La reinvención de Esteban Ramírez de Percance: resistir la pandemia entre plantas y ‘covers’

El músico costarricense es inquieto por naturaleza y eso provocó que no se quedara quedito durante la cuarentena, pese a que su trabajo como artista y su emprendimiento se vieron detenidos por la emergencia.

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A inicios de este 2020, el músico Esteban Ramírez, vocalista de la banda Percance, contaba con toda la ilusión por la apertura de un emprendimiento personal, se trataba de El Mercadito Arenal, un centro gastronómico ubicado en La Fortuna de San Carlos; sin embargo, unos meses después la emergencia sanitaria provocada por el nuevo coronavirus le dio un golpe en seco a la alegría y, como muchos empresarios, tuvo que cerrar su negocio.

Además, como artista, también su trabajo se vio detenido por causa de la pandemia, pues con su agrupación Percance no ha podido presentarse en conciertos desde que se declaró la cuarentena. Pero, en su naturaleza de inquieto, Ramírez no podía quedarse estático y durante estos meses se ha dedicado a aprender, a emprender y a buscar las maneras de salir adelante con sus sueños.

Su más reciente proyecto artístico tiene que ver con la colaboración. Se trata de una serie de reinterpretaciones de temas que para él han sido muy importantes tanto en lo personal como en lo profesional. Esteban pide prestadas las canciones y les da un nuevo aire y para lograrlo cuenta con el apoyo de los dueños de estas piezas y también con la complicidad de otros artistas.

Antes ya había hecho en sus redes sociales una dinámica de interpretar canciones prestadas, pero ahora evolucionó a un proyecto mucho más elaborado.

La primera entrega de esta nueva temporada de esos covers fue con la canción Sola, original del grupo nacional Kadeho. La idea mutó a que Esteban tocara el tema junto a Mechas (autor de la pieza), la chelista Sonia Bruno y el pianista Jorge Enrique Rodríguez (músico que grabó la versión original de Sola).

El video se puede ver en el perfil de Instagram de Ramírez, también en su página de Facebook. Al cierre de esta nota y luego de tres días de haberse publicado, la canción contaba con más de 60.000 reproducciones.

“Esto de la pandemia para los músicos ha sido como que nos amarren las manos y nos quiten el espíritu. Pero conforme pasa el tiempo hemos empezado a reencontrar caminos y a descubrir muchas cosas, ese ha sido mi caso porque he aprendido bastante sobre grabación, incluso me estoy montando un miniestudio en mi casa”, contó Ramírez.

La reinvención en este caso es muy importante, ya que el artista se ha dedicado a ampliar sus conocimientos musicales y también se ha aventurado en la grabación y la tecnología para sus proyectos. “Tenía que buscar algo que me diera mucha felicidad y así fue como se gestó esta idea de compartir música a la distancia, con amigos de todos lados y aprovechando los recursos que tenemos”, agregó.

Sola es la primera entrega, pero en el camino vienen más colaboraciones con artistas nacionales e internacionales. “Habrá música de diferentes artistas, la idea es revolucionar las canciones en un nuevo concepto, una nueva dirección como dándole una nueva identidad. No es hacer el cover por hacerlo, lo bonito es aportar creatividad y compartirla entre todos”, dijo el músico.

La idea de Esteban es compartir arte, así que al proyecto sumó el apoyo de otros artistas gráficos quienes harán una obra de su interpretación personal de cada canción que se publique. Estas obras serán un premio para las personas que interactúen con las publicaciones.

En familia

Otra de las facetas que tiene ilusionado a Ramírez es la pequeña empresa que forjaron hace unos junto a su mamá Nidia Hidalgo, su hermana Georgina y su cuñado Rafael Rodríguez.

Se trata de Nativa, una boutique virtual de plantas. La idea nació de su mamá y de inmediato todos los miembros de la familia se pusieron en la labor de levantar el negocio. Así es como desde San Carlos se vienen a San José hermosas plantas para alegrar los espacios en los hogares de muchos clientes, que se han acercado a su emprendimiento durante estos meses de pandemia.

“Como familia históricamente nos hemos dedicado a la gastronomía y al negocio turístico en La Fortuna. La pandemia me agarró ‘gorreado’ porque ni en la música ni en los negocios pude hacer nada este año, fueron muchas malas noticias. Sin embargo, ahí es donde empezó el ejercicio familiar, creemos en las ilusiones y en que son el vehículo a la felicidad más allá de lo económico. Nativa es eso, un vehículo de liberación para la familia que nos ha ayudado en la parte económica, pero detrás está la ilusión de mi mamá que todos los días trabaja para sacar el vivero adelante”, concluyó el músico.

Por ahora la música con Percance está en pausa pese a que hace unos meses realizaron un gran concierto virtual; ellos, como agrupación, están esperando el momento correcto para compartir música nueva que tienen lista para sus fans.