Luisga Loría: distracción a toda máquina

Compositor celebra este mes 30 años de vida y 16 de carrera: desde su paso por Viña del Mar hasta su éxito con Los Ajenos y sus planes con un nuevo grupo

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“Yo creo que la gente se imagina que yo soy un loco... y nada que ver”, dice Luis Gabriel Loría. Pero más adelante dice la frase que hemos oído de los amigos que se les pierde el celular a menudo, a los distraídos: “Soy un desorden ordenado”.

Es difícil saber cuál de las dos frases es la verdadera, pero lo evidente, mientras entrevistamos a Luisga en su natal Nicoya, es que le sobra carisma.

Él es reconocido por ser el espontáneo e inquieto fundador de Los Ajenos, grupo que ha brotado en las radios este año con el tema Esto se va a descontrolar y que se dio a conocer con el tema Pamela Chu. Pero Luisga no es conocido por sentarse una hora a hablar en serio, nunca por hablar de sí mismo, en realidad.

El 20 de setiembre Luis Gabriel Loría Yockchen cumplió 30 años de vida. Lo buscamos para conocer al hombre detrás de la estridente carrera.

Conversamos de su faceta como compositor solista, sus planes de grabar un álbum con una nueva banda, La Revo, y el ímpetu que lo mantiene junto a Los Ajenos, grupo con el que a veces hace hasta tres conciertos en una noche.

“No creo que sea momento de bajar el ritmo, todo lo contrario”, confesó, aún con la resaca del concierto de la noche anterior.

Crecer. Hay varios puntos clave en la historia de Luis Gabriel Loría como músico e intérprete. La más reciente ocurrió hace apenas unos meses cuando participó del programa Tu cara me suena, de Teletica.

“Me abrió una puerta para que la gente me viera diferente, para que la gente supiera que yo existía antes de Los Ajenos”, dijo Luisga con su voz rasposa.

En Tu cara me suena, Luisga cambió los pantalones anchos por trajes enteros y los saltos por interpretaciones tranquilas y cantó temas de Dyango o Carlos Gardel. El programa lo reencontró con los autores que años atrás lo inspiraron a hacer sus primeras canciones.

“Aquí en Guanacaste solo había etapa básica de música y yo quería más, así que a los 15 años me fui solo para el Castella”, explicó el autor.

“Lo más difícil que he hecho en mi carrera fue separarme de mi familia; yo estaba acostumbrado a andar con un montón de chiquillos y eso cambió”, explicó Luisga, el mayor de cinco hermanos.

Luisga trabajó cuatro largos años lejos de su familia para mostrar sus canciones en distintos recintos. En el Bar Mediterráneo, en Alajuela, fue donde se conectó con otros cantautores de su edad y las personas que luego lo llevarían a uno de los escenarios más importantes en los que ha estado.

“Antes de Viña del Mar yo no era nadie, no estaba enfocado”, dijo. En el 2008, llegó hasta las semifinales de ese concurso internacional con el tema Desnúdame el alma, una canción con ritmo de samba a la que Edín Solís de Éditus le hizo los arreglos.

Cerca de cumplir sus 21 años, Luisga se ganó los aplausos del público en la Quinta Vergara y desde ese momento, él buscaría ese aplauso con sus canciones. Eso le tomó solo tres años.

“La primera vez que oí a un público, a toda la gente de un lugar cantar una canción mía, fue en Pérez Zeledón”, señaló Luisga. Se trataba del sencillo Mi norte (2011), que había llegado a las radios de parte de Luisga y Los Ajenos.

La calle. El nombre Los Ajenos vino diez años atrás, cuando el cantautor Jonathan Méndez --en ese entonces bajista del conjunto-- notó que la banda estaba conformada por músicos de distintos grupos rock o pop, eran “ajenos” que tocaban trova, tangos, boleros, folclor, la música que le gusta a Luisga. La calle y el mercado cambiaron ese rumbo.

“Un amigo nos invitó a tocar todos los miércoles en un bar de Escazú –Gaira se llamaba– pero nos dijo que teníamos que tocar charanga y música bailable. Yo le dije que nosotros no tocábamos eso, pero él insistió”, comentó Loría.

Luisga continuó componiendo trova, pero sabía que eso no pondría a bailar a la gente un miércoles por la noche. Así, se puso a componer pop tropical, charanga, como se le dice en la calle. En cuestión de meses pasó de cantar “bailando como marioneta con hilos de tu corazón?” a “Se dice en el barrio, que Pamela por dos tejas…”.

“La gente me dice que soy un vulgar, cuando Pamela Chu no es canción mía, es del Club Atlético Carnaval”, señaló Loría. Él y su conjunto fueron quienes encargaron de traer a Costa Rica a ese grupo argentino para grabar una nueva versión.

“No sé si en este punto de la carrera tendríamos los huevos para sacar una canción como Pamela . Estábamos empezando a darnos a conocer y el morbo fue la forma de entrarle a la gente, a nosotros nos sirvió”, dijo.

La irreverencia de Los Ajenos siguió con los sencillos Me vale un cu’, Te lo perdiste (con un video patrocinado por Dos Pinos) y El idiota.

“Quizá no suene como nada del otro mundo, pero una canción de Los Ajenos tiene que ser una canción que pegue, radiable, fuerte, una canción viral; eso es difícil”, detalló Loría.

Con sus canciones, Los Ajenos se transformó en sinónimo de “chingue”, del vacilón, y eso llevó al grupo llenar la agenda con facilidad. El único obstáculo que han tenido en su ascenso fue la salida del guitarrista Gerardo Porras tras una denuncia por violación (fue condenado por tener relaciones con una menor de edad).

Eso fue en junio del 2016 y el conjunto actuó rápido para distanciarse de Porras. “¿Cuándo se había visto que Ignacio Santos leyera un post de Facebook de un grupo en las noticias? Creo que nunca. Fue un asunto que se exageró.

”La gente decía en redes sociales que no fueran a nuestros conciertos porque éramos violadores”, afirma Loría.

Porras se apartó de Los Ajenos dos semanas antes de que el caso de diera a conocer, pero continúa cercano a Luisga.

Toca guitarra con La Revo, fundado por Luisga, donde se especializa en tocar boleros y tangos.

Atoda máquina. Hoy, explica Luisga, Los Ajenos están en su mejor momento. Es difícil que vayan a un poblado del país en donde no les conozcan y hasta los que no los quieren, han oído Pamela Chu o algún tema suyo. Los programas Buen día, De boca en boca, ¡Qué buena tarde! y hasta los partidos de la Selección Nacional en Teletica tienen un tema musical compuesto por Luisga.

En cuestión de espectáculos, pueden hacer cinco conciertos por cada fin de semana, a veces hasta tres por noche. “Si hay mucha demanda de trabajo se subcontratan otras empresas y así se sale con el trabajo. Es el trabajo más difícil porque no se puede hacer nada a medias”, aseguró.

Los Ajenos, dice Luisga, es su trabajo de fin de semana. Entre semana se dedica a componer y a presentarse con La Revo,con quienes espera grabar este año un álbum. Aunque la agenda de Los Ajenos es prioridad; la irreverencia también.

“A finales de setiembre vamos a Nueva Jersey a grabar un nuevo tema y pronto saldrá un álbum celebrando los diez años de Los Ajenos, con nuestras mejores canciones”, señaló Luisga. El álbum se llamará Manual de música de fiesta (para otras bandas), “para que lo vean las bandas que tratan de imitarnos”, dijo Loría.

La irreverencia de Los Ajenos se mantiene. ¿Cómo, entonces, llegó Los Ajenos a colaborar con Teletica –la televisora que reproduce el Padre Nuestro todas las tardes– o Dos Pinos, marca familiar y favorita de los costarricenses?

“Ahora tenemos una consciencia social que quizá no nos permite hacer lo que hacíamos antes, ‘tamos viejos, ya todos somos de treinta pa’ arriba y ya no es lo mismo…”, afirmó Loría.

“Lo más importante es que nos hemos vuelto una banda insignia de Costa Rica. Hay cosas divinas, como que las bandas tocan la música de nosotros (en los desfiles) el 15 de setiembre o en el Festival de la Luz”, agregó.

La fiesta no va a bajar el ritmo. En octubre, cuando llegue el disco de compilación, estrenarán un nuevo show para celebrar la primera década del grupo. “Como dijo Steve Aoki, ‘voy a descansar cuando esté muerto’. La vida se disfruta y para mí cada paso de Los Ajenos ha sido para disfrutarlo”, señaló Luisga.

* * *

Al inicio de la entrevista, Nicoya apenas mostraba nubarrones grises. Hacia el final, 70 minutos después, llovían perros y gatos. Era casi mediodía y Luisga se preocupó por sus compañeros. “Tenemos que entregar las habitaciones del hotel”. Llamó a uno de sus compadres por teléfono y se echó una carcajada. “¡Ah! ¿Ya se fueron entonces?”, dijo entre risas.

Luisga nos agradeció varias ocasiones la oportunidad de poder hablar de su trayectoria. La música de Los Ajenos, quedó claro, lo obliga a distraerse de sí mismo. Quizá, lo que tanto encanta de su música irreverente es que el mismo efecto que sienten los que la componen lo sienten quienes la disfrutan: les ayuda a distraerse de sí mismos.