic

Estado Unidos, 2019

Género: Comedia

Director: Todd Strauss-Schulson

Elenco: Rebel Wilson, Liam Hemsworth

Duración: 88 minutos

Plataforma: Netflix

Calificación: Dos estrellas de cinco posibles