Los cruces de los caminos paralelos de Pink Floyd

Con la certeza de que el grupo es historia, David Gilmour lanza un nuevo álbum y Roger Waters, un documental

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En diciembre de 1985, Roger Waters se fue de Pink Floyd. Lo hizo peleado con sus compañeros jurando no volver jamás al grupo, del cual fue cofundador en 1965.

No faltó uno que otro puñetazo en la quiebra por “diferencias creativas”, por lo que The Final Cut parecía el adiós de una de las formaciones más grandes e influyentes de la historia del rock .

Sin embargo, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright –despedido por Waters durante las sesiones de The Wall – demostraron que no eran músicos de acompañamiento: demandaron y lograron mantener el nombre de Pink Floyd.

Waters, por su parte, se quedó con su preciada creación, The Wall , un muro tan firme como cuando salió al mercado en 1979.

Fue la llamada humanitaria del megaconcierto Live 8 –hace 10 años– lo que permitió que la alineación titular de Pink Floyd se reuniera una vez más, para regocijo de sus fans.

La alineación completa de Pink Floyd se reunió en el 2005

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No obstante –como si lo hubiese dicho el mismísimo cuervo de Edgar Allan Poe–, después de esa presentación nunca más.

La muerte de Richard Wright, en el 2008, fue la sentencia final para una de las bandas más destacadas de todos los tiempos.

Aunque es en realidad una colección de cortes rescatados de Division Bell, Endless River (sin Waters) publicado en noviembre pasado, era el “zarpe”.

Hoy, todos siguen su camino..., aunque Pink Floyd se cruzará para siempre.

David Gilmour y el imposible retorno. David Gilmour lo tenía claro cuando salió Endless River . Lo sigue teniendo tan claro que ahora lo repite como un mantra: Pink Floyd es historia y no hay forma de que regrese.

“Mientras trabajábamos (en el disco), nos enfocamos en que Rick (Richard Wright) no iba a regresar, de que no íbamos a tener otra oportunidad de tocar con él”, expresó Gilmour meses atrás, a raíz del lanzamiento del que sería el último álbum del grupo.

“Sin Rick es imposible que haya más conciertos de Pink Floyd. Es imposible”, remató.

Wright falleció en el 2008 de cáncer; es el segundo fundador del grupo que murió: en el 2006, partió Syd Barrett.

En realidad, Gilmour lleva unos 20 años tratando de dejar a Pink Floyd en el pasado, pero el largo brazo de su grupo lo alcanza.

Para Gilmour, otra razón –y muy poderosa– para cerrar la etapa con Pink Floyd es que no se siente cómodo con el papel de rock-star.

“Siento que pierdo conexión con las audiencias. Es algo más grande de lo que me hubiese gustado”.

Ahora espera que esto se acabe de una vez el 18 de setiembre cuando salga Rattle That Lock. Es su cuarto disco de estudio en solitario; primero desde el 2006.

El primer corte (del mismo nombre) se dio a conocer la semana pasada.

La canción comienza con las cuatro notas de Michaël Boumendil, las cuales preceden los anuncios de la SNCF –empresa pública de ferrocarriles de Francia– en las estaciones de tren de ese país.

'Rattle That Rock' es el primer sencillo del nuevo disco de David Gilmour

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“Para componer Rattle That Lock me inspiré, musicalmente hablando, en la sintonía que se puede oír en las estaciones de tren francesas antes de los anuncios.

“Son apenas cuatro notas, pero, como suenan tantas veces, creo que al final me entraron ganas de bailar. Estaba en la estación de Aix-en-Provence, iba a visitar a unos amigos. Cuando volvió a sonar cogí mi teléfono, lo acerqué al altavoz, esperé al siguiente anuncio y lo grabé”, recuerda Gilmour.

Las letras son de Polly Samson, esposa de Gilmour, quien es acompañado por los músicos Phil Manzanera y Jools Holland.

Cuando el álbum Rattle That Lock salga al mercado, Gilmour estará en plena gira por Europa presentando su disco.

“A mí me gusta mi vida y mi música. Me estoy poniendo viejo (cumplirá 70 el 6 de marzo del 2016). No tengo campo para Pink Floyd”, asegura de manera tajante.

Sin embargo, el baterista Nick Mason se atreve a decir: “No estoy completamente seguro de que el grupo se haya acabado”.

El interminable muro de Roger Waters. En 1979, Roger Waters tomó el poder y los demás quedaron como músicos de acompañamiento: simplemente, les presentó lo que sería The Wall , trabajo con el que buscaba exorcizar sus demonios.

La grabación de The Wall fue una guerra civil; para decirlo suavemente: Waters mantuvo el control con mano de hierro y sin guante de seda. Incluso dio de baja al tecladista de Richard Wright, de “patitas en la calle”.

Wright fue quien más elevó las protestas por el rumbo que tomaron las cosas entonces. “Otra vez sus paranoias de siempre, la guerra, su madre… Todas sus obsesiones”, dijo el músico (fallecido en el 2008).

The Wall es una pieza clave del rock , revolucionó lo que debería ser un espectáculo de ese tipo (y eso que los Floyd ya sabían de conciertos desbordados) y daría paso a una película de culto, del mismo nombre, de Alan Parker.

Debe de ser la obra más aplaudida del grupo, solo superada por The Dark Side of the Moon. (1973).

La sofocante historia de un músico desencantado de las masas (Waters tuvo un pleito con un fan), de los conciertos, del mundo, de todo, de cómo construye un muro entre él y el resto del planeta: es la creación de Waters.

Desde entonces, carga a su “bebé” y el muro –a pesar de que cae en el disco y en la película– se mantiene ahí...

Llegó a otra dimensión, en 1990, cuando Waters lo interpretó sobre los restos del infame Muro de Berlín, solo unos meses después de su caída. Así, The Wall era eterno...

Tráiler del documental de Roger Waters y Sean Evans

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Cosas de la vida: en Live 8, en el 2005, se reunieron los Pink Floyd para un último concierto, y David Gilmour se negó a interpretar el tema más emblemático del álbum, Another Break In The Wall. Part 2. , por el “mensaje antieducativo”, explicó.

En el 2010, Roger Waters se embarcó en un tour: The Wall Live, el cual se extendió por tres años.

Esa gira quedó plasmada en un documental llamado Roger Waters The Wall, dirigida por él mismo y Sean Evans. El 29 de setiembre tendrá su estreno mundial.

The Wall aún es una acción de protesta, sobre la preocupación de todos los que perdemos a gente en guerras. “ The Wall es hoy sobre cualquier persona que sufre en cualquier conflicto”, expresó Waters a ‘Babelia’, suplemento del diario El País de España.

Tiene claro que Pink Floyd se acabó: “No habrá reunión. Eso es historia, y fue genial. ¡Qué suerte tuve de estar en esa banda! Con Syd (Barrett, quien murió en el 2006), de entrada. Sin él, ni hubiéramos empezado”