Desde hace 11 días, y bajo el lema “separados somos una potencia, pero unidos somos un imperio”, la selección oficial del sonido psicotropical emprendió su nueva peripecia: instar a sus seguidores a participar en su campaña de financiación en masa, para poder terminar de producir su segundo álbum.
Sonámbulo es una banda que nació en Costa Rica en el 2006 y que se ha convertido en una suerte de fenómeno social y movimiento musical en los últimos años, creciendo exponencialmente entre el público local y exhibiendo su obra en distintos aforos internacionales.
Su éxito se debe, en gran parte, a sus explosivas presentaciones en directo, así como a la riqueza cultural que gozan sus 11 integrantes, provenientes de Cuba, Colombia, El Salvador y Costa Rica.
Su primer disco, A puro peluche , fue publicado en el 2009, con sus primeras creaciones. Ahora, el grupo tiene un arsenal de canciones nuevas que exigen ser incluidas en su segundo álbum.
Esta producción finalmente presentará grabaciones en estudio de temas ya conocidos en vivo, como La maraca y Manifiesto .
Campaña. Por medio de la plataforma digital Indiegogo, el grupo le apostó al crowdfunding (o financiación en masa) para recaudar $20.000 (casi ¢10 millones).
La dinámica para participar y ser productor del disco (como dice el grupo) es sencilla: entrar a la campaña en Indiegogo y escoger la cantidad de dinero que desea donar. El monto es libre, pero se ofrecen varias opciones a escoger.
Por ejemplo, con $3, puede descargar el sencillo del disco una semana antes del lanzamiento. Con $15, recibirá una descarga del álbum antes de su publicación, y con $20 se lo lleva en su formato físico.
Camisetas, chaquetas y hasta sombreros de paja (como el que usa el cantante Daniel Cuenca en escenario) son otros de los bienes que se pueden comprar. Otra de las opciones ofrece instrumentos que Sonámbulo ha utilizado en vivo, como cencerro, güiro, maraca y claves.
El apartado más costoso es de $2.500, con el cual se obtiene un concierto privado con el grupo y 100 invitados, en cualquier parte del Gran Área Metropolitana.
El guitarrista de la banda, David Cuenca, hizo hincapié en la credibilidad de Indiegogo: “Pueden estar confiados de que la página es segura y confiable, para que la gente no tenga miedo de poner sus datos”.
A un tercio de los 30 días que durará la campaña, la banda acumula poco más de $1.700, lo que representa menos del 10% del objetivo.
“Siento que la campaña va lento”, comenta Cuenca. “Estoy muy agradecido con la gente que ha donado, pero todavía falta. No sé si falta que la gente se dé cuenta, pero, pase lo que pase, se logre la meta o no, les aseguramos que el disco va a salir. Ojalá más personas se sumen a la causa”.
Sonámbulo ha hecho y seguirá haciendo videos para promocionar la movida. A la vez, utiliza sus conciertos para que aquellos que no tienen tarjeta de crédito o acceso a Internet puedan donar.
Su próxima fecha será en el Jazz Café de Escazú, este viernes 12 de julio. La entrada costará ¢3.000.
Experiencia. En materia de crowdfunding , uno de los pioneros en Costa Rica fue Hernán Jiménez, quien utilizó con éxito la plataforma para financiar su película El regreso .
Jiménez comenta que, para que estas campañas resulten exitosas, “lo más importante es que se transmita un mensaje claro y que, efectivamente, te mueva a participar. Muchas veces se ven campañas donde hay propósitos muy loables, pero hay algo en el mensaje que no termina de llegarle a la gente”.
El artista también asegura que uno de los problemas es que “la idea del crowdfunding se desgastó y la gente lo ve con recelo. En el caso de Sonámbulo, creo que tienen la ventaja de tener una base de fanáticos muy grande y muy sólida”.
“Ojalá que lo logren; siento que tienen todos los ingredientes para que una campaña de crowdfunding sea exitosa. Si yo tuviera que dar con una razón (por la que no se ha movido tanto) es porque siento que la gente piensa que ha habido una saturación de campañas similares en los últimos años”, dijo Jiménez.