Apuntes mediá-ticos mundialistas, al despertarnos de Qatar 2022

De vuelta a la vida real, repasemos los altos y bajos de un mes de intenso consumo mediático, en el que el humor y el periodismo deportivo costarricense se coció en un encurtido que a veces supo raro y otras no tanto

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Esta nota empezó como un inocente posteo de Facebook que creció más de la cuenta. Vale decir que es la opinión subjetiva y limitada de este autor, quien sin ser experto en producción televisiva ni periodista deportivo, acostumbra opinar con frecuencia sobre ambos temas. Por lo anterior, no pretende ser absoluta, pues no incluye valoraciones sobre el trabajo de otros medios nacionales que igual dieron cobertura al recién concluido Mundial de Qatar 2022.

Ahora sí, a lo que vinimos... en búsqueda del máximo objetivo.

— La millonada que pagó Teletica por la exclusividad de los derechos de transmisión del Mundial valió la pena. No tengo datos pero a la vista de lo sucedido en el último mes, podríamos creer que la inversión dio réditos más allá del evidente éxito publicitario, como fue en la consolidación de sus nuevos negocios: Teletica Radio y la plataforma de streaming TD Max. Ambas marcas quedan con una herencia enorme de posicionamiento gracias al Mundial.

— Teletica Radio tuvo los partidos, todos, pero en mi opinión de simple entusiasta, Monumental generó mejor contenido radial. Escuchar 120 Minutos se volvió casi una acto religioso para mí a lo largo del Mundial, tanto por la preocupación de que a Harrick McLean le diera un ‘faracho’ en medio de tanta discusión acalorada como también por el tino de Pablo Guzmán, uno de los mejores analistas de fútbol del país. Por su parte, los periodistas que envió Monumental a Qatar no aportaron más allá de lo básico y requerido (hubo uno que resultó particularmente desacertado y casi impertinente en sus intervenciones) pero mientras Guzman y Harrick estuvieron en cabina, el programa fue un imperdible.

— Si bien de las transmisiones deportivas de Columbia no estuve tan al pendiente, otros que sí lo hicieron hablan muy bien del trabajo de la Mundialista. Como siempre el aporte de Yashín Quesada se hace notar y por segundo Mundial consecutivo se anotó el golazo de conseguir declaraciones de Keylor Navas, quien se las “ingenió” para ser el único astro del fútbol que eludió a la prensa a lo largo de la Copa del Mundo.

— La narración de Adrián Méndez en Teletica Radio estuvo, nunca mejor dicho, cargada de vida. La segunda oportunidad que recibió tras dar la lucha contra la covid-19 nos obsequió con una de las mejores narraciones deportivas/mundialistas de tiempos recientes.

— En la parte de textos periodísticos, mis compañeros Antonio Alfaro y Amado Hidalgo dieron cátedra. Qué lujo fue leer en La Nación cada una de sus piezas de periodismo deportivo de opinión.

— OK, ahora veamos lo hecho por Teletica Deportes, el gran protagonista de la cobertura de la prensa costarricense de Qatar 2022: primero está lo hecho en “la base”: Jorge Martínez quedó al frente del barco (las supuestas razones de que no fuera a Qatar no nos importan ni a usted ni a mí) y llevó el rol de “anchorman” con aplomo, con buen manejo de las intervenciones y la agenda.

— No dejemos de dar gracias por Claudio Ciccia, uno de los mejores exfutbolistas convertidos en comentaristas de toda Latinoamérica. Sé que podré sonar fanático pero pongan cuidado a, por ejemplo, sus colegas del ESPN mexicano: la diferencia es notoria y para bien en el caso de Ciccia. Con él todos aprendemos de fútbol: explica fundamentos técnicos, naturaleza de las lesiones, efectos físicos propios de patear un balón. Y todo lo hace con elegancia, buena dicción, espontaneidad y calor humano. Tras ver a Messi alzar la copa se le quebró la voz y es así, en esos rasgos de absoluta humanidad, que alguien como Ciccia logra lo que no consiguen muchos todólogos de programas deportivos: que le creamos.

Adriana Durán, una de las figuras más queridas de la televisión nacional del presente siglo, fue un refuerzo de lujo en el set del 7. Adriana tiene mucho aplomo, carisma de sobra y se mantiene ecuánime frente a las cámaras, en vivo, aún en los momentos de mayor tensión. Por todo eso le fue sencillo volver a montarse en la bicicleta, al punto que pareció que nunca se había ido de la tele. Ahora bien, sí se notó a ratos que sus intervenciones se traslapaban en contenido con las de Jota y Ciccia, por lo que pudo parecer redundante (por lo general se le asignaba el tercer turno en intervenciones y ya en ese punto no es fácil incidir). Creo que faltó pensar un poco más el rol de Adriana en las transmisiones, a fin de darle espacio para diferenciarse y aprovechar mejor su indudable manejo del tema. Pero fue un buen regreso a las canchas y ojalá pronto la veamos con un programa propio.

— En cuanto a Daniel Quirós, es curioso que el país aún no lo admita dentro de los grandes narradores deportivos, a pesar de que ha hecho méritos de sobra y sabido aguardar, pacientemente, las oportunidades, sin jugar de estrella. Daniel es un soldado, un miembro del equipo, y su trabajo no siempre ha sido tan valorado como se merece. Por mucho tiempo fue el “banca” y no advertimos que su narración es diferente, tiene sustancia y aportes propios. Eso sí, para la próxima háganle el favor y quítenle el efecto reverberación tipo estadio, que no hace falta.

— Del otro lado tenemos a los enviados a Qatar de parte de Teletica. Siguiendo la tendencia de los últimos mundiales, el contingente se dividió casi que en partes iguales entre periodistas deportivos y comediantes/presentadores, figuras sin vínculo al fútbol pero que ponen la nota de color y humor. Esto no es nuevo ni invento de Teletica, pues desde siempre las televisoras han enviado comediantes a los Mundiales (¿quién no recuerda a Brozo en Los Protagonistas?).

En lo deportivo, su cobertura fue efectiva y sacrificada, con constantes participaciones en los programas diurnos de la televisora pese a las pocas horas de sueño. El que el público se manifestara a favor de la inclusión de Melissa Alvarado en el equipo no fue casual, pues la reportera entregó algunos de los mejores trabajos que el 7 produjo en suelo catarí. Además, Christian Sandoval cumplió muy bien como conductor de la orquesta con su doble sombrero, pues también participó de muchas de las transmisiones de Teletica Radio.

Entre lo bueno, y sorprendente, estuvo el enviar a Bismarck Méndez. A él le tocó encarnar al turista y lo hizo bien. Nunca pretendió ser experto y todo lo abordó desde una óptica de asombro y honesta ignorancia, por lo que sus descubrimientos estuvieron a tono con los de la audiencia, igual de lejana a la vida qatarí.

Del resto del elenco de humor, pues más de lo mismo: Juan Vainas y Chibolo hicieron gracia en Rusia 2018, cuando estaban montados en la ola, pero ahora fueron una repetición de lo de hace cuatro años; el Morgan es un personaje desactualizado metido desde hace años en un loop de dichos propios de la era del chiqui-chiqui y Marta Emilia no funciona frente a las cámaras: este es un personaje que nació para la radio, donde podía ser sugerente y jugar con la imaginación de la audiencia, algo que no se traduce a su versión televisiva.

Dentro de la dinámica entre ambos equipos, fue extraño ver cómo en muchos pases desde los estadios, los periodistas de deportes quedaban en segundo plano y le cedían el micrófono a los humoristas, quienes hasta se encargaban de las entrevistas. Hubo momentos en que parecía que teníamos El Chinamo a todas horas del día.

— Finalmente, y más allá de los gustos, sí hay que reconocer que los enviados de todos los medios cumplieron su trabajo en condiciones extenuantes, dadas las diferencias de horario. Daba un poco de congoja al ver cómo El show del Mundial iba terminando cuando empezaba a salir el sol en Doha, mientras Costa Rica se alistaba para dormir. Ir a Qatar es bonito, claro, pero sería ingrato decir que aquella gente andaba paseando o tirándosela rico.

— No puedo opinar sobre las transmisiones mundialistas de las otras televisoras pues no las vi. En esto, el que tiene los derechos de los partidos es el que tiene la bola, como bien lo supo Repretel cuando tuvo la exclusividad de los mundiales del 2002 y 2006.

— Y bueno, bienaventurados todos los que lo logran con Rolando Fonseca como analista deportivo. De ustedes será el reino de los cielos.

— Por lo demás, al igual que Ciccia, yo también espero ver el próximo Mundial de cuerpo presente. Ahí estaremos, en búsqueda del máximo objetivo.