El músico David Cotose dejó enamorar por el canto de las ballenas jorobadas y, junto a su inseparable guitarra, dedicó un disco entero a estos gigantes del mar. Sonidos de Osa es el título de esta obra, la cual cuenta con grabaciones de las ballenas hechas por la investigadora Laura May Collado en las aguas del Pacífico Sur y con la participación de grandes artistas ticos que se sumaron al tributo.
“A mí me asombra cuando voy a un lugar que me impacta por su belleza, es como estar frente a un cerro imponente, o ver la inmensidad del mar o un animal como una ballena. Esa belleza mágica es un motor creativo importante, ese diálogo entre la naturaleza y el arte es algo que en lo personal busco hacer. La naturaleza siempre ha sido una gran inspiración”, comentó Coto sobre el álbum, que actualmente está disponible en plataformas digitales.
Coto es reconocido por ser guitarrista de la agrupación Malpaís, pero también ha destacado por su trabajo en solitario. Ahora en Sonidos de Osa se hizo acompañar en la percusión por Tapado Vargas, la voz de Maf É Tulà, el violín de Fernando Muñoz, el trombón de Leo Rodríguez, el chelo de María Villalobos y el piano de Pablo Campos.
Sonidos de Osa hace un recorrido sutil y armonioso entre diferentes ritmos como la bachata, el son, la mazurca y hasta el bolero. Respecto a esto, el compositor explicó que quiso reflejar la variedad y la riqueza cultural de nuestro país.
“Esa variedad tiene que ver con una convicción personal y es que creo que nosotros como artistas igualmente somos un reflejo de nuestro entorno no solo social, sino que también del espacio que habitamos. Como seres del trópico nos caracteriza la enorme diversidad, como lo es también la diversidad de la Península de Osa”, explicó el artista.
Promover la preservación a partir de la música de Sonidos de Osa
La organización BonsaiCafe, comprometida con la conservación del medio ambiente, se apoya en el arte para crear consciencia sobre la importancia de la preservación de la naturaleza.
“A veces vemos las ballenas como visitantes pasajeros, que vienen en cierta época del año. Lo que no vemos es que ellas son costarricenses, pues vienen a reproducirse y a nacer a nuestras aguas. ¡Son tan ticas como cualquiera!”, expresó Carlos Oller, presidente de BonsaiCafe.
Para Coto, por su parte, “el disco es una herramienta para la sensibilización de las personas que lo escuchen, en torno a la importancia que tiene la Península para nosotros y la importancia que tiene su conservación. El álbum es una puerta que conecta con nuestras sensibilidades más internas. La organización me buscó para hacer esta música como una herramienta para tocar el corazón de la gente y a partir de ahí promover la conservación de la Península”.