Chespirito enfrentó numerosos conflictos por dinero y derechos

Conflicto televisado Reclamos públicos y demandas de los actores de series de Chespirito arrojaron una sombra sobre sus últimos años

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Aunque en las incesantes repeticiones de El Chavo del 8 seguiremos viéndolos siempre como amigos y vecinos, los actores de las series de Roberto Gómez Bolaños vivieron décadas de conflictos.

Disputas por dinero y derechos de autor sobre los personajes desarrollados por Chespirito marcaron la relación entre los protagonistas de sus más conocidas creaciones de los años 70 y 80, aparte de El Chavo del 8 .

La disfuncional comunidad que Latinoamérica aprendió a querer estaba compuesta por Rubén Aguirre (el profesor Jirafales), Ramón Valdés (Don Ramón), María Antonieta de las Nieves (la Chilindrina), Florinda Meza (doña Florinda, con quien se casaría Chespirito ), Carlos Villagrán (Quico), Édgar Vivar (el señor Barriga), Angelines Fernández (la Bruja del 71) y Horacio Gómez Bolaños (Godínez).

Diferencias. Carlos Villagrán y María Antonieta de las Nieves tomaron parte en las disputas más públicas en torno a las creaciones de Gómez.

En el programa de TV Azteca La historia detrás del mito , Carlos Villagrán dijo: “El Quico le fue robando popularidad al mismo Chavo, y esto generó envidia, egoísmo y ese tipo de cosas”. Por otra parte, Florinda Meza se había separado de Villagrán para iniciar una relación con Gómez Bolaños.

En 1979, el actor intentó hacer un programa exclusivo para Quico, pero no aceptó que Chespirito le exigiera darle el crédito por la creación del personaje. Villagrán grabó programas en Venezuela y México con el irritante y enternecedor personaje tras su riña con Chespirito.

María Antonieta de las Nieves fue la primera en dejar la serie. En la vecindad, la Chilindrina fue reemplazada por la Popis (Florinda Meza) hasta su regreso, un año más tarde.

Después, fueron Villagrán y Ramón Valdés quienes dejaron el elenco. Por años, corrieron rumores que indicaban que Valdés se retiró por diferir con Meza , pareja del director. Gómez Bolaños justificó las desapariciones alterando la historia, y se unió Raúl Chato Padilla como Jaimito, el cartero.

Luego del fin de la serie, De las Nieves usó a la Chilindrina con permiso de Gómez Bolaños. En 1995, aprovechó que Gómez Bolaños no renovó los derechos de la autoría de la Chilindrina para registrar el personaje como creación propia .

La actriz adquirió derechos sobre el personaje y fue demandada por el humorista siete años después. En junio del 2013, De las Nieves dijo a varios medios mexicanos que había ganado el litigio por los derechos del personaje, pero Gómez Bolaños aseguró que el pleito continuaba.

En el 2003, Édgar Vivar se refirió polémicamente a los conflictos. “Jamás tuve un problema con Chespirito porque lo considero mi amigo. Lo de Quico y María Antonieta fue un conflicto de intereses que yo no tuve, porque para mí el dinero es secundario, y para ellos fue un factor primordial”, comentó .

De cualquier manera, parece que cuando El Chavo del 8 terminó, en 1980, era su hora. “Roberto siempre, con esa inteligencia que lo caracteriza, quiso dejar el programa en la cumbre. Todo lo que hubiéramos hecho después de eso, era bajar”, dijo Rubén Aguirre en una reciente entrevista.