De primera entrada, Sizzla parece un artista con cara de pocos amigos, pero eso cambia cuando se comienza a hablar con él. Cuando explica cómo la música es un canal para ayudar a otros y habla de lo agradecido que está cuando las personas reciben su trabajo, sin duda se expone sin tapujos.
Ese es el Sizzla que los ticos descubrirán el sábado, cuando comparta su música en el concierto que ofrecerá en Club Pepper’s, en Zapote, a partir de las 7 p. m.
No estará solo, compartirá el escenario con varios artistas locales como Michael Livingston, Muoses, y los DJ Cuilo, Cole, Grant y Ryder.
La del sábado será la segunda presentación del jamaiquino en Costa Rica; la primera fue una década atrás. Él aseguró a La Nación que incluirá música de su álbum más reciente The Messiah .
Además, él decide qué compartir en sus conciertos, según las canciones que el público le vaya pidiendo. Además, mucho de lo que acontece en el mundo influye en esa selección de canciones que se escucharán el sábado, en Zapote.
Temáticas. Su música, explicó, transmite distintas emociones. Cuando es verano, y la gente quiere ser feliz o bailar, él interpreta canciones de dancehall que complementen ese sentimiento.
No obstante, cuando su gente es oprimida por los gobernantes, él también levanta la voz para pedir mejores condiciones o para exigir que se protejan a los niños. Incluso, para pedir mejores condiciones para la educación de los más pequeños.
El punto de vista que expresa en sus letras no siempre es bien recibido. Para Sizzla nunca será posible quedar bien con todo el mundo.
“Hay cosas malas que están pasando en el mundo y tengo que cantar de eso y, desde luego, hay gente a la que no le va a gustar. Si alguien abandona a sus hijos y yo lo digo, a ellos no les gustará. También cuando hablo de un gobernante que oprime a la gente, es posible que no les guste. Entiendo que cada quien tiene derecho a no estar de acuerdo”, explicó.
No obstante, él no les presta tanta atención a las críticas. Por el contrario, se concentra en su música, en el reggae , un arte que le ha dado mucho. Lo más importante, añadió, es que sus temas son bien recibidos entre su público y el amor que recibe a cambio de sus interpretaciones.
“El dinero o la fama no me define, el amor es lo más grande. Si viniera a Costa Rica y a nadie le gustara mi música, para qué serviría la fama o la fortuna”, aseguró.
Además de compartir su música, a Sizzla también le gusta conocer a las nuevas generaciones. Por eso apoya y colabora con jóvenes cantantes, esperando que en el futuro ellos sean quienes le tiendan una mano a futuras promesas del reggae.