Hay un tiempo que es esencial para los integrantes de Café Tacvba: aquel momento en que dejan detrás cualquier diferencia, sus egos y ponen todas las fuerzas en la parte creativa.
Ese espacio dedicado a la creación es lo que mantiene unido al grupo, así lo afirmó El Zopilote , cantante de la banda mexicana durante una entrevista con La Nación .
Rubén Albarrán, nombre real del Zopilote, detalló que ese tiempo creativo, además de mantenerlos unidos, los llena de la energía necesaria luego de que sale el disco, salen de gira y pasan largos periodos lejos de casa.
La banda, creadora de discos como Re y Cuatro caminos , visitó el país como parte de su gira El objeto . Ellos fueron los artistas principales de las actividades del Festival Warp .
Horas antes de su presentación, en el Gimnasio Nacional, Albarrán aseguró que ya dejó de sentir preocupación antes de subir al escenario a cantar.
“Hay emoción; cada público es diferente, aunque toques dos veces en el mismo lugar”, dijo el cantante.
Para él, Costa Rica es un país donde encontró un público especial: por eso, afirmó, sus espectáculos aquí siempre resultan muy emotivos. También le llama mucho la atención esa interacción que logran con los fans, tanto antes como después de la presentación.
Distinto. En la experiencia artística de más de 20 años de Albarrán, aprendió que nunca un concierto es igual a ningún otro. Luego de una pausa para la reflexión, menciona que podría volverse aburrido para algunos interpretar las mismas canciones una y otra vez.
No obstante, afirmó, con el paso del tiempo se descubre que una misma canción le va diciendo diferentes cosas y lo hace reflexionar acerca de distintas ideas.
En ese día a día de las giras por Latinoamérica, el cantante experimenta la necesidad de estar más concentrado en la ejecución de la música; sin embargo, conforme avanzan las presentaciones, se le va olvidando toda presión, para concentrarse en disfrutar y volverse música con los fans.
Otra de las claves para disfrutar lo que hacen es tener plena conciencia de que como banda tendrán un final. Por eso, disfrutan de cada experiencia y momento que viven juntos.
“Cuando llega el fin de la gira, nos damos un espacio, que es algo importante. Desde hace tres discos, sacamos un año sabático (después de las giras); en ese año, cada uno de nosotros nos desarrollamos en otros proyectos, descansar o viajar y todo eso nos llena de experiencias. Cuando nos juntamos de nuevo, esas experiencias las volcamos ahí”, detalló.
Albarrán siente que tiene una deuda pendiente con Costa Rica y con él mismo. Son muchos años en los que lleva guardado el deseo de conocer nuestro país y encontrarse con la naturaleza local, algo que le encanta. Por eso, espera regresar algún día para conocer la flora, fauna y personas afines a sus sensaciones.